Custodios del Amor

Capitulo 20

Había descansado lo suficiente levantándose muy temprano por la mañana para desayunar, Hotaru ya estaba lista para la escuela, muy contenta de ver a su papá.

—Papi ¿me llevaras a la escuela? —preguntó mientras comía un poco de fruta.

—No puedo hija —sonrió a su pequeña— tengo que cuidar la casa, tu abuelita te llevara ¿sí?

—Ah, está bien —dijo haciendo un puchero— papi ¿hoy es tu día de descanso?

—Me quedare unos días en casa pequeña, con la señorita Serena ya que su casa está en reparación y no puede quedarse ahí

— ¿Serena? —Preguntó emocionada— ¿Serena esta aquí?

—Si lo está, pero está descansando tuvo un día muy difícil

—Buenos días —saludo abrazándose a si misma con la bata.

—Serena —sin dudarlo salió corriendo a su encuentro— papi me dijo que te quedaras unos días ¿es verdad?

—Hola princesa —le sonrió acariciando su cabello— sí, tu papi tiene razón ¿dejaras que me quede en tu casa?

—¡Si! —la abrazo sin mas— estaré feliz de poder verte todos los días ¿podremos jugar cuando llegue de la escuela?

Le sonrió sutil mirando a Seiya— Solo si tu papá te deja

—Después de que hagas tu tarea ¿de acuerdo? —murmuró al escuchar el timbre de la puerta acercándose a abrir.

—Ya escuchaste a tu papi. Vendrás de la escuela y terminaras tu tarea ¿de acuerdo? —Se agacho para besar su frente.

—Está bien y después jugaremos mucho ¿sí? —La abrazó muy feliz— que bueno que estas aquí Serena

—Claro que si princesa —se acercó abrazándola notando como Seiya entraba con una joven.

—Buenos días —Dijo Amy al entrar del brazo de su novio.

Volvió su mirada hacia su papa— Hola Amy, mira ella es mi amiga Serena

—"¿Amy?" —Miró a aquella joven que le ofrecía una sonrisa dulce, pero lo que no le agrado fue ver como se sujetaba sin la menor fuerza de Seiya— Mucho gusto —dijo Serena mirándola.

—Mucho gusto, me han hablado mucho de usted ansiaba conocerla —se acercó estrechando su mano.

—Es una pena que no pueda decir lo mismo, me refiero, casi no he escuchado de usted —Dijo tomando su mano observándola con atención, era linda y posiblemente mejor que ella.

—Imagino que Seiya no le hablo mucho de mí, tampoco lo hace mucho de usted. Quien me hablo de usted llena de emoción fue la pequeña Hotaru —le sonrió a la niña acariciando su cabello.

—Ah sí, supongo que Seiya no le habrá contado nada de mi —dijo mirando a su guardaespaldas— cuando estábamos juntos nunca hablaba de usted

—Lo imagino —sonrió aún más.

—Hotaru se hace tarde para la escuela, tu abuelita te está esperando

—Si papi —jaló a Serena de la bata para que se agachara y poder besar su mejilla— hasta más tarde

—Adiós princesa —dijo Serena sonriéndole a la pequeña que se alejó corriendo hacia su abuela.

—Nos vemos Hotaru, pórtate bien

—Adiós Amy —dijo la niña tan solo agitando su manita.

—Seiya ¿crees que pueda hablar con mi hermana?