Cap. 16- Pestilence

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Wey… amo Chile, las chilenas son tan afortunadas de vivir en un país tan bonito y con gente tan amable, neta… se rifan :,v

Pero el frío en esta época me tiene congelada hasta la inspiración, okno, hermanas que tardo tres horas escribiendo algo que escribiría en una porque no siento los dedos JAJAJAJAJAJA NO MAMEN, ES EN SERIO EL CEL NO RECONOCE MIS DEDOS, AIUDA XD

¡Ya saben que amo sus votos y comentarios! Se vie ne lo chi do sha bazzzz. Quería dejarles acá a Kara frente a la Reign, pero ya nada pos, para el próximo cap será porque NO SIENTO LOS DEDOSSSSSS AAAAAAAAAH GOKUUUU.

Se me cuidan shabaz, y en serio… la que tenga un par de guantes extra ya le envío mi dirección porque hostia tías me congelo :v

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Lena apareció a las espaldas de Kara en el establo.

Ella se encontraba sentada en un pequeño banco, a un lado de la vaca que ordeñaba con fijación. Su aliento creaba un pequeño cúmulo de humo debido al frío y Lena giró sus ojos al ver sus ropas.

—Tú sabes… —Kara dio un respingo con el sonido de su voz y Lena no pudo evitar sonreír al haberla asustado—… la ropa que te di es de un material que te abriga bien del frío.

—Lo noté. —respondió la rubia, continuando con su trabajo—. Apenas me la quité me sentí como un pequeño pollito tembloroso. —Lena carraspeó y fue por ello que Kara giró su cabeza para poder verla, regalándole una sonrisa antes de volver a fijar su atención en su trabajo—. La lluvia sólida se acerca.

—¿La qué? —preguntó la elfa, apartando el balde que Kara llenaba con esmero y llenándolo por completo con su magia.

—Lluvia sólida. —repitió Kara, frunciendo un poco su ceño a Lena. Se acercó a darle una pequeña probada a la leche, encontrando su sabor distinto a la usual, pero un poco más dulce y delicioso—. ¿Qué es esto?

—Leche, ¿qué más podría ser? —aclaró la elfa, acariciando la piel de la vaca con lentitud—. Tu leche es para tus retoños.

—¿Qué clase de leche es? No sabe a la usual. —insistió la rubia, mirando a Lena.

—Bebida de almendras. —La rubia arqueó una ceja a ella y Lena soltó un suspiro—. Es una bebida vegetal, fácilmente podría pasar por leche de vaca.

—Oh, wow… —Kara abrió sus ojos sorprendida

Tomó una pequeña taza cercana, dispuesta a tomar un poco de leche del balde. Lena la detuvo, rellenando la taza con su magia y observando a la rubia beber aquel líquido. Kara acentuó su gesto de sorpresa, regalándole una sonrisa a Lena segundos después para terminar de beber de su taza.

—¡Es deliciosa! —exclamó la rubia luego de lamer sus labios.

—Correcto. —Fue toda la respuesta de Lena, que volvió a acariciar a la vaca—. ¿Qué decías de una lluvia sólida? —preguntó interesada.

—Oh, ya sabes… la lluvia blanca y espesa. —explicó Kara, dejando un balde a un lado para tomar otro.

—Nieve. —soltó Lena, riendo un poco ante la ignorancia de la rubia—. Yo lo hago. —Quitándole el balde, Lena lo colocó junto a los demás vacíos y los rellenó en un instante—. ¿Por qué tienes esas ropas si sabes que se aproxima el invierno? Te congelarás.

—Porque no quiero ensuciarlas con estos trabajos. —Al instante en que escuchó eso, Lena borró la sonrisa que adornaba su rostro, poniéndose totalmente seria—. ¿Qué?

La Doncella VerdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora