Salí del baño sintiéndome renovada. Después del entrenamiento mi cuerpo se cubría de sudor y me hacía sentir demasiado incomoda, pero después de un baño todo se arreglaba.
Me recosté en la cama, descansando un poco los músculos mientras esperaba pacientemente a que Jolin llegara, o a que comenzara aburrirme. El guardia se había ido apenas terminó el entrenamiento. Al parecer tenía un asunto importante que atender, por lo que regresé sola a mi habitación a prepararme para nuestra salida al pueblo. A diferencia de otros días, hoy no pude usar pantalón, Dabin me había ordenado usar vestido mientras los invitados estuvieran presentes, y eso era lo único que le concedería a mi progenitor. Por suerte no debía usar nada ostentoso ni llamativo. Cuando mi paciencia llegó al límite, abandoné mi habitación y fui en busca de Jolin.
Recorrí los corredores en calma, intentando no pensar en la cantidad de desconocidos que se movían por ahí. Eso no ayudaba para nada a mis nervios. Temprano Deuls había ido a mi habitación a dejarme mi dosis de medicamento junto a una dosis extra, todo por órdenes de Dabin. Era obvio que sufrir un ataque con tantos invitados no era algo bueno.
—¡Zhaarí!—la chica se volvió a verme y se detuvo a esperar que me acercase, aunque pude ver en su mirada que no estaba de humor—Lo siento, ¿pero sabes si Jolin ya volvió? Se hace tarde y dijo que iríamos al pueblo antes del almuerzo
—Es increíble que interrumpieras mi trabajo por tus citas con Jolin—soltó con enfado. La miré con fastidio y esperé respuesta de su parte, pero Zhaarí no dijo nada. La chica solo me dio la espalda y se alejó sin más
Fruncí el ceño con enfado y continué con mi camino hacia la habitación de Jolin. Con suerte estaría arreglándose. Toqué a su puerta tres veces antes de darme por vencida. Era obvio que él no estaba, seguramente aún no había terminado de encargarse de aquel asunto importante. Decidí regresar al jardín, lo esperaría ahí unos minutos antes de regresar a mi habitación.
Ahora que Jolin estaba en la misión de Azsael de ir a Firless, seguramente ya no tendría tiempo para gastar en mí. Él se marcharía por tiempo indefinido y no podría verlo. La sola idea me hacía sentir sola de nuevo. Desde el momento en que pisé Neurin, Jolin ha estado a mi lado haciéndome compañía, pensar en que se alejaría me resultaba extraño. Intenté no pensar en eso, al menos no ahora, aunque hablaría con él en el almuerzo, si es que se reunía conmigo para eso.
—Princesa Erika
Levanté la mirada del vibrante césped verde y encontré a un grupo pequeño de invitados de Dabin. Entre ellos se encontraba Garret. Lucía tan fresco con tan solo una camisa blanca y un pantalón marrón con botas a juego. Su cabellera rubia se revolvía con el suave viento de las montañas y lo hacía lucir tan guapo que era abrumador. Pero aun cuando me gustaría observarlo, iba acompañado. Con él iban dos chicas de finos vestidos y rostros hermosos, y un sujeto mucho mayor que ellos. La barba que cubría su rostro era tupida y se encontraba perfectamente arreglada, no lucía desalineado para nada, cosa que me hizo reconocerlo como uno de los invitados de Dabin. Lo había visto ayer durante la fiesta.
—Principe Garret, buen día—saludé con una sonrisa cuando se acercó a dejar un beso en mi mejilla, gesto que me dejó sorprendida al principio, pero pronto di por sentado. Eso debía ser algo muy común entre ellos—¿Disfrutando del jardín?—pregunté mirando a su grupo alejarse—Creo que tus amigos se van
Garret se giró a verlos y agitó su mano para restarle importancia.
—Estaba por dejarlos de todas formas. Comenzaban a aburrirme—admitió con desinterés—Por suerte te he encontrado a ti, así no regresó a mi habitación a aburrirme—el chico pasó una mano por su cabellera rubia y sonrió—¿Gustas acompañarme un rato en un paseo?
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Atrigeos II : Espectro
Fantasy● Libro Dos ● Un año a pasado desde que Erika cruzó un viejo atrigeo hacia Anorith, donde descubrió que su padre es el Rey y encontró amigos que nunca pensó tener. La esencia de aquel vehnthura aun permanece dentro de su cuerpo y sigue sin poder co...