"Carne débil"

Capítulo 15: Pacto

15-Pacto

**Grimmjow**

--Flashback—

Retuerzo con todas mis fuerzas el paño que hay entre mis pequeñas manos para escurrir toda el agua posible. Abandono el jardín para entrar en el dojo corriendo a gran velocidad hasta la habitación donde mi hermano mayor ha empezado a gritar dolorosamente y está revolviéndose en el lecho mientras los criados intentan controlarle sin mucho éxito.

- ¡Soltadme!!! ¡¡os mataré!!! Argggh!!! ¡¡os mataré a todos!!!- observo horrorizado como la piel de mi hermano empieza a escamarse y sus manos se transforman en garras afiladas que en un descuido cruzan la cara de uno de los criados rasgándosela tan salvajemente que le arranca hasta un ojo.

El alarido del criado hace que mi hermano recobre un poco el juicio y cuando me ve en la puerta, con piernas temblorosas y jadeando, su mirada pasa de avergonzada a furiosa.

-Nii...nii-sama...-

- ¡Sacadle de aquí!!! ¡¡os dije que no le dejarais venir aquí!!! ¡¡FUERA!!-

Intento soltarme del agarre del criado que me levanta en vilo del suelo para sacarme corriendo de la habitación mientras mi hermano grita a la par que yo. No es justo...él no se merece esta maldición...mi hermano es bueno...siempre lo ha sido, yo solo quiero ser como él...por favor...no me le arrebatéis...¡¡¡no lo hagáis, malditos demonios!!!

--Fin del flashback—

- ¡HYO!!!- alzo mi mano abierta hacia el techo cuando abro los ojos y me doy cuenta de que he tenido la misma pesadilla de siempre. Chasqueo la lengua entre mis dientes mientras me levanto del futon y me cubro con un yukata para salir al pasillo dirigiendo mi mirada de reojo hacia la habitación sellada que hay a mi izquierda.

No puedo evitar apoyar las yemas de mis dedos en la puerta sintiendo una punzada de dolor por la ausencia de la persona que debería seguir a mi lado. Si mi hermano mayor pudiera verme ahora convertido en el gran samurái que soy ¿se enorgullecería de mí?

-Nii-sama... ¿porque no pudiste vencerle? ....-

Desvío la atención de la puerta al oír unos intensos gemidos proveniente de la habitación donde Ichigo está hospedado. En lo poco que lleva en nuestro clan, apenas ha pronunciado palabra y se ha limitado a trabajar sin descanso para conseguir la aprobación de mis subordinados y de la mía propia. Yo aún no puedo evitar mirarle con algo de asco por haberse entregado a un demonio y más al saber que sigue ocultando la marca. Los demonios no suelen dejar a sus presas libres y estoy deseando de que ese diablo se aparezca para que pueda hacerle frente. Ichigo es el reclamo perfecto para saciar mi sed asesina de mata demonios. Aunque en el fondo lo que más me duele y avergüenza, es que se haya dejado dominar por un demonio antes que por mí.

Me asomo por la rendija de la habitación abriendo los ojos al ver a Ichigo recostado boca abajo en su futón, con el culo en pompa hacia arriba, desnudo de cintura para abajo, metiéndose en el ano un palo recubierto por una tela blanca para no herirse internamente. Parece totalmente fuera de control mientras se saca y mete el palo como si la vida le fuera en ello, aunque las lágrimas corren abundantemente por su rostro mientras jadea con vicio.

-Ah! ¡Ah!! Dioses... ¡ah! necesito más...ah... ¡MÁS!! ¡¡maldición!!-

Gruño molesto por haberme excitado con solo verle y decido volver a mi cuarto para alistarme con la armadura, coger mi caballo y salir fuera del cuartel para ir hacia el clan Sakura. Si me quedo más tiempo allí me volveré loco y lo terminaré pagando con él. Esa lascivia...me mata. Sé que desea ser follado de nuevo por ese demonio, los esclavos se acostumbran a fornicar con esos monstruos y más con la marca dominándoles. En el fondo me arrepiento de haberle acogido en mi cuartel. No tengo ninguna esperanza de saciar su lascivia con mi cuerpo humano. No pienso ser humillado como hombre ni como samurái. Voy a vengarme. Reuniré a los hombres necesarios para acabar con los demonios de una vez. El plan ya está en marcha y sé que tengo que contar con su ayuda.