⁽🐻⁾﹒ׂׂૢ་༘࿐ೢִֶָ

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—¿Y cómo es? —preguntaba intentando mostrarse indiferente, mordiendo sus uñas con clara curiosidad.

Jaehyun buscó el contacto de un nuevo amigo que hizo, el cual le contó al pelinegro que conoció por Twitter hablando de lo horrible que lo estaba pasando con una de las asignaturas que cursaba ese semestre. De la nada, apareció un usuario que tenía de nombre un emoji de un conejo respondiéndole con un meme, y de ahí empezaron a hablar.

Taeyong no notó que Jaehyun intentó no reír al notar el gran interés que puso para ver la foto, inclinándose hacia él para verlo detalladamente.

—No está mal... —murmuró, puchereando al momento que volvió a su posición que había estado manteniendo durante todo el rato—, a él le queda mejor el pelo negro.

—Bueno, tú sabrás más que yo —respondió a lo primero, bloqueando su teléfono—. ¿Lo ves atractivo?

Jaehyun podía confirmar que Taeyong estaba celoso por la mirada escudriñadora que le lanzó. Su nariz, incluso, se arrugó levemente.

—Bueno, sí, no sé —se encogió de hombros, restándole importancia—. ¿Y tú?

—Es lindo.

Taeyong se removió en su asiento, notando unas pequeñas punzadas en su estómago.

—¿Qué vais a hacer? —le preguntó intentando parecer casual, mirando sus uñas interesadamente.

—Iremos a tomar algo —adoraba ver las reacciones del mayor. Ahora hacía rozar sus dedos entre ellos, quitándose suciedad invisible bajo sus uñas.

—Ah —pronunció simplemente, mordisqueándose sus labios. Quería sonsacarle más información, pero a la vez se sentía un entrometido y no quería molestarlo—, está bien.

—Me preguntó sobre ti cuando vio mi foto de perfil.

El mayor se tensó. ¿Eso qué significaba? ¿Que estaba interesado con él o con Jaehyun?

—¿E-el qué? —tartamudeó, tímidamente.

—Si eras mi pareja —su voz sonaba despreocupada, y no detectaba que lo estaba haciendo a propósito.

Eso lo preocupó y a la vez lo hizo sonrojarse. Apartó la mirada y pegó sus piernas a su pecho, observando sus rodillas.

—¿Por qué? —se aventuró a cuestionar, temiendo escuchar algo que le hiciera saber que Doyoung tenía interés con su menor.

—Dijo que me veía lindo —ahora se negó a mirarlo de reojo. Tensaba y destensaba los dedos de sus pies, intentando no verse celoso. Sabía que no tenía derecho porque ellos no eran nada. Todos esos pequeños besos y pequeños toques de afecto que fueron cayendo desde que Taeyong ya no se desmayaba al mirarlo no eran suficientes como para que el pelinegro sintiera que tenía derecho a sentir que todos esos actos de amor los merecía él. Le gustaba que Jaehyun fuera cariñoso con los demás, pero temía que todo el cariño especial que le dedicaba a él pudiera dárselo a otra persona. Estuvo tan ensimismado en esa lucha interna que no detectó el momento que Jaehyun se acercó a su oído para terminar esa frase que Taeyong dio por hecha—: contigo.

—¿Qué? —giró su rostro, confundido.

Sabía que aún estaba sonrojado. Que su entrecejo y sus labios fruncidos adorablemente denotaban que estaba un poquito molesto. Que sus palabras buscaban algo que le asegurara que Jaehyun realmente le gustaba él. El menor era astuto, no se perdió ninguno de esos detalles, cosa que hizo que lo encontrara con una sonrisa picarona en sus labios, que lo confundió aún más.

—¿Q-qué? —repitió, relamiéndose los labios que los sentía secos—, ¿conmigo qué?

—Me pareces tan dulce cuando te pones celoso y no quieres.

—No te-te he preguntado esto, Jaehyun —quiso sonar duro, su cuerpo, pero, reaccionaba cual niño indefenso y tímido. Para encararlo, bajó sus pies al suelo nuevamente y se cruzó de brazos—. Contéstame.

Mala idea haber abandonado su escudo. Dicha acción fue aprovechada por el menor, el cual apresó su cuerpo entre sus piernas al sentarse encima de su regazo, a horcajadas.

—Dijo que me veía lindo contigo —rio cálidamente, enredando sus dedos en los cabellos del ahora avergonzado Taeyong por haber supuesto algo que no era.

—Eres muy malo —abochornado, suspiró levemente, disfrutando de sus toques.

Sus narices rozaban dulcemente, por deseo del castaño.

—Y le respondí que yo también lo pensaba —eso fue el detonante que despertó su parte panicked.

Empezó a balbucear cosas sin sentido en un intento de responderle, pero rápidamente fue detenido por los suaves labios adversos, tan dulces, tan cariñosos, que lo dejaban tan calmado que todo su alrededor desaparecía.

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Blau ❜ ┊ jaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora