La Doncella Verde

Cap. 20- Monarquía

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH REIGN TE AMO CHIQUITAAAAA, HAZME A RUBYYYY. Aveda, ya la parió :’(

Se sigue buscando persona de nacionalidad chilena mayor de edad (alv porque ya no exijo tanto po) para relación seria. Ofrezco romance descabellado y palabras de amor tierno como el que leen en mis fics porque sí así de romántica soy alv. Si quieren una relación tóxica igual me presto para celarlas hasta de sus hermanas, aunque no puedo ser celosa porque estoy DI-VI-NA :v si quieren hijos, yo se los paro al pedo. Si quieren Sanvers mejor ni me escriban xD

Ya nadaaaa, recuerden votar y comentar shabalez, recuerden tmb que las amo a todas (pero más a la que se case conmigo, neta, a esa le pongo un altar encima de mi altar)

Se me cuidan alv UwUr

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Lena sintió la brisa invernal chocar en su rostro y soltó un suspiro de aburrimiento, que se convirtió en un pequeño humo debido al frío que hacía en el bosque. Alzó su mirada del suelo, encontrándose al instante con los ojos ámbar de la elfa oscura que comandaba; junto con otras dos mujeres; aquellas tropas que marchaban a Sirulos con la nieve cayendo sobre ellos.

Lo que le aburría era eso… que marchaban… a pie… como si ella no pudiera aparecer y desaparecer en la granja de los Danvers en un instante.

Alzó un poco su mano para acariciar su cuello, pues lo sentía doler por la larga noche que había pasado, intentando convencer a Kara de que la decisión que tomó su hermana era la mejor. Pestilence estrechó sus ojos a ella antes de apresurar a su caballo para alcanzar a sus hermanas.

Escuchó un gruñido a su derecha y por fin recordó que Kara venía a su lado.

La rubia no había parado de mirar con enojo el caballo negro en el que iba la mujer morena que había partido su nariz no una sino dos veces. La elfa supuso que el verdadero enojo de Kara no residía en el hecho de que la lastimó, sino de lo que había sucedido cinco noches atrás en aquel pueblo en el que permanecieron sus hombres sin líder alguno.

Reign les había notificado que dejaría Anglika por un par de semanas, les explicó que tomaría el mando en aquel pueblo por los medios más diplomáticos y que Pestilence volvería para guiarlos al nuevo lugar en el que permanecerían. Pero lo que a Kara tanto le había molestado fue que Reign anunció su compromiso con Alex, dejándole en claro a sus hombres que debían respetarla y servirle tanto como lo hacían con ella.

La rubia se había mantenido todos los días con un gesto de enojo y molestia, desde que; al partir de Anglika; Reign le tendió su mano a Alex y viajó con ella en su caballo.

Kara tuvo que observar desde una distancia considerable cómo Reign parecía tener atenciones con su hermana mayor e incluso; cuando el sol comenzaba a ocultarse y todos preparaban sus tiendas; Reign dormía en la misma tienda que Alex.

El solo imaginar que su hermana era tocada por aquella asesina de algún modo hacía su sangre hervir del enojo.

—Es detestable. —gruñó Kara, soltando un bufido que Lena pudo divisar debido al humo que salió de su boca. Se habían detenido en un sendero para comer lo que algunos de los hombres cazaron—. Ella es una idiota.

—Sí, Alex no parece pensar eso. —respondió Lena, mirando cómo la morena caminaba hasta Alex para entregarle una flor invernal, con rocíos pegados a sus pétalos. Alex le sonrió un poco antes de tomarla en sus manos—. De hecho, parece pensar lo contrario a ti.