//Capítulo 6: "La envidia puede destruir una amistad"//

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Capítulo 6

Melissa se acercó al muchacho,  viendo la cara de felicidad pero de tristeza, decidió hablarle, darle una mano amiga cuando todos se estaban yendo para alguna parte, se podía notar que él estaba perdido, como ella lo estaba pero Chandler había corrido a su "rescate" y ahora ella quería hacer lo mismo, no iba a dejarlo ahí parado sin más, el chico le inspiraba una rara confianza desde lejos.

 —Hola, ¿necesitas algo? —dijo saludándolo— 

—Mmm... ¿Cuál es mi celda? —dijo intentado ser amable, él no podía ser amable con nadie pero quería intentarlo—.

 —Ven te muestro, ¿cuál es tú nombre?

 —Drew, ¿y él tuyo? 

Ser amable, era lo que más le costaba, jamás sería su fuente

—Melissa. 

—Bonito nombre —dijo alegre—.

Llegaron a la celda, él entro y ella se alejó. Diana, la amiga de Melissa, al observarlo se enojó, se enojó porque Melissa siempre tenía a los chicos y ella nada, se tenía que quedar allí parada como una tonta, ¿por qué tenía que ser tímida? ¿Por qué nadie se acercaba a hablarle? ¿Por qué ella no gustaba de nadie? La envidia la recorrió de píes a cabeza, ella siempre era la segunda, ¿por qué nunca era la primera? Detestaba siempre ser la segunda, pero ya no más, ella también quería pasar tiempo con el chico nuevo y ella se lo quedaría por más que costará de la vida de algunas personas. El mundo de ahora también estaba afectando el cerebro de Diana, haciendo que andé de una manera demasiado extraña, todas las mentes son extrañas pero la de Diana iba a hacer de una manera ya preocupante. La envidia llevó a Diana a la enemistad. Melissa con toda la seguridad entró a su celda, se acostó, algo iba a cambiar, no ella sino más bien su entornó. La guerra entre los dos bandos estaba empezand y ella era la razón, sólo que todavía no lo sabía, pero cuando lo haga ¿Cuál sería su decisión? Cualquier decisión podría ser la incorrecta en este juego de muerte. Si no mirás bien a tu alrededor y cierras por un segundo los ojos ¿Qué podría pasar contigo o con los de tu alrededor al abrirlos? Y no pienses que van a estar en el cielo más bien todo lo contrario. El hombre malhumorado no estaba allí, tampoco nadie estaba en sus celdas, no había nadie en ningún lado, ¿dónde estaban todos? ¿Se habrían ido a algún lado sin ella? Las celdas estaban tan vacías que resultaba algo totalmente extraño, siempre había alguien en alguna parte, eso la asusto, ¿Y si algo malo les había pasado? Negó rápidamente esa idea, hubiese escuchado algo al menos. Probablemente estén todos muy ocupados, pensó y cerró los ojos, durmió un par de horas.

<<¡TONTA! Mira lo que has hecho, siempre lo arruinas todo.>>

<<Lo destruiste, destruiste nuestro hogar...>>

<<¿Qué?>> -dijo confundida Melissa.-

<<Lo destruiste, destruiste...>>

Cada vez la voz se hacía más lejana, desapareciendo junto a la oscuridad. Melissa se levantó de golpe, abrió los ojos, llevándose la sorpresa que sólo era una tonta pesadilla, pero aquí todo se veía borroso, nada era claro, no podía saber de quienes eran los rostros ni las voces ni el porque de esas palabras. Después de un rato de querer adivinar, se dio por vencida, era sólo un tonto sueño, ¿cierto? Era imposible que se haga verdad, mañana se olvidaría de él y ya. Las pesadillas y los sueños no se hacen realidad ¿Verdad? Porque sólo son relatos raros que inventa nuestro subconsciente, no son reales o al menos eso creemos pero, ¿qué pasaría si se cumplieran?

Se levantó de la cama, decidida a ir a almorzar en el comedor, no solía ir muy seguido, ya que ahí todos se conocían desde tiempo y ella sentía que sobraba, por eso simplemente robaba un poco y se iba, pero hoy quería ir, algo la incitaba a ir. Arregló con sus manos su cabello y lo ató en una alta coleta, para luego partir hasta el comedor, éste se encontraba en el medio de la prisión, por lo cual tardó un poco. 

Al llegar la mayoría se sorprendió por el hecho de verla sólo parada delante de la puerta, pero luego la volvieron a ignorar, siguiendo con su comida. Melissa se arrepintió un poco el hecho de haber ido, estaba más que claro que sobraba allí. Se dirigió a la mesa donde estaba Diana y Drew platicando, saludó a su amiga, ella le correspondió el saludo pero no de la misma manera, sino más bien con disgusto, lo cual sorprendió bastante a Melissa pero luego lo olvidó. 

Observaba cada lugar de el comedor, en una mesa estaba lo que quedaba de la familia Grimes junto a Michonne e Daryl, en otra mesa estaba la familia Greene y el comprometido de Maggie: Glenn. Y luego finalmente ellos, el que compartía habitación con Melissa no se hallaba, ella se preguntaba el porque eran tan pocos, si había mucho espacio, pero como no era su refugio ni ayudo a encontrarlo, se quedo allí sentada. Revolvía el tazón de arvejas, se llevó la cuchara a la boca, rió del tonto comentario de Drew, los dos eran completamente graciosos, la risa de Diana que por más que el chiste sea malo hacía que te rías.

 Melissa se sentía incomoda podía sentir la mirada de personas, tanto de lástima como de enojo, ¿qué rayos? ¿Qué es lo qué sucede? Melissa no se animaba a decirlo, pero podía sentirlo. Se dio vuelta de manera brusca, no había cosa que más odiaba que ser el "centro de atención" claro, ella no sabía la razón de la cual lo era, al darse vuelta, se encontró con varios pares de ojos observándola, se levantó, y se retiró del salón. 

Alguien toca su hombre de una manera suave, como con pena, por lo tanto, ella se da vuelta y frunce el ceño, pero se relaja al saber quien era la persona que tenía en frente. 

—¿Qué es lo que sucede? —exigió una respuesta, molesta—.

¿Por qué todos la miraban raro? La respuesta podría ser más aterradora que ver a su familia descuartizada. 

"Entonces él estaba de vuelta al juego".

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¡NUEVA PORTADA! Hecha por: @xnouisflowersx ¡Muchas gracias! 

DEAD (Chandler Riggs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora