Cap. 5- Caballo

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¿Saben? Particularmente yo escribo capitulos largos porque 1- estoy inspirada, 2- describo mucho todo, sentimientos, expresiones, toda vaina y 3- cuando leía fanfics ODIABA esperar una semana o más para un cap que fuera de mil palabras de mrda que solo me dejaban enojada, angustiada y con GANAS DE COMETER UN ASESINATO.

El hecho de que mi era de leer fanfics ya haya pasado no quiere decir que superé los traumas. Las historias que leí, las que amé y que quedaron a la deriva marcaron mi vida y me convirtieron en un ser despiadado :V okno, pero se llevaron mi amor a la lectura de fanfics, supongo, ahora no confío en otras escritoras, confío en mí, leo y releo lo que escribo para hacerlo mejor... pero al parecer no lo hago mejor nada xD

A partir de ahora seré de esas escritoras que actualizan una vez por semana 1k de palabras ¿por qué? Ja... jaja... por marketing, a la gente le encanta sufrir, esperar y odiar... son los hobbies favoritos de las lectoras, ¡MÁS DE LAS DE MIS SHIPS IMPOSIBLES! En serio, miren, contarán los días y las horas, se los prometo por la luz que así tenga el siguiente capitulo completo no lo subiré hasta el 20 de marzo luego de las 4 am de mi país.

Recuerden votar y comentar, agradecer que soy deidad y que decidí actualizar 2 veces esta semana. Chaito, se me cuidan, cojan y beban mucho en mi honor... aunque odio beber, pero háganlo.

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—Noveno día del mes del viento, caso número dos siete cinco cero, guion s. —Kara ni siquiera se molestó en mirar al hombre que estaba hablando, solo mantuvo su mirada fija en el enorme vitral del lugar —. Encontramos a la acusada, Kara ZorEl, culpable por el asesinato de seis hombres, daxamitas. Además, por su condición de kryptoniana será llevada a la guillotina mañana durante el alba.

Una brisa trajo consigo la risa burlona de Lena, y Kara soltó un suspiro al no poder observar aquellos ojos verdes entre el lugar.

Desvió su mirada a un guardia, el cual retrocedió lejos de ella al recibir su mirada y Kara rió un poco, encontrando divertida la actitud de todos los presentes en aquella sala para con ella, pues; desde el momento en que había dicho aquel apellido que Lena le exigió decir; todos parecieron comprender algo que ella y no y por tanto guardaron distancia de ella.

—Ahora quiten esta kryptoniana de mi vista y que la reina Rhea jamás se entere de esto.

—Señor. —fue la respuesta de dos de los guardias, que se acercaron a ella para sostenerla de los brazos y llevarla fuera del lugar.

El camino a su celda le pareció más largo de lo que había sido antes y se enteró que, por órdenes del capitán de la guardia del pueblo, sería movida a una con mayor seguridad.

Permitió sin reñir que colocaran grilletes tanto en sus manos como en sus pies, grilletes que la mantenían atada a la pared de piedra fría y observó con frustración la luz entrar por una pequeña ventanilla.

—Oh, pero que amable acción por parte de la guardia servirte para mí así. —escuchó la voz de Lena y miró a su alrededor con una de sus cejas alzadas, sin lograr divisarla —. Buen provecho.

—¿Qué planeas? —preguntó Kara cuando, finalmente, Lena apareció en el interior de la celda y estaba dispuesta a morder uno de sus pechos —. Con todo esto... ¿qué tienes en mente? ¿Dejarme morir?

—Te lo dije ayer... te mantendré con vida.

—¿Lo harás? Porque fui condenada a la guillotina y... ah. —Lena se apresuró a soltar sus grilletes, sonriéndole con amabilidad a la rubia cuando estuvo en el suelo —... gracias.

La Doncella VerdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora