Capítulo 7: Venganza

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7-Venganza

**Zangetsu**

Alzo el mentón con mirada solemne al ver cómo Sen forcejea y grita como una bestia bajo la amordaza de su boca intentando soltarse de las cuerdas que he puesto alrededor de su piel desnuda, tan fuertes y apretadas que los roces están levantando heridas en su delicada piel. He cambiado el tipo de entrenamiento para volverle más dócil, pero me sigue sorprendiendo la tenacidad con la que se resiste y lucha en vano por intentar escapar. Hoy le he atado yo mismo porque soy bastante experto en inmovilizar con cuerdas y ver cómo sus brazos y muñecas están atados a su espalda, con la cadera levantada hacia mí ya que está de rodillas en el suelo agitándose y emitiendo esos gruñidos bajo la amordaza que le impide hablar, me está excitando demasiado.

-Sen, ven- oigo su grito gutural cuando gira su cabeza para mirarme como un perro rabioso. Su largo cabello le cubre parte del rostro y el resto cae en el suelo haciendo una cascada de mechones negros que me hace suspirar de placer. Adoro su cabello. Es como un fetiche para mí, es tan hermoso...tan indómito....

Me levanto de mi silla al perder la paciencia y levanto todo su cuerpo en el aire tirando con una sola mano de las cuerdas trenzadas a la perfección sobre su espalda. Él abre los ojos de par en par cuando se ve medio tumbado boca abajo sobre mis pantalones, con su trasero pegado a mi abultada polla bajo la tela que le hace estremecer al contacto. Tiro de sus cuerdas para que yergue su espalda en posición vertical y se sostenga solo con sus muslos apoyados sobre los míos. La vista de su espalda es tan impactante como por delante. Ver cómo le cae el cabello deslizándose por su piel, como sus estilizados dedos se mueven sin parar bajo las cuerdas y cómo agita inconscientemente la cadera intentando quitarse de encima de mí...oh dios, ¿es que no se da cuenta de que su lucha solo hará que le desee más?

Aprieto una de sus nalgas, la que tiene mi sello, haciéndole gruñir y en cuanto intenta apartármela le doy un azote para que se esté quieto. Veo cómo mi mano le ha dejado marca en la piel y aunque eso me excite, no quiero dañar su hermoso cuerpo. Tiene que estar perfecto para mí.

-Si te resistes será mucho peor. - beso su nuca apartando sus mechones negros y saco mi lengua para subir a su oreja derecha sabiendo que ese punto débil le amansará un poco. –Déjate llevar...entrégate al placer, Sen...-

Por un momento no espero su reacción cuando echa su cabeza fuertemente hacia atrás golpeándome la frente. Gruño maldiciendo y tiro de su cabello con fuerza para sostener su cabeza inmóvil poniéndole los ojos dirigidos al techo. Resoplo fuertemente por la nariz para intentar contenerme y suavizo el agarre al oír su sollozo de resignación.

-Bien...veo que empiezas a entender tu situación por fin...- claro que en contra de lo que yo piense, pronto vuelve a mirarme de reojo con esa rabia que me hace estremecer. Ningún esclavo se me había resistido tanto como Sen. Lo supe desde que le trajeron de bebé a la granja y le fui viendo crecer fuerte, testarudo y valiente. El día en que le vi dejar inconscientes a dos de sus cuidadores por haber pegado a otro chico, con apenas cinco años, supe que él sería mío. He esperado demasiado y ahora que le tengo...por mucho que me odie, no pienso parar hasta meterle en el tuétano de los huesos que es mi posesión.

Noto como apoya su espalda sobre mi pecho cuando mis dedos empiezan a pellizcarle los pezones por debajo de las cuerdas. Los tiene muy sensibles por el roce de las ataduras, lo que no me cuesta nada que se quede quieto mientras cierra los ojos y jadea bajo la amordaza. En cuanto noto que echa su espalda hacia delante cuando dejo sus pezones, me desabrocho los pantalones y saco mi erecta polla para apoyar su longitud a lo largo de la ranura de sus nalgas haciéndole temblar.

-¡¡Mm!!!! ¡mmm!!!!- su cadera empieza a agitarse de nuevo lo que hace que roce mi polla dolorosamente. Le agarro de la cintura fuertemente inmovilizando la parte inferior de su cuerpo y empiezo a masturbarme entre sus nalgas rozando continuamente su pequeño agujero. Noto cómo su cuerpo empieza a dar espasmos y el sonido del cascabel me hace sentir triunfal al saber que su polla está reaccionando.

"Carne débil"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora