9-Amenaza
**Renji**
--Flashback—
Recuerdo la mano dura y fría del samurái que me estaba llevando hacia mi nuevo hogar. Yo me limitaba a andar con mis pies descalzos y doloridos, viendo mi yukata viejo y sucio ondearse con los movimientos de mis piernas, observando la estela que dejaban mis huellas en el camino al pasar. Solía fijarme mucho en los detalles que me rodeaban, pues no había podido observar mucho el mundo hasta que me trajeron aquí y apenas recuerdo nada de lo acontecido hasta el momento...
-Kuchiki-sama, este es el nuevo aprendiz traído de tierras lejanas- el samurái me empuja haciéndome trastabillar y casi caer ante un hombre tan resplandeciente que me hace jadear por su fiera mirada. Sus ojos azules tienen un matiz gris que los hace más bonitos, aunque su expresión es tan amarga y triste que siento que no puedo acercarme a él.
- ¿Cuál es tu nombre? - su voz suena fuerte pero melosa, incluso algo rota. Es como si no quisiera existir, como si estuviera vivo por obligación, como si ya no tuviera nada que perder...y era una pena porque pese a su soledad, los cerezos que le rodeaban parecían envidiarle...
-Abarai...soy Abarai Renji, señor-
- ¿Qué son esas marcas en tu piel? - me sonrojo ante la pregunta que todos temen hacerme y por lo que mucha gente no quiere tocarme. Mis marcas negras repartidas por todo mi cuerpo desde que tengo uso de razón, son las responsables de mi desdicha.
-No...no lo sé...- el señor me mira con cierta curiosidad por mi respuesta relajando su rostro. –Pero no son venenosas, puede tocarme...-
-Eres tú el que no debe tocarme- abro los ojos asustado al ver cómo se incorpora del suelo impresionándome por su altura. –No lo olvides Renji. Obedéceme en todo...y tendrás una larga vida. Traicióname...y será lo último que hagas...-
--Fin del flashback—
Resoplo fuertemente mientras mantengo mi brazo encima de mi rostro cubriendo mis ojos. Hacía tiempo que no soñaba con ese primer encuentro, cuando entré a formar parte de este clan y conocí a mi amo. Se veía tan diferente a ahora...tan respetable, tan orgulloso y tan herido... ¿qué ha pasado para que haya cambiado tanto actualmente? Nuestro último encuentro fue demasiado excitante y no puedo ni mirarle a la cara después de eso. El amo de mi pasado jamás me hubiera tocado y menos lamido. Aunque sí sigue haciendo algo que no ha cambiado. Llamarme por mi nombre de pila desde el primer día...
- ¡Ichigo! - me incorporo de mi futón al verle pasar por el porche con un cesto de mantas en las manos. –Espera, tengo que hablar contigo- le intento agarrar del brazo notando cómo de repente jadea tembloroso y me mira asustado. Enseguida agacha la cabeza, sonrojado y sigue andando mientras yo insisto en seguirle.
- ¿Qué te ocurre? Llevas semanas ignorándome ¿he hecho algo mal? ¡¡Ichigo!!- vuelvo a agarrarle deteniéndole y aprieto los dientes al ver que no quiere ni mirarme a la cara.
-Déjame...no vuelvas a acercarte a mí, Renji...-
-Desde esa noche en que no volvimos a vernos has estado rehuyéndome. ¿Qué te ocurre? ¿ha pasado algo que no sepa? - veo cómo Ichigo abre los ojos de par en par, pero no mirándome a mí, sino tras mi espalda donde está mi amo mirándonos a los dos intensamente. Ichigo se suelta de mi agarre inmediatamente y se aleja de nosotros corriendo. Mierda... ¿y si sabe lo que pasó entre nosotros? ¡joder no hice nada!! ¡¡me controlé y no llegué a más!
-Renji- cierro los ojos estremeciéndome al escuchar a mi amo e intento no girarme. - ¿Qué ocurre? ¿por qué no te volteas con respeto? -
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"Carne débil"
FanficMe perteneces. Tu piel, tus músculos, tus huesos, tu alma y hasta tu corazón. No hay discusión posible, la lealtad es tu único principio, el deseo tu única voluntad y el placer tu única salvación... Porque esas son mis reglas. Porque este es mi reto...