[ Jaehyun pov ]
Los pasos de Jaehyun se sentían torpes, imprecisos, poniendo más nervioso al dueño que creyó haber olvidado de golpe cómo demonios se andaba. Ese día, decidió subir en ascensor; tan solo ver las escaleras se sintió mareado y el pensamiento se le hizo bola dentro de su mente. Además, quería llegar cuanto antes en el piso. Para ver a Taeyong.
Sus manos empezaron a temblar y sus piernas flaquear en el momento que buscaron las llaves en sus bolsillos, impaciente. Tenía que tranquilizarse o se desmayaría antes de cruzar la puerta que estaba a un centímetro de derribar de una patada. La suerte no lo acompañó porque tardó tres intentos para encajar la llave y girarla, abriendo al fin la puerta de su hogar. Más bien, la puerta que lo conducía a su verdadero hogar.
¿Lo habría visto? ¿Habría huido? ¿Estaba demasiado avergonzado como para verlo? ¿Había vuelto a encerrarse en su habitación como la última vez? Todas esas preguntas se cruzaban en su momento al no recibir el saludo, a veces tímido y a veces risueño, del pelinegro. No escuchaba el sonido del aceite quemando carne, ni tampoco el de la lavadora, intentó agudizar su oído. pero no parecía que estuviera ni tecleando en el ordenador ni jugando con su Switch.
—¿Taeyong?
Miles de escenarios se arremolinaban a una velocidad vertiginosa dentro de su mente, todos de los cuales, el mayor terminaba pronunciando, tímidamente, un "sí" que llenaba a Jaehyun de felicidad, viajando por todas sus arterias para ocupar cada espacio de sus células. Y deseaba sentirlo.
Completamente expectativo, con el corazón en su garganta, fue directo a la puerta de la habitación del mayor, creyendo que el chico no encontraba la valentía para hacerle saber que estaba ahí. Bajó la manilla, con su respiración cortándose, y creyó que su corazón se había detenido en el momento que abrió la puerta.
Se encontró a Taeyong tirado en la cama, durmiendo, con las luces apagadas y la persiana entreabierta dejando pasar pequeños rayos de sol por las rendijas. Rápidamente su mirada se dirigió a su escritorio.
Un oleaje de decepción y pena lo envolvió al encontrarse el sobre impecable, en la misma posición que lo había dejado esa misma mañana.
No lo había leído.
Suspiró, preguntándose si se había quedado dormido, porque en unas dos horas tenía que estar preparado para irse, y aún no había comido. Antes de acercarse a la cama, se aproximó a la mesa para tomar ese sobre azulado, del mismo color que la sudadera favorita de su hyung, y la guardó dentro de su mochila.
Su mano acarició sus cabellos en el momento que se sentó en el borde de la cama. Detectó que su respiración era algo farragosa, además que tenía sudor adornando su frente. Se inclinó un poco más, pudiendo comprobar que estaba algo pálido y tenía grandes ojeras bajo sus ojos. Por no añadir que, cuando tocó la frente del mayor, estaba ardiendo.
—Ay, cielo —apartó su flequillo para poder alcanzar su piel en un dulce beso, asegurándose después que estaba bien cubierto con las mantas.
Se dirigió hasta la cocina, sacando un paracetamol y llenando un vaso de agua. Sus pies volvieron a conducirle hasta la oscura habitación y dejó ambas cosas encima de la mesita de noche. Antes de irse, volvió a inclinarse para llenar su cara de besos, aprovechando para robarle algún que otro beso que siempre caía cuando Jaehyun se despedía del chico que, por timidez, no se atrevía a hacerlo.
Una buena sopa para comer seguro que lo haría sentir un poco mejor, además que conocía sus gustos y la sopa era una de sus comidas favoritas. Miró el reloj de su móvil, eran las dos y poco. Tardaría un rato para hacerla, así dejaría un ratito más a su mayor para que descansara. Los minutos pasaban, se escuchaba el agua hervir, al menor canturreando Regular de WayV después de que Taeyong lo enganchara a ese grupo, y no fue hasta media hora más tarde, que toda la cocina estaba llena de un agradable olor del caldo que había hecho.
Como que quiso tomárselo con calma, preparando la mesa y limpiando los platos del desayuno que se tomó al despertar, ya había pasado un poco más de una hora desde que había llegado al piso. Cubrió la olla para que no perdiera el calor, y suspiró con satisfacción. Aún no quería despertarlo, así que tomó su mochila y fue a su habitación para preparar sus apuntes y su ordenador portátil para hacer trabajos esa tarde. Volvió a encontrarse con el sobre, y se mordisqueó el labio inferior mientras lo miraba, pensativo.
Olvidó su cometido y fue a sentarse en la cama, justo en el medio, de piernas cruzadas como estaba acostumbrado. Ya se había releído mil veces esa carta que le escribió hacía un par de días, en una tarde que el chico estaba en clases. Tuvo que trasnochar porque creyó que en una hora ya lo tendría listo y tenía un trabajo por hacer, pero esa hora terminó en Jaehyun intentando buscar las palabras perfectas y llenando tres folios de confesiones, palabras llenas de cariño, afecto, y, amor en todo lo que duró las horas que el sol se encontraba iluminando la ciudad. Y en el momento que escribió "¿quieres ser mi novio?" al final de la última hoja, Taeyong había llegado al piso y no supo cómo pudo esconderlo todo sin arrugar nada, aunque Taeyong pensó que lo había pillado haciendo algo indebido porque pocas veces se encontraba al menor tan sonrojado.
"No sé cómo debería empezar esto, pero... prometo esforzarme para que esto pueda llegar a instaurarse dentro de tu corazón", así había empezado la carta, y rápidamente el menor rio avergonzado, cubriendo su rostro con las hojas. Realmente había sido muy cariñoso y meloso en esa carta, y esperaba que Taeyong no sintiera que había sido demasiado gay.
¿Qué demonios? Claro que era una confesión gay, también le gustaban los chicos.
Intentó releerla rápido, asegurándose que no se le había escapado ninguna falta de sintaxis o ortográfica por los nervios que le había atacado ese día. Todo parecía correcto, en su sitio, riéndose de vez en cuando de los tachones que estropeaban la estética de la carta.
Se quedó pensativo mientras giraba la última hoja para leer la parte final. ¿Debería esperar hasta cuando se recuperara y volver a dejar el sobre encima de su escritorio mientras durmiera? ¿O hacerlo la mañana siguiente? Pero, estaba muy impaciente, quería que lo leyera ya. ¿Y si dejaba que lo leyera mientras estaba en casa? No, seguro que a Taeyong le daría un ataque y no se atrevería a salir de su habitación en diez añ...
Sus ojos se entornaron.
Había algo escrito en la carta que antes no había estado.
¿Quizás se había olvidado de que lo había escrito?
"Sí", se veía justo al final de la carta. Definitivamente esa no era su letra. Era la de...
Todas las piezas del puzzle se organizaron dentro de su mente, bloqueándolo. Como si no fuera suficiente, mientras Jaehyun tenía en cara una expresión de aturdimiento y se veía como un completo lerdo que había terminado de pillar una ecuación de matemáticas, la puerta de su habitación se abrió.
La mirada de los dos conectó, llenando la estancia de una electricidad que causó que ambas pieles se erizaran.
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٩(ˊ〇ˋ*)و
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Blau ❜ ┊ jaeyong
Fanfiction「 Cuando dos mundos diferentes pero dos corazones semblantes, chocan uniendo a TaeYong y JaeHyun en el mismo piso compartido. 」 ㅤㅤ› 🐋 · au ! fluff and smut ㅤㅤ› 🐋 · Capítulos de extensión variable ㅤㅤ› 🐋 · 31.3 K palabras ㅤㅤ› 🐋 · Escrito en: 2019