Capítulo 11: Tentación

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11-Tentación

**Byakuya**

Fruño el ceño abriendo los ojos al aspirar un aroma en el ambiente que reconozco. Es el olor a demonio y no procede precisamente de mí sino del exterior.

Me incorporo de la cama justo al mismo tiempo que Renji pide permiso para entrar en mi habitación. Cuando miro sus ojos, noto que algo estalla en mi interior, pero me contengo mientras él saca un kimono limpio del armario para vestirme.

-Amo...- Renji me susurra cuando yo alzo una mano para acariciar su cabello y le robo un corto beso en los labios que le hace cerrar los ojos. –Por favor no siga...-

- ¿No extrañas mis besos? - Renji se muerde el labio inferior haciéndome sonreír brevemente de malicia mientras bajo mi mano hasta su entrepierna provocándole un estremecimiento. - ¿No echas de menos mis caricias? -

-No sé a dónde va esto- le miro sin entender sus palabras viendo cómo sus ojos me observan más brillantes. –Sé que soy su marioneta para protegerle y luchar por usted ¿pero también soy un juguete sexual? -

-Tú serás lo que yo diga Renji- me responde con un gruñido desafiante que tomo como una ofensa, pero desvío mi vista hacia la puerta entreabierta por la que acaba de pasar rápidamente Kurosaki abrazándose a sí mismo y encorvado.

-Prepara a los hombres para que se reúnan en el patio. Ya discutiremos esto después-

- ¿Por qué? ¿salimos de misión? – le lanzo una mirada de superioridad para que no cuestione mi orden y le veo salir mientras yo mismo me visto relamiéndome los labios. Por fin ha llegado el momento. Jamás pensé que sería tan vengativo, pero todos los pecados demoníacos se están haciendo más fuertes en mi interior.

Espero brevemente antes de salir al patio viendo con admiración como Renji ha reunido a todos rápidamente, incluso a los cocineros y los aprendices que mantienen la cabeza gacha al verme pasar. Me pongo en medio del círculo oyendo las pisadas de mis guetas entre tanto silencio y miro fijamente a Renji que me mantiene la mirada expectante.

-Kurosaki Ichigo, da un paso al frente- todos los hombres abren los ojos y miran hacia el aprendiz que aprieta los dientes permaneciendo inmóvil. Uno de mis samuráis le empuja hacia el centro haciéndole caer de rodillas para obedecerme y Renji hace el amago de adelantarse, pero le miro tan oscuramente que permanece callado y quieto.

-Este aprendiz con el que habéis compartido vuestro día a día, ha osado cometer un pecado imperdonable- camino alrededor de Ichigo que me mira de reojo con rabia abrazándose el vientre con manos temblorosas. –Ha permitido que un demonio entre en el cuartel para seducirle y dejarse llevar por el placer prohibido de la carne-

Mis hombres empiezan a hablar entre ellos escandalizados y Renji aguanta la respiración negándome con la cabeza.

-Amo ¿Qué pruebas tiene de ello? ¡es imposible que Ichigo haya estado con un demonio!!-

-Vas a tragarte esas palabras, Renji...- desenvaino mi katana ante el miedo de todos y doy un corte transversal delante de Ichigo que le hace jadear al igual que a Renji. Por un momento reina la tensión y el silencio hasta que el kimono de Ichigo se rasga en dos dejándonos ver a todos, su vientre abultado marcado por el símbolo de la estrella de cinco puntas invertida dentro de un círculo negro. Renji le mira con consternación y el resto de hombres empiezan a hacer gestos de asco y rechazo.

-Lle...lleva la semilla del diablo en su vientre...esa marca es inconfundible...-

-¡¡¡Le ha poseído un ayakashi!!!¡¡debemos matarlo!!!-

"Carne débil"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora