𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝕮𝖆𝖙𝖔𝖗𝖈𝖊

4.1K 324 33
                                    

Se aproxima un Remus voluble


Remus Lupin POV.

Me detuve en el bosque al escuchar sus aullidos, puse mi mano en mi pecho y traté de hacer presión en el.

Duele...

Había dejado de llorar, pero sentía que me habían arrebatado parte de mi alma, y yo era el culpable. Escuché cómo algo se acercaba rápidamente, sus pisadas cada vez estaban más cerca y de repente el lobo negro que había visto antes salió de un salto de los arbustos.

Era él.

Intenté correr, alejarme de él, pero cuando escuché su voz mi cuerpo no me obedecía.

—¡Espera! —redujo su velocidad.— No te vayas, por favor...

Algo en su voz hizo que mi cuerpo se estremeciera y no reaccionara, haciendo que me cayera al suelo, quedándome a su merced.

Estaba a tan solo unos centímetros de mí, veía en sus ojos desesperación y todo el dolor que le había causado. No pude soportarlo más y le abracé, mientras sentía que mis mejillas se humedecían.

—Lo siento, lo siento Sirius. —dije intentando refugiarme en su calor.— Y-yo también lo sentí... pero, tu y... tu y yo... —no salía mi voz.

—Remus... —en su tono de voz noté felicidad.

Sentí como su cuerpo iba cambiando a su forma humana. Me atrajo hasta él mientras me abrazaba con sus fuertes brazos, acunó mi cabeza en su pecho y acarició mi cabeza y espalda suavemente.

—Cálmate, no pasa nada.

—Sí que pasa. —me alejé un poco de él.— Siempre he pensado que nunca nadie me iba a querer, que el amor no estaba a mi alcance y solo he traído desgracia a las personas que he querido. De repente apareces tú afirmando que los hombres lobo existen y que soy tu alma gemela, yo, que comparándome contigo, no soy nada. —las lágrimas volvieron a aparecer.— Si... Si me voy contigo, lo único que voy a causarte es dolor. N-no puedo, no lo entiendo. —empecé a golpearle suavemente en el pecho.— No te conozco de nada, p-pero siento que nos conocemos desde hace años. N-no puedo...

No pude continuar hablando porque sus labios me callaron.

Sentí una corriente eléctrica que hizo que todo mi cuerpo temblara ante el contacto. Sus labios se movían despacio, eran tan cálidos y se sentían tan bien... Cerré los ojos y por fin me dejé llevar siguiendo el ritmo que Sirius marcaba. Su mano que acariciaba mi mejilla bajó hasta mi nuca, donde hizo más presión, haciendo que el beso fuera más intenso.

Sentí como todo mi cuerpo empezaba a calentarse, mi mente se había nublado y apenas podía pensar con claridad.

Se siente tan bien...

Agradecía el hecho de que estuviera sentado en el suelo, por que si llego a estar de pie, seguramente no hubiera podido mantenerme firme...

¿Cómo un beso se puede sentir tan bien?

—¡Ngh!

No pude evitar ahogar un gemido cuando sentí su mano apretar mi trasero y aprovechó para meter su lengua y empezar a jugar con la mía. Esta vez en vez de apartarlo, pasé mis brazos por su cuello para evitar caerme hacia un lado. Su lengua recorría cada lugar de mi boca que estaba a su alcance. Era una sensación tan rara y excitante que solo podía pensar en querer más. 

𝕯𝖚𝖑𝖈𝖊 𝖆𝖗𝖔𝖒𝖆 [Wσlfsταr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora