Capitulo 28

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Estaba demasiado impaciente en el auto solo vio algunas camionetas llegar y Darien dándoles instrucciones a todos aquellos policías, cuando lo vio acercarse bajo la ventanilla del auto.

— ¿A qué hora van a entrar? —preguntó impaciente.

—Quédate en el auto —sacando su pistola, recibiendo la señal que la casa estaba completamente rodeada— entraremos enseguida. No importa lo que escuches no salgas de aquí ¿entendido?

—Por favor Darien, rescata a mi hermana y a Seiya. Ah y dentro hay alguien que puede ayudarte, su nombre es Richard

—Confía en mí, pero no salgas del auto, bastante arriesgado es que estés aquí —sin dudarlo corrió hacia la puerta donde sus compañeros ya habían golpeado a los hombres que custodiaban la puerta para entrar.

Volvió a subir la ventanilla tan solo observando, no estaría tranquila hasta ver a su hermana y a su ahora prometido salir sanos y salvos de aquella casa.

Seiya escuchó ruidos en el jardín que lo hicieron levantarse observando por la ventana tratando de ver que sucedía.

Richard vio ahí su oportunidad. Seiya estaba bien en el almacén, pero la que corría peligro en medio de todo eso era la señorita Haruka. Se armó de valor y corrió hacia donde estaban casándose— Señor... la policía ha logrado entrar

— ¿Qué? ¿la policía? maldición —miro al juez— apresúrese deje de lado todo el sermón y haga lo que tenga que hacer —tomo a Haruka de la cintura acercándola.

—Señor ya no hay tiempo

—Tiene que firmar señor Stevens y la señorita Tsukino también —dijo el juez asustado.

—Bien —tomo la pluma para firmar.

Haruka respiro asustada, al ver que firmaba, buscando alguna forma de poder escapar de él.

Richard tenía que jugársela en ese momento en que la soltó para poder firmar y dejarla que hiciera lo mismo, la jaló para colocándola detrás de él— Entréguese

— ¿Qué demonios crees que estás haciendo inepto? —Frunció el ceño al ver que la protegía— hazte a un lado ahora mismo

—No señor. Será mejor que se entregue —se colocó protegiendo a Haruka.

—Apártate inútil —se acercó hacia él dispuesto a jalarla, dándole una fuerte patada en el abdomen— me traicionaste y ya sabes lo que ahora pasara con tu familia

Alcanzo a sujetarlo para hacer que cayera— No la toque

Pateo a Richard para sujetarla antes de que se moviera— Vaya ¿ahora quieres hacerte el héroe?

—Alan Stevens —grito Darien entrando a la fuerza a la casa apuntándolo inmediatamente— quedas detenido

—Darien... —murmuró esperanzada al verlo.

—Suéltala —dijo con coraje apuntándole con el arma.

— ¿O si no que? —Le tapo la boca para que no hablara sacando su pistola— será mi esposa y no podrás hacer nada para impedirlo, más te vale que firmes —amenazándola.

—Suéltala, la casa está rodeada, no podrás escapar —dijo aun apuntándole, miró a Haruka— tranquila, todo estará bien

— ¿Y tú crees que te tengo miedo? —Beso su cuello, a lo que ella hizo una mueca de asco— querida creo que nuestra boda tendrá que esperar un poco más —retrocedió con ella hacia la cocina.

—Haruka tranquila mi amor, yo sé que eres fuerte, tu hermana está a salvo —le dijo sin dejar de observarla.

— ¿Está a salvo? ¿dónde está? —comenzando a forcejear para liberarse.

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