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—¿cenar con tu madre?... no gracias, eso implica conocerla y no creo que esto vaya tan en serio como para conocerla— dijo serio.

Me quedé sorprendida ante sus palabras tan sinceras, me hubiese molestado ante su reacción, pero yo sabía que en el fondo tenía razón, apenas tenemos casi tres semanas de salir juntos y yo estaba pidiéndole que conociera a mi madre ¿en qué demonios estaba pensando? Es casi como si le estuviera proponiendo matrimonio, se supone que uno debe esperar un tiempo para presentar a los padre, cuando tienes algo mas formal.

—Si tienes razón, perdon... No se que estaba pensado, en serio discúlpame, no quise...

De pronto comenzó a carcajearse fuertemente, lo mire confundida sin saber que estaba pasando, ¿acaso se estaba burlando de mi? Me levanté del sillón sin decir nada y tome mi bolsa. El creía que se podía burlar de mi y no pagar las consecuencias, Chester no me conocía bien y no sabia que yo era capaz de jugar el mismo juego y hasta mejor que él.

—Hey, espera— me tomó del brazo. —solo estaba bromeando, claro que me encantaría cenar contigo y tu madre.

No dejaba de reírse, el muy cínico me jugó una broma, pero yo haría lo mismo, le daria una cucharada de su propia medicina. Me contuve con todas  la ganas de reirme y lo mire con la mejor de mis miradas de enfado.

—¿Así será nuestra relación? ¿te burlaras de mi cada que tengas  oportunidad?

La cara de Chester cambio drásticamente, dejó de reírse rápidamente y su cara ahora era de confusión y sorpresa.

—No… yo… vamos nena, era una broma.

De pronto no aguante mas y comencé reírme como loca, la cara de Chester era un poema, estaba muy confundido. Ahora era yo la que no podría dejar se  reír como una loca, Chester me vio y empezo a relajarse, sus gestos cambiaron, ahora su cara era de diversión, se veía hermoso, se acerco a mi y me abrazo.

—También puedo engañarte– dije sin dejar de reir.

—Por eso te quiero– me miro a los ojos.

—¿Que dijiste?— mis ojos se llenaron de lágrimas.

—Te quiero— repitió.

—También te quiero.

Al día siguiente salí del trabajo y me fui directo a casa, me quité el uniforme y me duche, me cambie con algo sencillo y encendí la televisión. Tenía que esperar a que Chester pasara por mi, a las 6:30 en punto mi teléfono me avisaba que tenia un mensaje.

📱Nena lo siento, se presentó algo, ¿nos vemos en el restaurante.

Rápidamente le conteste.

📱Por supuesto ¿todo está bien?

📱Si, no te preocupes, alla nos vemos.

Tome mi bolso y salí de casa para tomar un taxi, a las 7 en punto ya estaba en el restaurante. Me pare enfrente de la puerta del local, cuando estaba apunto de entrar vi hacia adentro del restaurante y vi a mi madre con Tom. ¿Pero qué demonios hacia aquí él? Pensé, suspire frustrada, recordé que en cualquier momento llegaría Chester así que le marque por teléfono, para mi mala suerte lo tenia apagado, estaba a punto de decidir no entrar cuando mi madre me vio por el vidrio, le di una sonrisa forzada y entre al restaurante.

Me acerque a ellos y salude de beso a mi madre, gracias a dios el maquillaje cubría lo poco morado que aún tenía mi mejilla. Tom me sonrió cínicamente.

—¿A mi no me saludas?

—No ¿Qué hace él aquí mamá? Pensé que solo vendrías tu.

—Mi vida, él también te extraña, es nuestra familia.

Me senté de mala gana, volví a tomar mi teléfono para marcarle a Chester pero una vez más el teléfono estaba apagado. Tenía tanto miedo de lo que pasaría si Chester lo viera, suspire despacio y levanté la cabeza hacia mi madre.

—¿Pedimos?— dijo mi madre viendo el menú.

—¿Tu vas a pagar? Es que ando corto de dinero bebé, ya sabes que tengo problemas en el trabajo– miro a mi madre y acaricio su mejilla.

—Claro amor, tu no te preocupes por nada, lo mio es tuyo ya lo sabes.

—Por eso te amo.

Abrí el menú, no quería ver cómo Tom hacia tonta a mi madre, ni siquiera miraba la comida, solo quería que algo se interpusiera en ellos y yo. Una voz hizo que levantara mi cara del menú.

—Buenas noches— dijo Chester parado al lado de la mesa.

—Buenas noches— contestó mi madre —¿quien eres?.

—Es Chester mamá, mi novio.

—¿En serio?– le tendió la mano. –Mucho gusto, soy la mamá de Keira y él es mi esposo Tom.

Me puse muy nerviosa cuando mi madre le dijo el nombre de Tom a Chester, la cara de este cambio inmediatamente, estaba molesto, ya conocía su mirada cuando se molestaba y justo en este momento su mirada reflejaba que queria matar a alguien y su objetivo era Tom.

Tocaste mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora