Capítulo 1
Abrió los ojos de golpe. Era hora, hoy su destino se decidiría: escaparía o moriría en el intento. Se levantó lentamente del frío colchón, donde ocurrieron sus más grandes pesadillas, buscó lentamente en el armario sus zapatillas y se las colocó, y no dudó ni un segundo en empezar a correr. Buscaba las llaves del auto desesperada, el tiempo se agotaba y la esperanza de poder escapar también. Finalmente en un último intento antes de rendirse las halló y abrió la ventana, era tan grande que dos personas podían caber. Saco su cabeza y cuando estaba por sacar su cuerpo, él apareció, su hija de tan sólo 6 años también lo hizo y detrás de él, ella sacó rápidamente su cuerpo y salió, el hombre desesperado empuño el arma y corrió tras ella.
Melissa logró abrir la puerta del auto, pero como última obra del hombre le disparó en la pierna, el cuerpo de ella se paralizó en el impacto, logró meterse en el auto, una lagrima de dolor se deslizó por su mejilla. Buscó el arma en la guantera, y devolvió el disparo que fue a parar en la niña, en la pobre e inocente niña que no tenía nada que ver con ésto, pero las cartas ya estaban tiradas, el hombre observó como la bala traspasaba el pecho de su hija y gritó rojo de la furia
—Me vengaré, lo juro, mi venganza no podrá dejarte respirar, estúpida —dijo entre dientes-.
Para luego lanzarse al pálido cuerpo de su hija, buscaba desesperado el pulso de su hija; bajaba rápidamente a gran escala, hasta convertirse en nada, ella había muerto. Se prometió la venganza, por la pequeña Emily, por la gran sonrisa que se fue, Emily no estaba enterada de lo que hacía su padre, no estaba enterada de lo que ocurría por las noches cuando ella caía en un profundo sueño. Él único recuerdo vivo que tenía de su esposa, Samantha, se había ido, ya no tenía nada de ella, ya no tenía nada a lo cual aferrase, pero había algo que si; la venganza.
Entró a la casa, cargando el frío cuerpo de su hija y sólo lo que haría un loco, hizo, la montó arriba de la mesa, y ató sus brazos y piernas, para que cuando se convertirá no pudiera escapar, ella ya no era Emily, pero él quería tener algo, algo tan frío y malvado pero quería tenerlo; quería tener algo que le recordase los mejores tiempos.
El hombre, salió de la casa, y levantó el arma, el auto no estaba demasiado lejos, así que, disparó, y la bala fue a parar en el vidrio de atrás de la camioneta, haciéndolo trizas, Melissa gritó, un gritó que para él fue música, él amaba que tuviesen miedo. "Venganza" eso era lo único que tenía en la cabeza el hombre.
Melissa, había estado manejando por largos minutos y la herida no ayudaba, estaba sangrando demasiado y el dolor era inaguantable, su visión empezaba a nublarse por más que el sol este radiante, ella sentía todo oscuro, su vista se estaba perdiendo, y si no hallaba un lugar rápido, ella tal vez moriría desangrada, pero por un minuto le agrado la idea, por lo menos no iba a morir en las apestosas manos de ese hombre, lo cual le agradaba.
Y como si la esperanza hiciera presente, a lo lejos, encontró una prisión, estaba a gran distancia, no creía poder llegar, pero convencida con la idea de que podrían ayudarla, se dirigió allí, sabía que había gente viviendo, lo podías notar en segundos simplemente, sólo por el hecho de que no parecía abandonada como todo a lo que no se cuidaba durante meses.
Frenó de golpe la camioneta, atrayendo la atención de todas las criaturas de allí, y gritó, gritó lo que gritaría alguien que está en problemas, <<¡AYUDA!>>
Antes de caer en la oscuridad que la llamaba cada vez más.
El muchacho que estaba del otro lado de la reja, alarmado, llamó a su padre, el cual no dudo ni un segundo en entran en acción, los dos agarraron sus armas, y Chandler abrió la reja, él cuidaba las espaldas de su padre.
Rick, fue directo a la camioneta, abrió la puerta de ella en segundos, y cargó a la muchacha, que estaba inconsciente, en sus hombros, rápidamente vio la sangre que caía de su pierna, y se apresuró a entrar.
Chandler disparó a un último zombie que intentaba morder a su padre, el cual parecía desesperado por encontrar algo vivo con lo cual alimentarse, como sino hubiese comido en semanas, tal vez meses.
Muchos de los sobrevivientes que habitaban la prisión, se preocuparon pero al ver pasar a la muchacha herida arriba de Rick, se aliviaron un poco.
El hombre, abrió la puerta de un brusco golpe y empezó a gritar el nombre del "doctor" de la prisión, claro si así se podía llamar, ya que oficialmente era veterinario, Hershel.
El anciano, rápidamente se puso en acción, colocaron a la chica en la cama, y por más que Rick le haya dicho a su hijo que se fuera, él no quiso hacerlo, se quiso quedar donde estaba. Rick, observaba todo, al igual que Chandler pero no de la misma manera.
Hershel, buscaba desesperado la bala, no parecía hallarla y no quería perder a la paciente extraña, finalmente, pudo hacerlo, y eso tranquilizo a los que lo rodeaban, la bala se estrelló contra el suelo, el frío objeto metálico lanzó gotas de sangre al caerse y perderse en la habitación, Chandler escuchó el grito de la chica y ahí fue cuando prefirió irse, pero antes de hacerlo, escucho a Hershel decirle a su padre.
-Está fuera de peligro, necesitará unas muletas para que la ayuden a caminar y estará bien, en unas horas, probablemente despertará.
Como desconocían a la muchacha que estaba acostada en la cama herida de bala, hicieron vigilancia.
La primera hora fue a parar en Rick.
La segunda en Daryl.
La tercera en Maggie.
Y la última fue a parar en Chandler, quien su padre se digno a dejar atrás los juegos de niños, ya que sabía que en algún momento su hijo iba a tener que salir a la dichosa realidad que los acechaba.
Se sentó en la pequeña silla, y empezó a observar a la extraña, no podía observarla bien, su cabello rubio tapaba toda su cara, y lo corrió.
Tuvo la pequeña intuición de alejarse ahí, antes de que fuera tarde, pero no quiso hacerle caso, prefirió quedarse donde estaba.
Y ella abrió los ojos de golpe, sus ojos eran azules, como los del agua de la playa donde él, su padre, y su madre... un recuerdo triste recorrió su cuerpo, claro era triste después de la muerte de ella.
La muchacha, observó confundida al chico, pero luego recordó: ellos la salvaron.
—Gracias por salvarme —dijo sonriendo-.
El chico sintió curiosidad. ¿Salvarlos de qué, de los zombies o algo más?
—De nada, ¿salvarte de qué, por cierto?
Ella estaba decidida, a olvidar lo ocurrido en esa cabaña, pero claro, no iba a poder olvidar ese recuerdo, porque mientras él siga vivo, el recuerdo vivirá con él.
—Salvarme... —se tocó nerviosamente las puntas del pelo, y luego terminó la oración— Salvarme de los infectados, claro.
Chandler sintió curiosidad, pero se dio cuenta que la verdadera razón no quería contarla, eso estaba claro, y decidió no volver a preguntar, porque era lo mismo que si al le preguntasen por su madre, y eso le recordaría al pasado y no podría contar la historia.
—Claro. ¿necesitas algo?
—No.
El chico se paró, dispuesto a irse, pero una mano le impendió, él quería irse de allí lo más rápido que podía no tenía un buen presentimiento de esto.
—¿Dónde estoy?
—Estás en la prisión, y si deseas quedarte, tienes que saber que nosotros te cuidamos y tú nos cuidas. -ella asintió y él se retiró de la habitación—.
Observó al extraño chico partir, el extraño chico de ojos azules.
Pero entonces sus pensamientos corrieron a otra parte; había escapado de las garras de él.
¿De verdad ella ahora era libre?
***
Capítulo dedicado a: HarrysCrazyCupcake, por su hermosa portada, ¡GRACIAS! *-*
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DEAD (Chandler Riggs)
Fanfiction"Todos los monstruos de abajo de mi cama, se escaparon y andan sueltos en la calle." PROHIBIDO EL COPYRIGHT©