Cap. 19- Compromiso

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Cuando les vaya mal recuerden que siempre, SIEMPRE, les puede ir peor :,u

SE BUSCA CON URGENCIA chilena entre 25 y 27 años para que despose a su magnífica, perfecta y luminosa Diosa. Okno, cálmense… hay amor para todas :v

Chicas… *suspiro de cansancio*... nada, recuerden votar y comentar. Cuídense neta, no se me enfermen. Salu3.

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Sentía la mirada enojada de Kara sobre ella.

Los ojos azules tenían aquel brillo de disgusto que había tenido días sin ver antes de que la secuestraran. Sabía a la perfección el motivo, sin embargo, omitió el hecho y acercó su mano derecha a la barbilla de Kara, obligándola a levantarla para mirar las heridas en su piel con mayor detenimiento.

La sangre en su nariz estaba congelada; así como la mayoría de heridas que poseía la rubia; y Lena sintió unas enormes ganas de reclamarle a las worldkillers, no obstante, sabía que no era conveniente.

Lo primero que sanó fueron sus labios levemente morados por el frío. Sanó la herida que poseía en éste y se aproximó con la intención de calentarlos con un cálido beso, pero la rubia desvió su cabeza, evitándola.

—Comprendo que estés enojada. —habló por primera vez la elfa, tomando de nuevo su barbilla para obligarla a darle la cara de nuevo—. Lo entiendo, Kara.

—¡No, no lo entiendes! —exclamó la rubia, removiéndose en su sitio en la cama en la que se encontraba—. ¡Trajiste a mi hermana aquí, la vendiste como si fuera ganado!

—Ella fue quien me dio la idea, Kara. —Presionando la nariz de la rubia, Lena la hizo soltar un quejido de dolor cuando le dio un tirón para sanarla—. Si hubiera otra manera de salvarte, yo la habría encontrado, pero hubiera tardado mucho más tiempo… tiempo que claramente no ibas a permanecer con vida. —se excusó Lena, mirándola de arriba abajo con algo de preocupación—. ¿Qué te hicieron?

—¡¿Por qué mi hermana?! —volvió a quejarse Kara, dejando de sentir el dolor punzante en su nariz—. ¡Hay cientos de jóvenes en Sirulos dispuestas a casarse con esta asesina! ¡¿Por qué Alex?!

—Te repito que ella fue quien me dio la idea, yo estaba pensando en venir aquí y matar a tod-

—¡¿Y qué te detuvo?! —la interrumpió Kara, intentando levantarse de la cama, pero fallando al sentir todo su cuerpo adolorido—. ¡Siempre asesinas sin dudar!

Lena la miró confundida y ladeó un poco su cabeza a ella.

—Pensé que no te gustaba que asesinara sin pensar… —dijo extrañada la elfa, llevando su mano al abdomen de Kara y utilizando su magia para sanar las heridas internas de la rubia—. Pensé que eres sensible y siempre quieres ver la otra cara de la moneda, así que por primera vez intento hacer lo mismo que tú… pero… ¿no quieres que lo haga?

—¡Lena, todo esto comenzó porque quería liberar a mi hermana de su dolor! —se quejó Kara, soltando un quejido de dolor—. ¿Para qué la liberamos de su dolor, entonces? ¡¿Para lanzarla en un abismo repleto de espinas y hiedra venenosa?!

Lena se mantuvo en silencio, analizando lo que la rubia estaba diciendo. Si bien, lo único que quería conseguir Lena era entrar a Anglika y una vez allí determinar sus opciones, la idea de Alex le pareció la más conveniente estratégicamente.

Había pensado en ver sus posibilidades dentro de Anglika, pero apenas divisó los distintos magos y guerreros del lugar supo que ellos no iban a caer en algo tan absurdo como unas flechas mágicas o unas reservas envenenadas como los soldados daxamitas. Mucho menos si Reign poseía como aliada una elfa oscura que la conocía.

La Doncella VerdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora