Capitulo 7

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Natacha/Geraldine

Estoy sentada en el escritorio que esta fuera de la sala de juntas, esperando son las 20:15 y todavía no salen estoy preguntándome porque demonios lo estoy esperando? si  después del bochornoso momento en que Cristian detuvo mi desenfrenada calentura me quede como idiota y sorprendida mirándolo como salía de la oficina mientras yo me sentía… rara creo que sería la palabra correcta por un lado porque el me detuvo no tomo lo que necesitaba de mi si no que a pesar de tener tremenda erección de la cual fui muy consiente me detuvo, creo que una minúscula parte de mi deseaba que me detenga la otra parte no tanto es que sus besos y sus caricias nublaron los amargos recuerdos que siempre me provocaban cuando alguien me besaba o se acercaba demasiado por lo cual terminaba cualquier cosa que hubiera empezado y por primera vez no los tuve en mi mente atormentándome. Pero sigo preguntándome ¿porque lo espero?, tendría que levantar mi culo del asiento e irme desaparecer como una muy buena Houdini pero algo invisible me ata a esperarlo, algo me detiene… tal vez la curiosidad de saber qué es lo que este hombre tan, tan distinto quiere demostrar sus palabras giran en mi cabeza una y otra vez  “Esto, no es calentura, lo que siento por vos es algo mas es verdadero y me importa mierda lo que creas de vos misma porque yo te voy a hacer ver la realidad que estas tan decidida a negar”, ¿porque actúa como si me conociera? ¿Cómo si supiera de mí? Y lo más importante que es lo que lo obsesiona? Porque seamos realistas que puede ver en mí?, si soy bonita y lo sé, pero no soy nada en comparado con su ex, una rubia tan bonita y con todo ese porte, yo soy bonita pero estoy segura que derramo grasa por donde paso, sin ir más lejos cuando la fulanita esa me pidió el agua asi no pude aguantar el deseo de cargar la botella con agua de los baños a quien se le ocurriera algo asi? Solo a mí porque soy una maldita desgraciada Uggg es que odio tener que compararme con gente como…

-Está todo bien?- una voz preocupada me saca de mi fuero interno, bajo mi mirada hacia mis muñecas me las estaba arañando inconscientemente, las escondí detrás de mi espalda levantándome y dando mi sonrisa tranquilizadora, ella seguía con sus ojitos mirándome preocupada

-Si, no pasa nada en que te puedo ayudar Sol?- le pregunto ella es la chica del café es muy amable, se pasa por aca por las tarde, tiene 27 años y siempre es tan maternal conmigo como si tuviéramos 20 años de diferencia

- Quería invitarte este sábado al cumple de mi hija, cumple los 4  y quería saber si querías venir?- me extiende una tarjetita de una princesa de vestido violeta se la acepte

-Claro, de seguro me doy una vuelta me gustaría conocerla- le digo sinceramente, es que me encantan los niños, ella asiente más contenta

-Entonces nos vemos el sábado, no faltes te esperamos eh!- me advierte con el dedo índice yo me rio

-Por supuesto- ella se está por dar vuelta pero se detiene como cambiando de opinión, se acerca sin previo aviso y me abraza me tense, no soy amante de los abrazos en realidad no soy amiga de la invasión al espacio personal, pero ella no hizo caso a mi rigidez apretó fuerte mi espalda y se fue asi como duro el abrazo, pero que mierda?. La puerta de sala de juntas se abre interrumpiendo mis pensamientos venideros

-Muchas gracias Señores, entonces podemos reunirnos mañana y tomar un buen vino para celebrar- salía diciendo Un Cristian tan sonriente que me contagiaba

-No lo dudes hijo, fue un buen trato – decía un hombre canoso que me fue presentado como el señor Mario Prescott, salieron los otros tres hombres y uno de ellos como la primera vez no perdió oportunidad de pasar sus ojos por mi cuerpo, ¡disimula pendejo! Decía mi voz interna me saludaron a mi también

-Si algún dia te apetece un trago, llámame- me dice el muchacho descarado, sin evitarlo rodé mis ojos y le devolví su tonta tarjetita

-No tomo alcohol- es mentira pero no importa! Me sonríe como si en vez de haberlo dicho que no le hubiera dicho que sí, toma mi mano y la besa

Serie Second Chances: Mi luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora