Custodios del Amor

Capitulo 27

Capítulo 27

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Capítulo 27

Pese a sus insistencias porque fuera Alan quien llegara a la torre todo fue inútil, él estaba demasiado molesto aun a su parecer. Tras recibir los últimos consejos de parte de Seiya salió, busco con la mirada a su hermana, pero no la vio. Había caminado hacia la biblioteca, pero uno de aquellos hombres que la custodiaban le indico que tendría que subir hasta su habitación, algo que definitivamente no le agradaba, pero por su hermana y su salud iría. Al llegar toco a la puerta esperando que él la dejara pasar.

—Adelante —murmuró aun acostado sobre la cama semidesnudo, dejando de lado el periódico.

—Buenos días —dijo sonriendo sutil, sintiéndose incomoda, pero teniendo que ocultarlo— ¿puedo hablar un momento contigo?

— ¿Qué quieres? —Murmuró con molestia.

—Quisiera llamar a un médico para que revisen a Haruka

Hizo una mueca— No llamaras a nadie

—Pero es necesario, no es normal que este así, por favor —dijo dando un pequeño paso— no querrás que el día de la boda ande vomitando a medio mundo

—Qué asco —murmuró con molestia— no creí que con los años se hubiera hecho tan débil ya no es nada de lo que recordaba

—Ves por eso es necesario que un médico la revise —dijo mirándolo— no es normal en ella

— ¿Entonces dime que es normal en ella?

—Mmm nunca enfermarse, por eso es necesario que la vea un médico ¿no querrás que esté enferma para la boda? —Le sonrió sutil— ¿si puedo llamarlo?

Se puso de pie acercándose a ella— Solo necesito que firme, no me importa si está o no enferma, después de todo voy a eliminarla cuando consiga lo que quiero de ella

—Pero si está enferma entonces ni siquiera podrá firmar

—Claro que firmara, la obligare a hacerlo

—Alan, por favor deja que llame al médico después de todo es mi hermana

—No pienso perder el tiempo llamando a un médico —camino hacia la ventana— cuídala si quieres

—Alan —camino detrás de él— por favor, concédeme esta pequeña petición. Solo será un momento que el medico este aquí

Se giró hacia ella— ¿No crees que estas abusando demasiado?

— ¿Eso te parece? —preguntó temerosa de no poder conseguirlo.

—Sí, para ser una prisionera te estas tomando demasiadas atribuciones ¿no te parece? —Se acercó sujetando su rostro— aunque quizás pueda considerarlo

—Alan te lo pido por favor

— ¿Tanto la quieres? —Acaricio su rostro— ¿y que estas dispuesta a darme a cambio de cumplirte ese caprichito?

—Yo... —respiró profundamente— ¿qué es lo que quieres?

—Sabes bien lo que quiero —la atrajo hacia el acercándose a su oído lamiéndolo.

— ¿Quieres eso ahora?

— ¿Y por qué no? —la sujetó con fuerza hacia él bajando los tirantes del vestido— después de todo has venido a mi habitación

—Porque tú querías verme aquí —dijo colocando las manos en sus hombros.

—Tu querías hablar conmigo —dejo caer el vestido separándose un poco para observarla— sin duda eres exquisita