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- y así fue como mi vuelo ya se perdió.— dije molesta cruzando los brazos. Estuvimos sentados sin hacer nada unas dos horas.

- tengo hambre.— dice para el pero obviamente lo escuche.

- cómprate un helado.— pues es lo único qué hay aquí para comer. Nos volteamos a ver por primera vez y nos reímos. A los dos nos causó gracia eso de que nomas haya helados aquí.

- creo que eso haré, ¿quieres uno?— se pone de pie y me mira pero pues yo seguía con mi enojo hacia el, en especial por lo que hizo ayer cuando yo estaba en el carro.

- ¿apoco ya no estás enojado?— me pone los ojos en blanco.— Ben, eso fue de lo más infantil y grosero.

- oye pues yo fui a hacer lo que Marley dijo, que pudieras mover tu carro.— si claro, el lugar para estacionar enfrente de mi casa no tiene nombre. Cualquiera se puede poner ahí.— aparte que el idiota ese te estaba comiendo toda, no es la mejor vista, eh.

- si bueno, a mi tampoco me encanta saber que tu y Marley se quieren y verlos besarse.

- ¿es por eso que te vas? ¿En verdad es por eso?

- yo no quiero estar aquí si así de incomodas van a estar las cosas y aparte tú y yo estamos enojados.— toma asiento de nuevo, pues no creo que quiera su helado más.— es mejor si me regreso.

- ¿tu novio se ira contigo de regreso a Canadá, no?

- Mira para empezar, yo no me regresare hoy como parece.— reí y el también ya después.— pero el plan era irme sola, el como quiera al final se terminara regresando a Canadá.

- lamento el que hayas perdido tu vuelo.— sentí de repente su mano tomando la mía, suavemente. Voltee a verlo de inmediato.— también lamento haber sido grosero contigo. Pero en verdad no fue de lo más grato para mi verte con el.

- perdón yo también, me enoje sin sentido.– el empieza a hablar pero lo interrumpí.— no, en verdad Ben. Tu tienes todo el derecho de seguir con tu vida y yo no soy nadie para enojarme o negarte el estar con alguien.

- si pero también estuvo mal de mi parte no haberte dicho nada, aunque no seamos novios pues somos algo y no estuvo bien guardarme eso.— me agarre más fuerte de su mano.— y no me gusta estar molesto contigo, en verdad no. No te recupere para volver a perderte.

 No te recupere para volver a perderte

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- podemos con esto, Ben. Siempre hemos sido mejores amigos a pesar de la distancia.— ahora tan solo tenia que superar mis celos por su relación.— y esto no será la excepción.

- quiero mi helado todavía, ¿quieres uno? Mejor amiga.— enfatiza y de nuevo se pone de pie.

- por supuesto que si, mejor amigo.– yo igual enfaticé y me puse de pie. Nos quedamos bien un rato y después un abrazo.— te amo Ben.

- y yo a ti Beck.— reímos y luego vamos corriendo a los helados.

- aparte de que no se hasta que hora estemos aquí, tú amigo se tomó muy en serio esta misión.– la señorita de la caja parecía de lo más aburrida y no la culpo esta plaza está demasiado aburrida y sin que hacer.

Jamás en mi vida había visto un centro comercial con tan solo tres locales... bueno si, una la cual está en Texas y solo hay un Burlington gigante y otra tienda de fajas brasileñas. Pero bueno, encontraríamos algo para entretenernos. Que no sea tomar y terminar en su cuarto de hotel.

Ahora me resulta algo incómodo verlo, verlo como pues lo que es, mi mejor amigo. Prácticamente ya lo he visto desnudo y besándome y... basta Beck. Ya no pienses en eso.

- hola, buenas tardes ¿me da dos conos por favor?— la señorita se emociona al verlo y supongo que es porque lo reconoce. Es extraño como yo no sabía que era actor.

- tu eres... tu eres el chico de la película de Queen.— muy emocionada se pasa de la barra y le da un gran abrazo.— ¿me puedo tomar una foto contigo?

- si, por supuesto.— tomé su celular y les tomé la foto, pero que ternura. Me parece de lo más lindo como la gente se emociona al verlo, más ahora que represento al guapo de Roger Taylor.

- Gracias, ahora si ¿de que quieren los conos?— nos pregunta regresando a el lugar donde tomó ambos conos.

- yo lo quiero de chocolate.— dice el.— y ella lo quiere de galleta.

- lo recordaste, gracias.– fue de lo más tierno el que supiera cual iba a escoger.

- aquí tienen.— no lo entrega y salimos de ahí.

- ¿y ahora que hacemos?— me pregunta mientras saboreamos de nuestro delicioso helado. Me mancha la nariz con su helado.— ups creo que te manche.

- ¿ah si? – ahora yo a él.— me parece que yo también te he manchado.

Intenta mancharme más pero empecé a moverme y el también, nos estábamos riendo y muy fuerte y soñaba más fuerte pues lap laxa estaba vacía y tenía eco. Mientras intentaba acercarse a mi termina encima de mi en la banca y con su helado ya en el piso, ni siquiera tuvo tiempo de pensarlo pues estábamos viéndonos. Directamente a los ojos.

- a veces olvido que los ojos más lindos los tienes tú.— me dice y se que venia después, se que se iba a acercar y yo quería, yo quería más que nada besarlo pero fue aquí que actué como la mejor amiga que debía hacer, tomé mi cono el cual seguía vivo y le manché de nuevo la nariz.

- y yo a veces olvido lo distraído que puedes ser. — se ríe y se pone de pie.— puedes comer del mío si quieres.

- está bien, mejor vamos a la tienda de cosas para la casa, quizá vemos algo interesante.– me toma de la mano y me lleva corriendo hasta esa tienda.

- bien, podemos divertirnos aquí. Podemos jugar como cuando éramos pequeños ¿lo recuerdas?

- jugar a ser adultos los cuales buscan cosas para decorar su nueva casa.— se ríe y me toma la mano.— mi nombre es Ken Layton y tu eres mi esposa María. Vivimos de la medicina ambos y tenemos cuatros hijos.

- cariño, será algo difícil jugar a eso como antes cuando eres una estrella de cine la cual todos conocen.— me hace una carita triste.— pero esta bien Ken, cariño. Busquemos los sillones para la nueva sala.

Mystery of Love | Ben HardyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora