Capítulo 29: Times New Roman

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La batalla que se desarrollo entre Frisk y Chara fue muy vistosa, Chara atacaba con todos los colores que tenía, cuchillos y Gaster Blasters. Entonces Frisk lo entendió: Chara había absorbido, aparte del alma del doctor, las 7 almas sintéticas que había creado Gaster.

Los golpes volaban, pero Frisk no pretendía matar a Chara, sino debilitarla y poder recuperar al doctor.

Uno de los cuchillos voló hacia Mettaton, y se escuchó un grito con la voz de Lewis a lo lejos. El colgante de corazón verde empezó a brillar en el bolsillo de Frisk, y un escudo rodeó a Mettaton y lo protegió del cuchillo amarillo que volaba hacia él. Chara estaba atónita.

-¿De que te sorprendes Chara? -dijo Frisk entre risas- Este es el poder que nunca tendrás. Podrás haber absorbido las almas, pero las controlas tu sola. Yo tengo siempre a mis amigos conmigo.

-Así que lo sabes -respondió Chara- Lo de las almas...

Frisk empezó a atacar con las lanzas que le proporcionaba el poder de Lewis... Pero no solo eso. Si, sentía como todos sus amigos, Sally, Simon, Lucy, Fred, Jane... Estaban con ella. Todos los colgantes brillaron a la vez. La lucha se equilibró. Ambas atacaron con la misma fuerza, los mismos ataques... No, no eran los mismos: Chara tenia dos poderes que a Frisk le faltaban...

Frisk se lanzó hacia Chara cuando una esfera negra se interpuso entre ellas. Frenó en seco

-¿Que te pasa? -Chara se reía- ¿Ahora te acobardas? ... Ah, ya entiendo. Es el odio.

Chara reía a carcajadas.

-A diferencia de las demás almas -continuó- El odio es un alma corrupta. No la puedo controlar, o al menos aun no. De hecho, ni siquiera veo lo que te ha detenido, pero me encanta que este odio me proteja.

Chara empezó a atacar con todo lo que tenía. Frisk hizo lo mismo. Todos los ataques colisionaron a la vez en el aire, parecía que la fuerza estaba igualada... Pero Chara aun era mas poderosa, algo con lo que Frisk no contaba... Un enorme Gaster Blaster se alzó tras el humo, preparado para disparar. Chara habló con una sonrisa llena de locura en su cara.

-Sayonara, Frisk.

La energía del Blaster se liberó. Frisk no tenía nada que hacer. Un escudo de Amabilidad no sería suficiente para detenerlo, además, el colgante verde ya no tenía poder para generar un escudo rápido. Mettaton aun estaba encerrado y protegido... No había más opciones, era el final.

Un fuerte estruendo sonó, seguido de un brillo blanco. Frisk pensó que era el cielo, su muerte... Nada mas lejos de la realidad.

-Chara, es suficiente. No eres la única con esos blasters.

Una figura alta y delgada estaba frente a Frisk, protegiéndola, con un Gaster Blaster igual de grande que el de Chara. La había protegido.

-Tú, bastardo... -dijo Chara.

-¿Llamas bastardo a quien te salvó de tu caída y te llevo ante la familia Dreemurr?

-Creí que habías muerto.

-No, eso nunca. -respondió el hombre entre risas.

El humo se disipó un poco. Frisk ya lo había reconocido por su voz, era el barquero, pero... Al verlo, le recordó a Gaster, era muy parecido a él. ¿Quien sería?

-Rindete, Chara. Sabes que esto no lleva a ninguna parte.

-Eso...

-¡Wingdings! -interrumpió el hombre- ¡Se que me escuchas! ¡¿Vas a dejar que esta niña te domine?! ¡¿Donde esta tu ambición y avaricia ahora?!

-¡Es inútil Roman! El ya no puede escucharte -cortó Chara.

¿Roman? Claro, ese era el nombre que servía de contraseña para el ascensor...

Chara empezó a reír, pero de repente vomitó sangre. Cayó al suelo, y una voz habló por ella.

-Jamas dejare que nadie me domine, hermano.

Chara parecía luchar contra algo... Como cuando luchó contra Frisk en la primera linea temporal. Algo pasaba dentro de ella, algo entre Chara y Gaster. Poco a poco, Chara se volvía más humana, y un rayo negro apareció desde su cuerpo, lanzándose hacia el cielo.

-Como... Es posible... -gemía Chara.

-Nunca me dominaste... -la figura de Gaster empezó a desprenderse del cuerpo de la niña.

-Un alma de odio... Absorbe a un monstruo... Siempre que se acerque...

-No exactamente... Absorbe un alma de monstruo puro, no de uno lleno de odio... Me controlaste, pero no me dominaste.

Gaster estaba lleno de lineas negras, que parecían sangre corriendo por su cuerpo, pero no podía ser eso, los monstruos no sangran.

Todos los colgantes volvieron a brillar, y absorbieron las almas que había robado Chara. Ahora estaban dentro. También atrajeron al rayo negro que salia ahora de Chara, y lo neutralizaron todos juntos.

-Ese, es el poder de un alma pura. -añadió Gaster, acercándose a Frisk.

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