Capitulo 23

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Había estado muy preocupado por su novia, por lo que no dudo en ir a su casa en cuando ella lo llamo. Respiró profundo notando que había más hombres cuidando la casa cuando antes solo habían estado los guardaespaldas de cada una de las hermanas y adicional había dos perros en el jardín.

—Buen día joven Andrew —dijo Luna al abrirle la puerta— pase, la señorita lo espera en la biblioteca

—Muchas gracias —miro de nuevo al jardín no viendo al que se suponía cuidaba de su novia para dirigirse a la biblioteca tocando con suavidad.

Respiró profundamente. Se sentía nerviosa, pero eso es lo mejor que podría hacer por ambos— Adelante...

Abrió la puerta sonriendo al verla— Hola mi amor ¿cómo estás? —Sin dudarlo se acercó saludándola con un beso en los labios.

—Hola Andrew —murmuró sonriéndole sutil— ¿no te interrumpí?

—Mi amor sabes que tu jamás me interrumpes ¿estás bien? me quede preocupado ayer

—Sí, estoy bien —tomo su mano llevándolo hacia la pequeña salita— Andrew, tenemos que hablar

—Claro amor dime ¿qué ocurre? —Presiono su mano con suavidad sonriéndole.

Tomó asiento acomodándose frente a él— Primero que nada, quiero que sepas que me importas mucho, que te quiero y que por lo mismo es que hago esto

—Yo te amo Serena y quiero hacerte feliz

—Lo sé Andrew, pero creo que necesito tiempo

— ¿Tiempo? pero ¿por qué? ¿qué sucede?

Bajó la mirada— No estoy segura de querer casarme —dijo con tristeza— ni siquiera de tener un prometido

— ¿Por qué? ocurrió algo con tu guardaespaldas ¿no es así?

— ¿Qué? —Murmuró asustada— ¿cómo...?

Desvió su mirada con tristeza— Entonces es verdad

—Andrew... —murmuró sintiendo un nudo en el estómago— yo... lo siento...

Soltó su mano poniéndose de pie— ¿Y dónde está?

—Se fue —murmuró con tristeza— mi hermana lo corrió

— ¿Por qué? si dio todo por salvarte, pudieron haberlo matado

Bajo la mirada avergonzada— Porque le falle a Haruka y te falle a ti —murmuró conteniendo las ganas de llorar— y porque yo para él no significo nada

— ¿No significas nada? —Comenzó a reír— por favor Serena no digas esas tonterías. Nadie arriesga así la vida por alguien que no significa nada

Subió la mirada sorprendida de escucharlo reírse ¿acaso se burlaba de ella? — Era su trabajo, protegerme solo eso, tú lo decías, era como... mi niñero—murmuró con tristeza.

—Serena, ese hombre está enamorado. Lo que hizo no fue por obligación, nadie haría lo que él y tampoco te gritaría de esa forma por poner tu vida en riesgo y por ser tan imprudente. Yo no sabía que ocurría de lo contrario habría enviado por ti para esconderte y que nada te pasara

—Seiya no me quiere, no está enamorado de mi ¿quién se podría enamorar de una tonta chiquilla caprichosa como yo? —Se cubrió el rostro derramando unas lágrimas— lo siento Andrew, lamento haberte traicionado

—Yo me enamore de ti Serena —se acercó abrazándola— y él estoy seguro que también, sus celos son evidentes

—Pues que bien lo sabe ocultar —dijo dejándose abrazar por él.

Custodios del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora