—¿Estas molesto?—pregunté por centésima vez pero el chico no me dio respuesta alguna
Exasperada, dejé escapar el aire por mi boca y apresuré el paso para alcanzar al enfadado Jolin con el que me estaba enfrentando ahora.
El paseo había resultado divertido, al menos para Garret y para mí. Recorrimos las calles empapándonos del ánimo festivo que causaba el Thaedal. Ver a la gente tan feliz me alegraba. Había tantas cosas que mirar en esos momentos que quisimos verlo todo. Garret me contó que en Salirena los festejos eran un poco más diferentes. Casi todos solían ser a las orillas de la playa e incluso algunos eran sobre barcazas al caer el sol. Me aseguró que era de las mejores fiestas y pude notar lo nostálgico que estaba de no poder estar el disfrutando de eso ahora. Estaba tan inmersa en la charla de Garret que pocas veces logré cruzar palabras con Jolin, quien después de un rato se resignó y se mantuvo cuatro pasos atrás, como un guardia vigilando a los invitados reales. Ahora que habíamos regresado ya, y que me despedí del príncipe, intentaba hacerlo hablarme de nuevo, pero pocas veces lo había visto tan molesto como hoy.
—Jolin, perdón. Jamás te haría eso a propósito—caminar con paso veloz usando vestido se me complicaba, por lo que tarde un poco en llegar a su lado—Jolin
—¿Qué? ¿Ignorarme durante todo el paseo? Sí, claro que no lo harías a propósito—el tono cortante con el que habló me hizo sentir aun peor. Hace tanto no tenía amigos tan cercanos ¿Qué se supone que debía hacer?—¿Por qué no regresas con él? Seguro que le encantara poder cenar contigo también
Sus ojos azul grisáceo me miraron de reojo y pude percibir lo molesto que estaba.
—Jolin, espera
Lo sujeté del brazo y lo obligué a detenerse. No sabía a qué venia todo ese enojo, pero si el continuaba esquivándome seguramente no llegaríamos a nada, y esa clase de dramas no iban conmigo. Esperé a que volteara a verme, pero al no hacerlo, me moví para quedar frente a él. Sus ojos me evitaron al principio, cosa que no tardó demasiado, pronto tuve sus ojos en mi rostro.
—De verdad discúlpame. Créeme que lo que menos quería era ignorarte, pero Garret estaba tan entusiasmado contándome acerca de Salirena que no supe como pedirle que se detuviera—saber que el chico no se sentía tan cómodo al igual que yo, estando entre la realeza, me hizo sentir un más empatía hacia el—Solo quise hacerlo sentir cómodo
—¿Un príncipe buscando comodidad? Vaya sorpresa—el tono lleno de desagrado puso una mirada de sorpresa en mi rostro. Jolin no era así
—¿Por qué te molesta tanto? ¿Acaso tuvieron problemas antes?—Jolin sonrió de malas y desvió la mirada—Vi como lo mirabas junto a los establos ¿En serio no te agrada?
—¿Agradarme? El problema no es él, Erika—soltó como si fuera lo más obvio del mundo—Es solo un príncipe más, entiendo que lo que quiera es atención, esta tan acostumbrado a tenerla que no creo que pueda vivir sin ella, pero tu Erika ¡Tú!
—¿Yo qué? ¿Qué te molesta de mí?—no fui capaz de mantener mi voz tan tranquila esta vez, no cuando me gritaba de esa forma
—¡No creí que fueras de las que se dejan convencer tan fácilmente por unos ojos y una sonrisa coqueta!—levanté las manos confundida y sin saber que decir—Un segundo y quedaste enganchada a él durante toda la cena, y hoy, de nuevo, solo pestañeó un poco y te olvidaste de todo
—¿Qué?
Las manos de Jolin volaron a su cabeza. El chico retrocedió y se giró dispuesto a irse, pero no lo dejaría escapar tan fácilmente, no ahora que parecía estar diciendo lo que realmente pensaba. Me apresuré a sujetarlo del brazo, pero él me apartó de un movimiento brusco que me dejó petrificada.
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Atrigeos II : Espectro
Fantasy● Libro Dos ● Un año a pasado desde que Erika cruzó un viejo atrigeo hacia Anorith, donde descubrió que su padre es el Rey y encontró amigos que nunca pensó tener. La esencia de aquel vehnthura aun permanece dentro de su cuerpo y sigue sin poder co...