La Doncella Verde

Cap. 10- Mirada

5mentarios. *super old school* No tengo nada que decir, porque no tengo universidad, no tengo trabajo, no tengo vida porque NO HAY LUZ.

Creo que la cordura me abandona cada vez que la luz se va, cuento las horas, los minutos, los segundos... la vida es larga shabaz, los que decían que "es corta" no se les iba la luz y no entendían la complejidad de estar en una habitación enfermo y con nada más que tu alma y tus ideas acompañándote.

Agradezco sus comentarios y sus votos UwUr

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Dieciseisavo día del mes del viento, y Lena no pudo evitar aparecer en el interior de la habitación que Kara compartía con su hermana adoptiva.

La observó respirar lentamente, descansar de sus ajetreados días tanto en la granja como en el pueblo, el cual visitaba ahora luego del almuerzo hasta pasada la noche. Ella y los hombres del pueblo sabían que Rhea no dejaría impune lo que se había llevado a cabo en ese pueblo fronterizo y estaban ideando tácticas para enfrentarse, siendo menos de cincuenta, a un ejército de cien o más.

Se acercó a la cama de Kara, sentándose a su lado en ella y mirando a la rubia desde un mejor ángulo.

Rozó su nariz con la punta de sus dedos, haciendo a la rubia fruncir un poco la misma y moverse en su lugar. Sonrió al verla, pues tenía un aspecto bastante infantil. Le parecía increíble lo hermosa que podía llegar a ser esa joven sin siquiera quererlo.

Se suponía que debía decirle que moviera a los azulejos, pero ¿cómo? Kara le había dicho que guardara sus distancias, así que... ¿cómo le diría que moviera aquellos azulejos?

—¡¿Qué carajo?! —Lena se puso de pie en un pestañeo y apuntó su mano en dirección a Alex, que la miraba estupefacta desde su cama —. ¿S-Señorita Luthor? ¿Qué hace aquí?

Ella podría servir.

—No le digas a tu hermana que he estado aquí y yo no le hablaré a tus padres de tu amorío.

—¿Q-Qué?

—Te ves con una mujer del pueblo a escondidas, la hija del carpintero; quien por cierto no tiene trato alguno con tu padre debido a ciertos desacuerdos del pasado. La besaste ayer a las tres y cuarto de la tarde mientras Kara ayudaba a los pueblerinos a construir una trampa en la tierra para próximos ataques. —Alex abrió sus ojos con sorpresa, sintiendo su rostro arder por las palabras de Lena. Asintió con su cabeza, aceptando el trato de Lena —. Bien, veo que nos entendemos.

—P-Por supuesto.

—Así que... tú creciste con ella.

—Correcto.

—Y... ¿qué le gusta? —preguntó Lena, mirando a Kara con interés y acariciando su cabeza con cariño —. Quiero decir... en una persona ¿qué le atrae?

—Bueno... le gustan ¿los hombres? —Lena le dedicó una mirada de advertencia y Alex tragó con fuerza, sonriendo con inocencia ante su pequeña broma —. No lo sé, hasta hace una semana le gustaba Mike.

—¿Por qué él?

—Ella decía que era atractivo, aunque a mi parecer es una delicada dama.

Lena soltó una risa ante su comentario y por fin Alex dejó de sentir la extraña atmosfera tensa que había en el ambiente desde que descubrió a Lena en la habitación.

—¿Una delicada dama? Podría decirse... —Lena se miró a sí misma y luego giró para mirar a Alex —. ¿Acaso no parezco una delicada dama?

—Espera, espera... —Alex sonrió con algo de coquetería a Lena —, ¿quieres gustarle a mi hermana?