Después de aquel mal trago que tuve con las locas ideas de Zhaarí, regresamos con los chicos. Jolin no tardó mucho en desaparecer con un par de chicas y Zhaarí encontró a un grupo de soldados con los que se llevaba y comenzó a platicar con ellos, por lo que Garret y yo continuamos disfrutando de la fiesta.
Bailamos un par de canciones más y disfrutamos de algunos bocadillos entre risas. No me preocupe de más salvo divertirme. Pero como en todo, llegó el momento en el que tuve que tomar un descanso.
—¡Vamos Erika! Una canción más—pidió Garret mientras tomaba mi mano y guiaba mis pasos al ritmo de la canción
—Como tú no traes tacones, verdad—el príncipe sonrió de oreja a oreja pero siguió moviéndonos—Tomemos un descanso, por favor—pedí agotada. Esa misma mañana había madrugado y entrenado, mi cuerpo quería descansar, no estar en una fiesta. Suficiente ya había estado en aquel sitio, Dabin no dijo nada de permanecer toda la noche ahí—Por favor Garret
El príncipe asintió y me guío fuera de la zona de baile hasta un lugar donde pudiera descansar mis pies. Amablemente fue por algo para beber, dejándome sola por un instante en el que aproveché a arreglar mi cabello y dar un poco de atención a mis pies adoloridos. Los tacones no eran tan altos, pero no estaba acostumbrada a usarlos con tanta regularidad, y ni decir nada sobre bailar con ellos. Cuando vi que Garret regresaba, me calcé de nuevo los zapatos y sonreí en agradecimiento por la bebida.
—Si gustas, puedo acompañarte a tu habitación. Tengo entendido que tuviste que madrugar nuevamente y me imagino que debes estar agotada—asentí dándole la razón—Tu padre está por irse, si quieres te llevó con él
—No gracias, preferiría regresar por mi parte—aunque eso significara caminar hasta la fortaleza, pero era preferible que estar con Dabin. Aún seguía molesta con él y prefería no verlo. Claramente no le expliqué eso a Garret, quien asintió y me ayudó a ponerme de pie de nuevo—No tienes por qué marcharte si no quieres, puedo regresar sola
—Por supuesto que no ¿Cómo podría dejar que te marcharas sola? Podrás ser princesa, pero los hombres bajo el efecto del alcohol pierden por completo los estribos
Por un instante lo miré e imaginé lo que habría sucedido si él hubiera estado a mi lado esa noche de invierno. Garret me habría acompañado hasta casa, tendría a Jell en su espalda completamente dormida mientras conversábamos cómodamente entre la nieve. Garret nos hubiera protegido y yo tendría aun a mi hermana conmigo. Pero Garret no existía en Marowak y jamás nos hubiéramos conocido en otras circunstancias.
—¿Erika, estas bien?—asentí lentamente y alejé aquellos recuerdos que nada bueno me traerían—Te acompañaré, además yo también estoy algo cansado, será mejor que duerma o continuaré bailado y bebiendo, y causaré un problema—admitió con una sonrisa. Le devolví el gesto y dejé que mi brazo se entrelazara al suyo antes de avanzar
Caminamos entre la multitud que se extendía por calles completas. Algunos comían cómodamente en los restaurantes que habían servido sus platillos más especiales, mientras otros bebían con calma y compartían chistes e historias interesantes. Durante el trayecto por las calles no conversamos mucho ya que ambos debíamos levantar la voz para darnos a oír entre el bullicio, y eso no era cómodo para ninguno de los dos. No fue sino hasta que estuvimos más cerca de la Fortaleza que pudimos hablar.
—Vaya, el cambio es asombroso—soltó aliviado consiguiendo que sonriera—Mis oídos parecían estar a punto de explotar
—Te entiendo
Ambos sonreímos mientras cruzábamos las puertas ante la mirada atenta de los guardias en turno. Solo eran dos, pero parecían estar bebiendo y divirtiéndose como si estuvieran en la fiesta. Pasamos de ellos y alcancé a ver el carruaje en el que había llegado a la fiesta con Dabin, fue así como supe que mi padre estaba devuelta.
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Atrigeos II : Espectro
Fantasy● Libro Dos ● Un año a pasado desde que Erika cruzó un viejo atrigeo hacia Anorith, donde descubrió que su padre es el Rey y encontró amigos que nunca pensó tener. La esencia de aquel vehnthura aun permanece dentro de su cuerpo y sigue sin poder co...