Capítulo 16: Laberinto

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16-Laberinto

**Haruka**

Miro detenidamente la piel de mi brazo erizada por el placer de estar oyendo un constante eco de gemidos retumbando por donde quiera que pasamos. Hay demonios y humanos follando por toda la granja, en cualquier recoveco, en distintas posturas y en grupos, tríos o incluso intercambiándose en mitad del acto. Esto es demasiado para mí, jamás había visto cosa igual, mi parte demoníaca está muy excitada, no podré contenerme mucho.

-Soujun ha podido hablar con el amante del rey- Kenpachi llama mi atención cuando me enseña una pluma negra que ha venido sobrevolando hacia nosotros con un mensaje de Soujun escrito mágicamente. –Los altos cargos y los más allegados van a reunirse en otra sala. Asistiré mientras tú esperas aquí escondido-

-No pienso esconderme en ningún sitio, estaré bien-

-Deja de comportarte como un mocoso y haz lo que te digo joder- jadeo cuando Kenpachi me empuja hacia un granero de paja refugiándome en una esquina oscura alejado de la vista del resto de demonios. –Recopilaré información valiosa de tu interés-

-No olvides a quien perteneces- veo como frunce el ceño ante mis palabras y alzo el mentón desafiándole. –Quiero que sigas siendo Kenpachi. Es tu deber hacia mí-

-Tranquilo princesa, no es fácil olvidar tu magnífico culo- voy a protestarle cuando desaparece en uno de sus remolinos que me deja varios mechones de pelo sobre el rostro. Maldigo su estampa entre dientes cruzándome de brazos y miro a mi alrededor. Este sitio da escalofríos, está húmedo y demasiado oscuro. La pareja de demonios que están follando cerca de mí están tumbados sobre el pajar, a una distancia considerable para no ser visto.

- ¿Qué haces ahí tan solito precioso? - siento un escalofrío cuando veo encima de mi cabeza a un demonio levitando que me sonríe enseñándome sus afilados colmillos. - ¿Juegas al escondite? ¿qué tal si jugamos juntos??-

¡Maldición! Ese baka pensaba que aquí estaría a salvo, pero ¿es que no sabe que hay demonios más astutos y con mejor orientación que él para encontrar presas?

Miro al horrible demonio con una mueca de superioridad mientras él ríe echándome su asqueroso aliento sobre el rostro.

-Jujuju, que bonito eres, voy a devorarte por com... ¡aaaaaagh!!!!- sin pensármelo agarro su brazo traspasándole mi veneno con solo tocarle y sonrío malicioso al ver cómo su cuerpo empieza a tornarse violáceo hasta que cae muerto al suelo fulminado. Se nota que era un demonio de bajo nivel, me ha bastado excitarme un poco al enfadarme como para rematarlo enseguida. Tsk! que patético.

Salgo de mi escondite seguro de mí mismo de poder defenderme cuando de repente noto como alguien me alza del brazo y le miro desafiante para envenenar a uno nuevo hasta que sus ojos rojos me traspasan paralizándome.

-Vaya, vaya...esto sí que es una agradable sorpresa- jadeo de dolor cuando noto que me quiebra la muñeca y uso mi otra mano para apoyarla en su pecho transmitiéndole mi veneno. No...no puede ser...no le está afectando...

-Oh Haruka. Tan rebelde como tu madre- noto cómo me tira al suelo de una bofetada tan fuerte en la cara que me parte la nariz en el acto. Veo como la sangre termina en el suelo tras resbalarme por la boca y la barbilla haciéndome gruñir.

-Kisama...- maldita sea, es tan grande y alto como Kenpachi, no hay duda de que este es el anterior rey, Yhwach. No le había visto nunca en persona tan cerca pero obviamente los rumores sobre él llegaban a todas las granjas y más a las de mestizos.

-Así que el mestizo huido de la granja 715 eras tú, pequeño. No podía ser otro-

- ¿Y ahora qué? ¿vas a devolverme allí? No te será tan fácil esta vez-

"Carne débil"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora