Capítulo 33: Origen

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33-Origen

**Starrk**

Aprieto los ojos al sentir una humedad sobre mi rostro que me recorre desde un párpado hasta la barbilla. Gruño entre dientes haciendo que una risa suene y cuando abro los ojos, me encuentro a Soujun, o más bien a Astaroth tumbado a mi lado, mirándome con un brillo de lascivia que me hace incorporarme de golpe.

- ¿Qué estás haciendo? -

- ¿Tú crees??- veo cómo estira una pierna para sentarse a horcajadas sobre mis piernas inclinándose hacia mi rostro para rozarme la nariz con una de sus largas uñas. - ¿Cuánto tiempo más piensas tenerme en la abstinencia? Te recuerdo que tus hijos están en mi vientre-

-¿Es un chantaje? Ni incluso tú atentarás contra ellos-

- ¿Qué te apuestas??- trago saliva algo nervioso cuando veo que invoca en su mano una onda de energía como la primera vez que nos vimos, pero en cuanto la dirige hacia su abultado vientre, le tiembla tanto el brazo como la mandíbula.

-¡¡Maldición!!! ¿Por qué no puedo?? Ese maldito Soujun me lo está impidiendo- abro los ojos cuando le menciona. No se me ha pasado desapercibida la posibilidad de que Astaroth pueda comunicarse con Soujun desde el interior, por lo que tengo que buscar un modo para que sea yo el que llegue hasta él.

-Muy bien...hagámoslo- los ojos de Soujun se abren de par en par cuando acaricio su rostro y me alzo para besarle ardientemente. Astaroth ronronea gutural dejándose llevar por mi arrebato y acaricio su cabeza mientras el calor empieza a ascender entre nosotros. Mientras le entretengo jugando con nuestras lenguas en su boca, desciendo mis manos acariciando su cuerpo a la vez que le quito el yukata que llevo puesto notando cómo se le eriza la piel con el contacto. Abro los ojos sin que él se dé cuenta ya que está rozándome la lengua con sus colmillos y saboreando mi sangre por lo que impulso mi cadera hacia arriba haciéndole sentir entre sus nalgas lo duro que me estoy poniendo.

-Ah! Starrk...- me emociono en mi fuero interno al ver su primer síntoma de sumisión cuando pronuncia de ese modo tan sensual mi nombre. Se nota que está realmente excitado, incluso su polla está goteando. No sé si será por el embarazo, pero no puedo desaprovechar la debilidad del demonio. Su cuerpo está venciendo a la mente perversa.

- ¿Qué quieres que te haga, Astaroth? - le hago esa pregunta sonriendo victorioso al ver que me gruñe de placer aún con los ojos cerrados y cuando me mira, noto total entrega a mí. es perfecto. Está funcionando....

-Fóllame...quiero que me la metas hasta que me sacie...- suspiro de placer por esa deliciosa petición y tiro de su nuca para devorarle la boca con más pasión antes de echarme sobre él en la cama pegando mi cuerpo al suyo. Astaroth jadea y noto cómo sus manos han bajado a mis pantalones para bajármelos lo suficiente para que mi polla salte dura entre sus manos, que no tardan en agarrármela haciéndome gruñir.

-Ah! Así...métemela...¡¡¡métemela hasta el fondo!!- por un momento tengo la sensación de que ya he vivido esta ocasión alguna vez, pero no me detengo, le complazco penetrándole de golpe haciendo que grite y se corra apretándome internamente. Intento resistir para no correrme yo también ya que necesito tenerle totalmente dominado.

-Ah! ¡Ah!! Grrr!! ¡así!! ¡¡más rápido humano!!!- uso todas mis fuerzas para hacerle callar de una maldita vez y solo hacerle gemir descontrolado. No puedo echarme mucho encima porque aplasto su vientre, lo cual parece no importarle mucho dentro de su estado de éxtasis.

-Ah! Demonios sí...oh sí...- veo cómo echa la cabeza hacia atrás cuando el clímax se va acercando y escucho su alarido al correrme dentro de su agujero como él hace manchando mi vientre.

"Carne débil"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora