La bestia ~YoonJin~

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- Muévanse muchachos, esto suena interesante.- Dijo el moreno con una gran sonrisa en el rostro. Obviamente todos lo miraron con cierto enfado expresado en sus muecas.

Hay que ser sinceros en cuanto a ese moreno medio raro, le gustaba ver peleas, tal vez por eso se mantenía cerca del pálido constantemente, siempre había diversión con él pero últimamente todo había cambiado con la presencia de SeokJin.

No lo culpaba, para nada, le agradecía pues gracias a su ayuda Suga estaba cambiando para bien en varios sentidos pero por más que le agradecía la ayuda brindada algo no terminaba de cuadrarle en sus cálculos mentales.

SeokJin solía gustar de chicos rudos, hasta ahí todo bien pero físicamente YoonGi no entraba en la descripción, YoonGi era pequeño, su tono de piel era pálido y tampoco tenía una voz varonil. Su tipo entraba en otro "tipo de gente", gente como él, si, como él.

¿Celos?, no, ¿De su amigo?, para nada pero, sólo... esto no estaba bien de ninguna forma, tampoco es como que quisiera a SeokJin con él, no le gustaba, obviamente no le gustaba. ¿Cómo podrían gustarle esas facciones perfectas bajo el estándar de belleza, esa piel suave y tersa que recordaba, esos labios rechonchos y deseables? No, de ninguna forma le gustaba.

Una vez llegaron a las canchas deportivas fue fácil distinguir el disimulado cúmulo de gente que tapaba a los implicados. El pálido corrió con todas sus fuerzas siendo seguido por los restantes.

Ni siquiera notó cuando pasó por el tumulto empujando a todos con su paso feroz. Algo en él decía que SeokJin estaría allí probablemente apaciguando las cosas. Grande fue su sorpresa cuando observó a ChanYeol sujetando a SeokJin de esa sudadera rosa que tanto le gustaba.

- Deberías dejar de meterte en medio de mis asuntos, cuando te dejé fue principalmente por entrometido.- Lo acercó más a su rostro, bien podría estar besándole.

SeokJin no podía ni hablar, nunca imaginó que ese Yeol dulce que quiso ahora le hablara así, tan fuerte, tan hostil, tal bestial.

- Suéltame Yeol, no quiero problemas.- Contrario a lo que pensaba el gigante de cabello negro soltó su agarre, dio la vuelta y se fue dejando a los espectadores con ganas de más.

ChanYeol no era tonto, en cuanto vio a "La Bestia" acercarse decidió dejarlo por su paz espiritual y física pero claro, las cosas no se quedaban así.

El castaño de lentes grandes no podía calmar su respiración, estaba hiperventilando, tenía miedo y tenía muchas ganas de llorar. Estaba jodidamente asustado y un sudor frío le recorrió la espalda, ¿A eso se refería Suga?

Hizo sus manos puño y cerró los ojos fuertemente tratando de aguantar las lágrimas y de regular su respiración causada por su miedo. En su mente el probablemente sería apaleado por Yeol, y por todos esos que querían hacerse valer como "Hombres" con el pálido.

Decidió que abriría los ojos cuando se sintiera mejor pero sintió unos brazos fuertes tomarlo con cariño envolviéndolo en un fuerte abrazo, se dejó hacer y también se aferró a aquella figura que parecía ser de su propia estatura.

De alguna manera deseaba que fuera ese rubio el que se preocupó por el para abrazarlo y calmarlo el mismo pero la estatura y el aroma no coincidía, este joven que lo tenía entre sus brazos tenía una estatura similar a la de él y su aroma era levemente más fuerte que el dulce olor a detergente y limpieza del rubio.

Sin querer algo dolió dentro y no pudo contener el llanto más, sólo lo dejó salir sollozando y aferrándose aún más a quien fuera que se apiadó de ese patético joven sin resistencia al dolor. Se sentía por los suelos y no sabía por qué.

- Todo está bien Hyung, prometo llegar a tiempo antes.

- Gracias Kookie.- dijo aclarándose la garganta pero sin despegarse de ese agradable calor que le regalaba el conejito de menor edad.

- Yo estaré aquí a la próxima si es que la hay Jeon.- dijo el pálido sin poder resistir la escena.

Por una parte le rompía el corazón ver llorar al castaño y le daba frustración no consolarlo él si no ese mocoso odioso, ese pequeño ratucán al que tanto detestaba.

- No lo está cuidando muy bien si llegó a estos extremos, ¿No cree?- SeokJin se sintió aún más apretado hacia el joven así que llevó su rostro y comenzó a secarse las lágrimas con la manga del suéter.

- Llegamos al mismo tiempo niño, no te sientas especial.- Respondió apretando sus manos, debía controlarse. No iba a tirar su avance con SeokJin por ese niño con complejo de ratón.

- No me siento, lo soy.- El castaño se terminó de despegar de su Dongsaeng. - Debo irme a clases ya SeokJin Hyung, tengo un examen importante pero no se olvide que hoy vamos a salir, ¿Si?- El castaño asintió levemente. - No vemos en un rato.- Depositó un suave beso en su mejilla y se fue corriendo a su siguiente clase.

Los que sobraban ahí se fueron también y dejaron al castaño con el pálido un momento, era necesario hablar sobre lo que estaba sucediendo    

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