Tensiones ocultas

18- El mejor escondite.

La tenía en mi galería y quise compartirla con ustedes, es que se ve tan real.
Sin más disfruten del capítulo.

Narra Joaquín.

La cara de emilio era de muerte, parecía realmente asustado como si le estuviera pidiendo matrimonio, debería decirle que era una broma, pero mejor no, igual la risa me ganó y creo que con eso ya me delaté.

-De que te ríes?

-Que era una broma, como crees que te lo voy a pedir así sin nada.

-Ya me habías asustado wey.

-Ay tampoco es para tanto.

-Claro que lo es, es algo que quiero hacer contigo.

-Pero no va a pasar.

-Por qué?

-Se te olvida que tienes novia.

-Obvio que cuando eso pase, ella ya no estará más en mi vida y, tu y yo seremos novios oficialmente.

Solo me inmuté a sonreír, quizá no era del todo broma, quizá si quiera hacer eso con emilio, pero no ahora, nunca lo había pensado, pero supongo que es algo que pasará en algún momento de mi vida, no se si será con emilio, espero que sí, el punto es que es algo que me da miedo, quizá tengo demasiadas expectativas de la primera vez, quizá no sea la gran cosa, pero aun así quiero que sea algo especial.

Al terminar fuimos a nuestro lugar a ver las estrellas, la luz de la luna daba a su rostro, se veía demasiado hermoso, emilio es demasiado lindo, ambos estábamos abrazados sentados, emilio no dejaba de ver las estrellas, mientras que yo no despejaba mi mirada de su rostro.

-Es tan hermoso.

-Que dijiste?

-Lo dije o lo pensé.

-Lo dijiste.

Me empecé a ruborizar demasiado y oculte mi rostro en su cuello, este sin duda siempre es mi mejor escondite cada vez que me ruboriza algo.

-Aww al bb le dio vergüenza, tu también eres hermoso.

-Basta emilio.

-Es que te vez adorable cuando te ruborizas.

-Emi, te gustaría quedarte a dormir en mi casa hoy.

-Sí claro crees que tu mamá te de permiso?

-La llamaré para preguntarle.

Mi madre había aceptado así que tomamos rumbo hacia mi casa.

-Crees que sospeche de lo nuestro?

-No creo, ella sabe que tienes novia, así que no.

Al llegar a mi casa, subimos directo a mi habitación, mi madre había dejado una colchoneta en el piso, pero era obvio que no se iba a usar, emilio dormiría conmigo.

-Me gusta que siempre tienes tu habitación tan ordenada, ni parecida a la mía.

-Me gusta saber donde tengo cada una de mis cosas.

El se dispuso a lavarse los dientes mientras yo buscaba una pijama para él.

-No necesito pijama, puedo dormir en boxer, si no te molesta.

-Está bien.

-Que tantas historias han ocurrido en esta habitación?

-No muchas a decir verdad, aunque si secretos.

-Ah sí, como cuáles.

-Tengo el mejor escondite de todos, detrás de la cama hay un compartimiento secreto.