*:・゚🌻◞♡࿐

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Mientras Taeyong había estado dando vueltas –más bien, dando volteretas– en la cama, haciéndose bolita y gritando interiormente por la situación tan irreal que había compartido con Jaehyun, el mismo empezó a hacer la cena para ambos. Sabía que dentro de unas horas Taeyong ya sería más consciente de sus actos, y actuaría más razonablemente.

Lo que no esperó, porque se lo ordenó, fue encontrándose en el marco de la puerta, mirándole con una sonrisa de chico que iba a cometer una travesura.

—Hyung, te he dicho que te quedes en la cama hasta que haga la cena —le avisó, removiendo los ingredientes que había echado en la sartén.

—Lo sé, lo recuerdo —apoyó su mejilla contra la madera del marco, cerrando los ojos durante unos segundos—, pero estaba pensando en que... podía vengarme.

Parecía como si estuviera hablando para él mismo.

—Ya te vengarás después, que ya casi tengo la cena —lo ignoró, sonriendo al observar cómo hacía una mueca de molestia.

—No, quiero vengarme ahora.

—Taeyong, hazme caso —apagó el fuego y tapó las dos sartenes para acercarlas a la pared de la cocina, en los otros fogones, porque al ver que Taeyong se acercaba temía que fueran a hacer un estropicio—, ¿me dejas cocinar al menos?

—Que no.

Taeyong se quedó plasmado delante de él, sin ser capaz de mantener muy bien el equilibrio. Jaehyun alzó sus cejas, cruzándose de brazos, a la espera que el mayor realizara su misteriosa "venganza".

El más bajo puchereó y expresó una especie de gruñido, fastidiado. Parecía estar luchando contra él mismo en si hacer algo o no. Notó que ya empezaba a tener esa timidez e inseguridad que tanto definían al mayor.

—¿A qué esperas?

Abrió la boca para responderle, en vez de eso, sus mejillas se colorearon. Jaehyun sonrió, mirándole con adoración. ¿Qué le ocurría al mayor?

Ambos se quedaron mirándose, Jaehyun con una sonrisa divertida y Taeyong pareciendo que estuviera planteándose si reaccionar o no. Este sacó algo en claro cuando finalmente dio dos pasos hacia él, temblorosos y torpes, y posaba sus manos a cada lado de su cuerpo, como si lo quisiera acorralar.

Ni se inmutó, observó atentamente el rostro de un consternado Taeyong, que buscaba desesperado un cambio de expresión en el más alto. Notó su sufrimiento al no lograr ningún efecto en él, y luchó por no esbozar ninguna sonrisa, aunque deseaba hacerlo de lo adorable que era.

—Eres adorable —pensó en voz alta, sin poder resistir a la tentación de tocar su cintura.

El mayor rápidamente negó con la cabeza, más rojo aún. Tomó sus manos y las apartó, mordiendo su labio inferior frustrado.

—No me toques, eso es trampa, ¡por qué no te afecta! —vociferó quejumbroso, moviéndose de un lado a otro. Jaehyun lo sujetó de la cintura, creando un agradable murmullo al mayor, reaccionando a su toque—. ¿Por qué tú conoces mis debilidades y yo las tuyas no?

—Entonces... encuéntramelas.

Los ojos de Taeyong empezaron a perfilar el rostro del mayor, posándose en esos hoyuelos que en ese momento estaban marcados, ya que el dueño no dejaba de sonreír. Por un momento, detectó que se olvidó de su misión; sus torpes dedos tocaron dulcemente las hendiduras, enterneciendo al más pequeño. Incluso, llegó a expresar una pequeña risita, provocando que terminara por besuquear esos rasgos que tan bien le quedaban.

—Dame una pista —murmulló contra su mejilla, completamente ensimismado con sus hoyuelos.

A Jaehyun le costaba pensar en ese mismo momento. Sus manos se movían por sí solas por la curvatura de sus costados, y logró recuperar el sentido del habla al encontrarse con los ojos ajenos mirándole directamente.

Blau ❜ ┊ jaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora