Cap. 14- Mi héroe

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In the middle of the night (niiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiight), in my dreams (my dreeeeeeeeaaaaaaaams) you should see the things we do (we do!), baby (babyyyyy) Mmmmmm (eeeeeeehhh)

La que no le guste Taylor Swift es hetero. SU DIOSA HA HABLADO.

Hablando de heterosexualidad, las advierto para las que han leído y no cachan que Lena tiene pito: El siguiente capítulo posee contenido heterosexual. Se nos viene la purificadora ahre :u

Lo siento por tardar en actualizar hoy :( iba a ser doble capa seguido pero deben entender que soy una Diosa en otro país y pues no tengo tanto tiempo como antes, la vida es dura y mi nueva sobrina jode un chingo xD o sea le doy toda mi atención porque tiene un mes y mi hermana debe trabajar :( así que lo más probable es que tarde muuuucho en actualizar de nuevo ¿Están bien con eso? ¿No? Bueno paguenme :u digo, lo siento.

Ya saben que amo sus votos y comentarios y todo lo que le puedan dar a la historia UwUr Nos volveremos a leer en un mes :u adiosito, se me cuidan.

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Apenas recobró la consciencia, lo primero de lo que se percató fue del bullicio.

Parecía haber un alboroto en algún lugar cercano, como si las personas no pudieran parar de hablar en un tono alto que para ella sonaba como un criadero de gallinas durante el alba.

Abrió sus ojos y solo se encontró con una oscuridad sofocante. Pestañeó varias veces, tratando de usar su magia para poder ver en la oscuridad, sin embargo, una punzada en su cabeza la hizo quejarse en voz alta.

Lena observó las runas en su piel con enojo, pues las mismas habían resplandecido en aquel verde esmeralda, dándole a entender que se estaba esforzando más de lo que podía.

Las personas fuera de la especie de habitación en la que se encontraba continuaban en lo suyo, y Lena no podía estar más confundida. ¿Estaba en prisión? ¿Rhea la había aprisionado? ¿Y Kara?

Se sentó en su sitio con rapidez aun cuando su cabeza y los brillos de su piel le advirtieron de su estado casi crítico.

—Kara. —miró a su alrededor, notando que no había nadie más en la habitación —. ¿Dónde está? Neces- ugh... madre.

La kryptoniana está con vida... gracias a ti. —escuchó un susurro que trajo el viento y soltó un suspiro de alivio.

—Eso es un consuelo. —quiso volver a recostarse, sin embargo, volvió a hacerse otra pregunta —. ¿Dónde está?

El viento te guiará. —apenas ese susurró llegó a sus oídos una fuerte brisa sopló a sus espaldas y ella cerró sus ojos, tomando una larga respiración —. Aquí está ella.

Abrió sus ojos de nueva cuenta y descansó su cuerpo de un muro de piedra frente a ella. Miró por el borde del muro, divisando a Kara en la lejanía. La rubia se encontraba entre la multitud de personas del pueblo, quienes parecían estar en una especie de celebración, pues había una enorme fogata encendida en medio de la plaza central y todos a su alrededor bebían cerveza o bailaban al ritmo de laúdes, flautas y tambores.

La Doncella VerdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora