Remus Lupin POV.
El sonido de los pájaros cantando hicieron que me removiera en la cama, no quería abrir los ojos, estaba demasiado cómodo... Un fuerte brazo me rodeaba la cadera, sus piernas entrelazadas con las mías y mi cara apoyada en su pecho era tan...
¿¡Qué!?
Abrí rápidamente los ojos y ahí estaba Sirius, durmiendo tan plácidamente... Hizo mas fuerza en mi cintura cuando notó que me había alejado un poco de él, acercándome de nuevo hacia su cuerpo. El calor que desprendía era tan reconfortante...
¡Remus deja de mirarle!
¿Lo de anoche...? ¡Oh dios, l-lo hice con él!
Sentí como mis mejillas ardían y me fijé de que ambos estábamos desnudos. Volvía a apoyarme en su pecho intentando no morir de la vergüenza pero era imposible, todos los recuerdos invadieron mi mente; él besándome; acariciando todo mi cuerpo; l-lamiendo...
¡Ay! Y los sonidos que hice...
Oculté lo mas posible mi rostro en su pecho.
¿Cómo voy a mirarlo a la cara? Mi corazón va a explotar.
—No tienes que preocuparte por tu corazón. —me sobresalté.— A partir de hoy vas a despertarte así todos los días. —dijo con una voz ronca al estar recién levantado provocando que mi cuerpo se estremeciera.
—Oh, vamos... ¿Pensé otra vez en voz alta? —hice un puchero, él solo rió.
—No, pero tus latidos y tus mejillas sonrojadas te delataron. —con su mano libre acarició mi pómulo.— Buenos días...
Cerré los ojos, dejándome mimar unos segundos antes de volver a la realidad, estar con él me envolvía en mi propia burbuja, una en la que sin duda no querría abandonar nunca. Coloqué una de mis manos en la mano que estaba en mi cara, la acaricié y volví a abrir sus ojos.
—Buenos días...
Me acerqué a él hasta que nuestras frentes chocaron y nuestras narices rozaban, le dí un beso corto y suave en los labios y volví a recostarme en él.
—Definitivamente quiero despertar así siempre. —ambos reímos.
—Estoy de acuerdo. —dijo Sirius mientras volvía a abrazarme ahora con ambos brazos.
Sin quererlo nos volvimos a quedar dormidos, desperté por el olor de pan tostado, miré las ventanas y el cielo estaba anaranjado.
¿Cuanto había dormido?
Sirius ya no estaba en la cama, me senté en esta y me puse la camiseta que me había dejado ayer. Me levanté pero mis piernas flaquearon y volví a sentarme en la cama, un dolor punzante recorría todo mi cuerpo y más en la zona de mi trasero. Gemí un poco de dolor, me calmé y volví a ponerme en pie.
Bajé las escaleras donde el olor de las tostadas aumentaba y me relamí los labios. Giré hacia la puerta de la cocina apoyándome en el marco para atenuar el dolor. Ahí estaba él, el chico lobo con un delantal, de espaldas cocinando unos huevos revueltos, con el café preparado y zumo de naranja, y unas tostadas, unas con mermelada y otras sin.
Me acerqué a él y lo abracé por la espalda, aún me sorprendía la diferencia de altura. Sirius se rió, apagó el fuego y se giró para abrazarme de vuelta.
—¿Cuanto rato llevas despierto?
—No hace mucho... Te veías cansado y tan cómodo que no quise despertarte, pero el hambre me estaba tentando y al final tu también pecaste.
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𝕯𝖚𝖑𝖈𝖊 𝖆𝖗𝖔𝖒𝖆 [Wσlfsταr]
FanfictionRemus Lupin, un joven universitario desesperado por huir de la casa en la que lo maltratan. Sirius Black, un lider solitario que pensaba que la vida lo había maldecido y condenado a pasar la eternidad solo... hasta que lo conoce a él. ¿Puede surgir...