Capitulo 31

923 73 9
                                    

Custodios del Amor

Capítulo 31

p.d. Contiene lemon

X-X

Sonrió al llegar aquel lugar no había cambiado mucho— Hemos llegado princesa, espero que te guste este lugar

Volteó observando el pequeño lugar que lucía acogedor y muy íntimo. Sonrió volviendo la mirada a su prometido— Se ve lindo ¿quién te hablo de él?

—Mi papá —bajó para ayudarla a bajar del auto.

Bajó cuidadosa del auto, se escuchaba una suave música proveniente de ese lugar— ¿Tu padre?

—Así es, solía traer muy seguido a mi madre a este lugar y alguna que otra ocasión yo los acompañe

— ¿En serio? —Sonrió tomando su mano después de que cerrara el auto— debe ser un recuerdo muy agradable ¿habías venido antes?

—Si, a mi mamá le gusta la traiga en su cumpleaños. No es un lugar muy lujoso, pero espero que te guste —presionó su mano colocándola sobre su brazo para entrar juntos al lugar.

—No importa el lugar Seiya, importa la compañía y estar contigo es todo lo que necesito —dijo sujetándose de su brazo. Sintiéndose feliz y orgullosa de estar en ese lugar que significaba tanto para él.

Al entrar pidió una mesa la cual se la dieron en la terraza la cual tenía una vista maravillosa.

—Seiya —murmuró maravillada de lo hermoso del lugar. Era acogedor, intimo, la suave música y la tenue iluminación le daban un toque muy romántico— este lugar es hermoso —se soltó de su mano para acercarse al barandal y observar la hermosa vista que tendrían esa noche— es perfecto mi amor

Sonrió acercándose— Me alegra que te guste mi amor te amo y quiero hacerte feliz

Volteó a verlo sintiendo una suave brisa que la hizo suspirar— Ya lo soy Seiya, por el simple hecho de saber que me amas del mismo modo en que yo te amo

—Te amo —la abrazó por la cintura— te amo, me hace muy feliz tenerte a mi lado

—Y así será siempre mi amor —sonrió rodeando con las manos su nuca— sea lo que sea que hayas platicado con Darien te puso muy romántico y me gusta

—Quizás platicamos muchas cosas, ya que brindamos por ustedes las mujeres más hermosas que pudimos conocer

Sonrió acariciando su cuello— Aunque yo no te parecía hermosa cuando me conociste, pero me alegra saber que soy uno de los motivos por los que brindes

—Yo no dije que no me parecieras hermosa, solo dije que eras una chiquilla —guiño un ojo acercándose más a ella para besar sus labios.

—Una chiquilla que ignorabas —murmuró rozando en esos movimientos sus labios— y que por chiquilla no merecía tu atención

—Pues había jurado y perjurado no fijarme en una chiquilla, iniciando porque mi mundo era totalmente diferente al tuyo o al de cualquiera de todas esas chiquillas que visitaban el antro

Sonrió mordiendo sutilmente su labio— Y rompiste tu juramento, te fijaste en una chiquilla ¿que no sé por qué me dices chiquilla si no soy tan chica para ti?

—Quizás pero no dejas de serlo mi chiquilla hermosa

Sonrió terminando con la tentación de probar sus labios. Se abrazó a él buscando sentir su sabor, su calidez, que le invadiera todo lo que era él para ella y así hacerla olvidar todo.

Besó sus labios con profundidad y todo el amor que sentía por ella. No había nada más importante para él que no fuera ella la mujer que había cautivado su corazón.

Custodios del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora