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Jungkook caminaba feliz por la escuela ignorando esa Bruma negra que naturalmente lo seguía en su día a día, ignorando sus problemas y todos los gritos que su madre le dirigió en la mañana, ignoró a sus compañeros del equipo de fútbol burlándose de él por el rumor que corrió Yugyeom e ignoró por completo lo miserable que podría estar siendo su mañana porque nuevamente estaría con Kim NamJoon. Nuevamente pasaría su descanso al lado del moreno para hablar de todo y nada, para hablar de sus problemas internos o sólo reír un rato a carcajadas, para sentirse iluminado y completo como sólo hacía a su lado.

Entró a su salón correspondiente y dejó sus cosas en su lugar, había llegado temprano así que podía buscar al moreno para así, seguramente, convencerlo de saltarse la primer clase.

Antes de poder salir de su aula su mano fue retenida por cierto amigo pelirrojo que suplicaba un momento de su tiempo, claro que Jungkook seguía enojado pero ya no valía la pena ganarse una anemistad, poco a poco su corazón sanó de la pérdida de SeokJin pero comprendía que el castaño era feliz con "La Bestia"

- Necesito hablar contigo Kookie, hay cosas que no hemos resuelto.- Dijo calmadamente pero estaba muriendo de nerviosismo por dentro.

- ¿Vamos a otro lado?, aquí hay mucha gente.- Respondió cortésmente.

Caminaron juntos hasta los baños del instituto pues a primera hora eran casi un pueblo fantasma, nadie interrumpiría su plática.

-Escucha, sé que fui un completo idiota contigo pero, no sé cómo decir esto exactamente.

- Sólo dilo Yugyeom, ya casi debemos volver, no habrá otra oportunidad.- Trató de ser lo más severo que pudo pues ciertamente esa era la verdad.

- Me sentí herido, le diste tanta importancia a SeokJin que me sentí adolorido, lo siento mucho, fue infantil pero, lo cierto es que me gustas demasiado Kook.-Su cara pasó de su tono natural de piel aún rojo intenso de un momento a otro.

Se quedó paralizado un momento, no sabía que responder al respecto, Yugyeom era su mejor amigo y, ugh, jamás pensaría de esa forma en él.

- Escucha Gyeomy, es muy dulce de tu parte pero nuestra amistad es y será sólo eso, amistad. - Colocó su mano en el hombro contrario y dio un pequeño apretón. - Te quiero Gyeom pero no así, ahora mismo me interesa alguien y no quiero dejarlo ir.

- Creí que SeokJin ya estaba saliendo oficialmente con La Bestia.

Y una suave risa salió de sus labios, instintivamente tapó su boca con las manos de la forma agraciada en la que acostumbraba.

- No es SeokJin, es alguien más pero eso no es lo que importa ahora, Yugyeom.- Le revolvió el cabello como acostumbraba. - ¿Amigos?

Aunque el sentimiento era doloroso no dudo en asentir mientras sonreía pues de alguna forma ya sabía en resultado final de todo esto.

Se dieron un cálido abrazo, muy momentáneo pero les pareció correcto sellar aquello de esa forma tan dulce. Salieron del sanitario escolar y fueron a su aula, caminaron juntos bajo esa sensación de comodidad que había desaparecido por mucho tiempo.

La vida de Jungkook tal vez no se resolvía pero si avanzaba lentamente, encajando, apreciándolo lentamente, ya no sé sentía sólo porque tenía a un ser especial a su lado, queriéndolo, guiándolo, era como el líder de su vida.

[...]

Tal vez el joven moreno y el joven de dientes grandes no se habían saltado la primer clase pero otras dos personas sí. Estaban descansando en el techo del Edificio respectivo a los clubs, la puerta solía estar abierta y la vista era hermosa a pesar de tener un panorama urbano.

El rostro del pálido se acercó al contrario con lentitud esperando dibujar con sus pupilas las facciones perfectas de SeokJin, amaba sus ojos almendrados y amaba esos enormes labios rosados que eran sólo de él, amaba sus rasgos sutilmente masculinos y amaba poder tenerlo frente suyo como en ese instante.

Se dieron un beso suave, se estaban disfrutando, se estaban queriendo lenta y hermosamente, los pensamientos de ambos paraban con sólo experimentar pequeños roces pues había una magia inigualable a su al rededor.

Se separaron y YoonGi no pudo contener un fuerte abrazo donde trataba de transmitir todos sus sentimientos, sus emociones desbocadas y desbordantes, sin más dijo:

- Lo siento, mi precioso príncipe.- Y suspiró analizando todo lo sucedido, sonrió de una forma muy sutil.

- ¿Qué sientes, Gi?- Sin desearlo estaba un poco nervioso al respecto.

- Lamento todo lo que hemos pasado por mi culpa. - Se separó para poder mirar a SeokJin. - Eh sido un imbécil totalmente y tú no mereces que maltraten tu hermoso corazón.

El castaño acercó sus labios depositando un suave beso en la sien del rubio.

- No tienes que disculpate, Gi, ya pasó y ahora estamos haciendo las cosas bien, mi propósito al inicio sólo era ayudarte con tu problema de temperamento pero, creo que ambos nos ayudamos.- Le acarició la cabeza suavemente notando como las raíces negras comenzaban a notarse en esa mata rubia poco peinada.

- Nunca te apartes de mi lado JinJin.- Una petición dulce pero expresaba más seriedad de lo que SeokJin se imaginaba.

No hubo respuesta pues no la necesitaban, ambos están conscientes de lo mucho que disfrutaban al otro, su calidez constante, su voz, su risa escandalosa e inesperada, sus besos delicados y fugaces, su cariño palpable.

- Deberías pintarte el cabello, tus raíces comienzan a sobresalir.- Dijo el castaño después de un rato de su melocidad.

- Lo pintaré de negro pronto.- Soltó sin más causando una leve chispa de decepción en el castaño.

- ¿Por qué negro?

- Para empezar, mi intención ni siquiera era tenerlo rubio, yo quería un menta pero, ugh. -Rodó sus gatunos ojos mostrando su frustración. -contratiempos.

- ¿Contratiempos?- Preguntó con algo de burla en sus palabras, YoonGi solía ser gracioso y tierno sin notarlo.

- Mi mamá no quería que lo pintara así que no fui a ningún lado. - Sostuvo una de sus mechones entre sus dedos esperando poder verlo. -Lo decoloré yo, mi cabello terminó quemándose, mi mamá me atrapó cuando iba a ponerme el tinte verde pero me obligó a quedarme así. - Encogió sus hombros restando importancia a su relato. -Supe salvarlo, lo que menos deseaba era quedarme calvo.

Y la risa escandalosa de SeokJin no pudo retenerse, YoonGi era todo un caso difícil de tratar pero era suyo, su propio problema personal que aunque había una pisca de duda no lo dejaría sólo.

La bestia ~YoonJin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora