3- Los besos que nos dimos.

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Narra emilio. 

Me moría por probar los labios de joaquín, era una sensación extraña, pero necesitaba hacerlo, estaba seguro que a penas lo besara me sacaría las dudas, a mi padre se le ocurrió que practicáramos la escena del beso supervisados por él y los de producción, pero necesitaba aprovechar e intentarlo a solas, así que me dirigía a la casa de joaquín, para poder hacerlo a gusto, ya que con los otros no podría hacerlo, me sentiría incomodo y no podría aclarar nada. 

Toque el timbre y joaco salió en pijamas con unas pantuflas de stitch, su cabello alborotado y sin camisa, se veía hermoso y sexy. 

-Emilio qué haces aquí y tan temprano? 

-Es-es que- comencé a balbucear-quería que practicáramos el beso a solas, sin gente encima de nosotros. -dije sin más, esperando su respuesta, su cara era como de asombro. 

-Está bien pasa, espérame en la sala mientras me cambio. 

En estos momentos estaba más nervioso que nunca, no sabía como actuar, saqué el folleto para practicar los diálogos, sentía que se me había olvidado todo, joaquín de seguro ya se sabe todo. En eso regresó ya cambiado, se veía hermoso. 

-Bien empezamos. 

-Okey... 

-Alguna vez pensaste en esto?

-Ari este es el momento que siempre espere, te amo hasta el infinito tahi. -nuestras miradas se encontraban unidas, se sentía tan bien, su mirada me hacía sentir en paz. 

-Temo, tu eres el amor que siempre necesite con todos los colores, mi tahi, no vamos a esperar más. 

Poco a poco fuimos uniendo nuestros labios hasta casi rozar nuestros labios y sin más chocamos nuestros labios, cerrando los ojos, mis manos por sí solas comenzaron a rodear su cintura, mientras que las suyas rodearon mi cuello, el beso se sentía cálido, no fue un beso cualquiera, en ese beso dejé de usar mis labios para darle espacio a mi corazón. 

Nos separamos por falta de aire para seguir besándonos tal como el libreto lo indicaba aunque en ese momento no había ningún libreto, solo eramos él y yo o por lo menos así lo sentía yo, hasta que nos separamos, nos quedamos mirando un momento a los ojos, que había hecho, me empecé a poner nervioso y por lo que noté joaquín también. 

-lo mejor será que te vayas. -mencionó joaquín, lo había arruinado, había arruinado nuestra amistad.

-Está bien. 

Fue lo único que pude decir, saliendo de allí sin rumbo alguno, tenía mucho que pensar.  En medio del camino lo único que vino a mi mente fue "ni con maría había sentido, lo que sentí hoy con joaco" 

Narra joaquín.

Fue el mejor beso que había dado en mi vida, uno de esos donde quieres que el tiempo pare y morir ahí, pero esto estaba mal, ¿emilio me estaba besando de la misma manera que besa a su novia? lo único que quería en estos momentos es que se fuera y así se lo dije 

-Lo mejor será que te vayas. 

-Está bien. 

Subí a mi habitación y me puse a llorar, no entendía por qué me había besado de esta manera, en el folleto no especificaba como debía ser el beso, pero ese beso no fue un simple beso de practica, fue un beso de amor, eso lo sentía en el fondo de mi ser, no entendía nada, pero de lo que sí estaba seguro es que emilio me gusta, me encanta.  

Al día siguiente llegué al set, por desgracia emilio aun no llegaba, necesitaba hablar con el antes de iniciar, ya que hoy practicaríamos el beso, en peor momento no podía ser, cuando hay tensión de por medio, cuando emilio llegó sus ojos se dirigieron directamente a mi y me tiró una sonrisa, este hombre me va a matar de amor. 

Nos saludamos aunque sí se notaba la tensión que había, iniciamos los ensayos, pero el beso no quería salir, por más que lo intentáramos, seis veces lo intentamos, pero nuestros labios no parecían encajar, mis nervios eran demasiados, luego de lo que ocurrió ayer no sabía como actuar y por más que me moría de besar esos labios de nuevo, el ambiente no era el apropiado y no resultaban los ensayos. 

-Todo mal, que les pasa hoy chicos? -Mencionó osorio con un poco de furia

-Solo estamos un poco cansados -mentimos ambos, aunque al padre de emilio es imposible mentirles. 

-A mi no me engañan, algo pasa entre ustedes, ya no habrá más ensayos, tienen hasta mañana para resolver sus diferencias. -se fue mientras emilio y yo solo compartíamos miradas de nervios.

-Tenemos que hablar. 

-Sí. 

Narrador omnisciente.

Se fueron a un parque para hablar las cosas con calma. 

-Sobre lo de ayer, creo que se nos salió de las manos, yo no soy gay y eso no debió pasar.  

-Habla por ti, a ti fue al que se le salió de las manos, yo no siento nada por ti, respeto tu relación con maría

Mentía ya que muy en el fondo de él la relación de emilio era lo que menos le importaba y se moría por volverse a besar de esa manera como había sucedido en su casa.  Por otro lado el corazón de emilio se achicaba al escuchar esas palabras provenientes de joaquín. 

-Tienes razón se me salió de las manos, pero tu me correspondiste. 

-Pues sí, también se me salió de las manos un poco, pero no es como que me gustes- tiró una risa nerviosa. 

-Bueno, entonces, ¿borrón y cuenta nueva? No quiero que lo de ayer afecte nuestra amistad y las grabaciones. 

-Borrón y cuenta nueva. 

Ambos se dieron un abrazo, iban a pretender que nada estaba pasando entre ellos, por el bien de su amistad y de maría, pero por más que trates de evitarlo el corazón nunca se equivoca.  

Al día siguiente ya se encontraban grabando el tan esperado beso, con un poco de repeticiones ya habían dicho sus diálogos y había llegado el momento, se empezaron a cercar uniendo sus bocas en un vaivén de movimientos, este beso si estaba saliendo bien, pero lo inevitable pasó, emilio se salió un poco de control y metió una mordida de por medio, hasta que se separaron. 

-Corte, quedó genial chicos. -Aunque ninguno de los 2 estaba  escuchando lo que decían los demás, se encontraban perdidos en sus miradas. 

Narra Emilio.

Le había mordido el labio a joaquín, otra vez me había salido de control, creo que este beso se volvió un poco intenso, teníamos unos minutos de descanso, ya que teníamos que seguir con las siguientes escenas, me fui al camerino a descansar estos minutos, cuando estaba a punto de sentarme tocaron a mi puerta, era joaquín, su belleza me dejaba embobado. 

-¿Por qué me mordiste? -dijo así sin más.

-Porque tus labios me encantan. -No mames, eso lo dije o lo pensé?

... 

Espero que les guste, este fue más largo, voten si les gusta y no olviden comentar. 

Tensiones ocultasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora