Capitulo 46

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p.d. incluye lemon

Había sido inevitable no presentarse en la iglesia y verlo casarse con otra mujer. Lucia tan apuesto y sobre todo feliz, ya no había nada que ella pudiera hacer lo había perdido para siempre. Limpiando algunas lágrimas se alejó sin hacer el menor ruido, caminando por el parque— Ahora serás muy feliz Seiya

—¡Kakyu! —grito casi corriendo tras de ella.

Se detuvo al escuchar la voz de su amiga— Molly...

—Te vi en la iglesia —dijo agitada.

—Si... yo...

—Vamos te acompañare por un café —se acercó a ella rodeando sus hombros.

Asintió sin decir nada dejándose guiar por su amiga.

La guió hacia fuera del parque rumbo a una cafetería lejos de la iglesia— No te ofendas, pero ¿que fuiste a hacer a la iglesia?

—Tenía la esperanza de que al final no se casara —murmuró sin levantar la mirada.

La miró por un segundo suspirando— ¿Por qué pensaste eso?

—No lo sé, aun guardaba esperanza que me siguiera queriendo

—Ay Kakyu —al llegar a la cafetería la ayudo a sentarse— debes olvidarte de él

—Es que aún lo amo Molly y saber que lo perdí, que ya no tendré la oportunidad siquiera para luchar me duele —tomando asiento.

—¿Crees que sería más feliz a tu lado? —tomo asiento frente a ella encargando dos cafés.

Mantuvo la mirada abajo— Él me amaba con todo su ser. Eso solía decirme, pero ahora se lo dice a ella, quizás no debí volver jamás a su vida

—Kakyu, la vida te dio una nueva oportunidad. No te aferres a un recuerdo, déjalo ser feliz y tú también busca ser feliz —dijo tomando su mano— no te amargues por lo que pudo ser

—Lo amo Molly, no puedo luchar contra esto que siento. Lo amo y sé que ahora es muy feliz, quizás mucho más de lo que pudo ser conmigo y aunque me alegro por ellos, me duele

—Lo sé Kakyu, pero es mejor continuar con tu vida, busca ser feliz tú también, tú lo viste, está feliz

Desvió su mirada— Fui una tonta ahora lo sé y sé que jamás podre amar a otro hombre como lo ame a él

—Sinceramente no sé qué decirte Kakyu, no encuentro las palabras para consolarte —dijo con tristeza tomando su mano.

Dejo escapar algunas lágrimas— No digas nada Molly con el hecho que estés aquí para mi es suficiente muchas gracias

Oprimió su mano con suavidad— ¿Qué te parece si vamos al cine? hace mucho que no voy

Seco sus lágrimas asintiendo— ¿Segura que quieres ir al cine? por qué si quieres puedes volver a la celebración... yo... estaré bien

—Sé que Serena lo entenderá —dijo sonriéndole— anda anímate, iremos al cine y luego a cenar

—Está bien, gracias Molly por todo lo que has hecho por mi

—No tienes nada que agradecer, somos amigas ¿no?

Sin dudarlo la abrazó— Gracias

—Tranquila, todo pasa —dijo consolándola sintiéndose terrible por su nueva amiga.

Ya no dijo más, tan solo dejo que en ese momento las lágrimas fluyeran como no había llorado en años. Algo que en ese momento necesitaba hacer, para tomar fuerzas y poder seguir con su nueva vida.

Custodios del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora