Undersoul

Prólogo: Reset

Era un largo pasillo, la abundante luz entraba por las vidrieras, las sombras de las columnas simétricamente colocadas estampan de líneas el suelo. El ambiente anaranjado del pasillo entraba hasta el alma... Pero ya no era nada nuevo.

Frisk sabía lo que venía después: la charla aburrida de un esqueleto resentido que ha perdido a su hermano y sus amigos, y luego, una batalla en la que Frisk ya era profesional. Era simple, esquivaba todo lo que tenía Sans y después, lo mataba de un solo cuchillazo. Ya estaba harta de hacerlo, era todo lo que había hecho hasta ahora... Sin embargo, por algún motivo que Frisk desconocía, seguía haciéndolo una y otra vez.

Esta vez era diferente.

Si, Sans estaba esperando en el final del largo pasillo, pero esta vez no iba a luchar.

-Niño, ¿te crees que soy idiota? -soltó

-... -Frisk no sabía ni que responder en ese momento.

-Si, esperas la típica charla, contándote yo como no tienes corazón por haber matado a mi hermano, no obstante, se que estás cansada de oírla -de nuevo, silencio- y, de igual manera, yo me he cansado de contártela. Escúchame bien, no has hecho ni un solo cambio desde que caíste, solo asesinar a todo el que encontrabas. ¿No crees que es suficiente? ¿No tienes curiosidad por saber que pasa si no asesinas a nadie?.

Frisk se quedó inmóvil, sin palabras. Lo último que esperaba es que Sans fuera a cambiar la historia, que fuese consciente de los reinicios hechos.

-Mira chaval, se acabó, pensé que si repetía una y otra vez lo mismo salvarías al menos algún monstruo, solo eso me serviría para ver que aún tienes alma. Sin embargo... Siendo una genocida en todo momento... -mira fijamente a Frisk- Eres más psicópata de lo que creía... Chara.

Solo bastó ese nombre para hacer que Frisk se lanzara sin pensar hacia el esqueleto. Sans la esquiva con mucha facilidad. Frisk estaba llena de rabia.

-¿Qué sabrás tú, esqueleto asqueroso? -contesta por fin- tan solo eres un personaje más, alguien sin importancia que sabe que va a morir como jefe final del juego, alguien que solo ve como rebano la cabeza de su hermano, una y otra vez.

-Y tú -responde Sans- eres una simple psicópata que se aprovecha de la debilidad de un chaval que cae al subsuelo, y te vales de ello para asesinar a todos. ¿Es eso valentía? ¿Por qué no los mataste antes de comerte aquel ranúnculo? ¿Antes de morir? ¡Cobarde!

De nuevo, Frisk consumida por la ira de Chara se lanza a por Sans, pero este la esquiva y clava un hueso en su costado, acercándose al oído de Frisk

-Hey chaval -susurró- se que estás ahí, en algún sitio. Solo escúchame, no dejes que esta loca te domine, lucha contra ella, reinicia y salva a todos, estás a tiempo de hacerlo.

Pero todo se cubre de dolor. Frisk clavó su cuchillo en el pecho de Sans, pero esta vez lo apuñaló una y otra vez. Todos los botes de ketchup que llevaba quedaron destrozados, y Sans murió allí mismo. Ya estaba hecho, solo quedaban Asgore y Flowey... Pero algo pasaba, sus piernas no respondían.

De repente, algo estalla dentro de Frisk, una batalla psicológica por escapar del control de Chara.

-¿Que pretendes cría? -pregunta irónica Chara- jamás podrás escapar, tienes tus manos manchadas de sangre ¡y lo sabes!

-No te tengo miedo -replicó Frisk- mis manos están limpias, son las tuyas las que se ensuciaron. No voy a tolerar que sufra ni un solo alma más, debo resistir y ser fuerte.

-Ja, ¿acaso crees...?

-¡Cállate! -cortó Frisk, y entonces abrió su menú para reiniciar.

-¡No te atrevas a hablarme así! -responde Chara, y se lanzó contra Frisk.

El cuchillo rozó la mejilla de Frisk, pero Chara perdió su estabilidad, cayendo de bruces contra el menú de Frisk...

Frisk se lanzó a pulsar reset, pero Chara se levantó sin mirar donde se apoyaba para detenerla, y de repente...

Todo negro

Abre los ojos, todo lo que ve es una habitación de niña, con peluches, juguetes... Pero le era familiar.

Un olor a canela entraba por debajo de la puerta, y unos pasos se acercaban a ella, y al abrirse, Asriel Dreemur apareció tras ella.

-Vamos Chara, es hora de desayunar -dijo con voz cantarina, mientras de iba saltando a la cocina de nuevo.

Todo lo que había en el alma de Chara era miedo... Había reiniciado ella... Había reiniciado su vida entera.

Lo último que quería, era hacer RESET.