"Carne débil"

Capítulo 12: Sonrisa

12-Sonrisa

**Starrk**

- ¿Has descubierto al amante de Soujun? – chasqueo la lengua entre dientes al oír la alterada voz de Urahara mientras me mira con ojos desorbitados apoyando sus manos en mi mesa. - ¿Qué es lo que viste en esa visión?? ¿el pueblo yayoi?? ¿¿viste a Astaroth poseyendo el cuerpo de Soujun? ¡que es lo que viste!!-

- ¡Cállate! Ni siquiera sé por qué te lo he contado- me masajeo las sienes mientras el inútil de Urahara se pasea por mi despacho con pose meditativa. No es que le haya llamado para contarle esto, sino que como de costumbre se ha presentado en mi mansión sin avisar porque tenía que entregarle a Jugram unas cosas de la casa familiar.

- ¿Cómo era ese hombre? ¿pudiste verle la cara? -

-No. Solamente escuché su nombre. Shun-

-Shun...- me irrito cuando Urahara lo repite nuevamente –He conseguido algunos registros de los nombres del pueblo de esa época. Están muy borrosos y en lenguaje antiguo, pero creo que podría descifrarlos...o el mismo Soujun lo haría enseguida si...-

-Como se te ocurra meter a Soujun en esto te mato- le amenazo con una de las navajas que suelo tener en la mesa para abrir las cartas poniendo el filo finísimo a la altura de su cuello. –No quiero que tenga motivos para relevarse contra mí si sabe que estoy investigando su pasado-

- ¿Y qué me dices de ti, Starrk? - Abro los ojos de par en par cuando me mira fijamente cambiando de tema. - ¿Qué hay de tu pasado? No creas que Soujun es el único que me interesa, sigo teniendo curiosidad de cómo conseguiste dar con él y libera...- no le dejo ni terminar cuando le engancho de las ropas y le empujo con tal fuerza fuera del despacho que cae de rodillas al suelo. Le cierro la puerta en las narices cuando intenta hablarme y resoplo furioso restregándome la cara con una mano. Lo sabía...es un maldito desgraciado que solo quiere meter las narices donde no le llaman...y no sé por qué tengo la sensación de que Jugram está usando a Urahara para venir constantemente a sacarme información...¡¡Tsk! malditos...

Salgo al jardín llamando a Soujun sabiendo que le encontraré aquí y me extraña que no acuda a mi primera llamada, por lo que rodeo la mansión hacia donde está el estanque de las carpas de colores encontrándomele sentado en el bordillo con la cabeza agachada.

-Soujun ¿por qué no obedeces mi...? - abro los ojos al oírle suspirar algo cansado y cuando me mira veo que tiene las mejillas algo enrojecidas. Eso me asusta y excita por igual haciendo que me arrodille frente a él tomando sus manos.

- ¿Qué te pasa Soujun? ¿estás bien? -

-Sí...solo que hoy siento removido a mi demonio interior, no sé por qué...- poso mi mano sobre su frente notando lo caliente que está y cojo su mano para que se incorpore y me acompañe al cobertizo de los útiles del jardín. No quiero que Urahara le vea en este estado y mucho menos Jugram. Aquí nadie nos molestará.

-Soujun, déjame ayudarte...- noto cómo intenta apartarme cuando me vuelvo a acercar a él. Su rechazo me produce una punzada de dolor en el pecho, pero lo ignoro.

-Podría descontrolarme sin querer y hacerte daño...deja que me tranquilice un poco, no entiendo qué me pasa...-

Yo sí me temo lo que le ocurre. Esto es culpa mía. Suspiro profundamente viéndole jadear con dolor y antes de que pueda reaccionar, tiro de su collar quitándoselo de un tirón que le hace jadear, pero al mismo tiempo gruñir mostrándome sus colmillos cuando su otra parte toma el control. Apenas tengo tiempo de reacción cuando se me tira encima y me gruñe enfadado echándome algunas gotas de saliva en la cara.