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-¿Que haces aqui? LÁRGATE!!- grite frustrada, al darme cuenta de lo que había hecho, tape mi boca con mi mano para evitar que Chester me escuchara.

-necesito dinero… y tu me lo vas a dar- entró al apartamento aventando la puerta a un lado.

Chester estaba en la habitación, si lo escuchaba intentara levantarse y ahorita no estaba en condiciones para una pelea.

-si… te lo daré… pero baja la voz- dije casi en un susurro.

-¿así? ¿porque quieres que baje la voz?- Tom me miraba alzando su ceja, no podía evitar sonar intrigado ante mi comportamiento.  

-¿cuánto necesitas?- tenía que deshacerme de él lo más pronto posible.

-300 dólares-

-ahorita no los tengo… pero mas tarde te los llevo a casa de mi madre-

-te estare esperando… si no vas ya sabes quien va a pagar-

-lárgate…-

Empuje a Tom a la puerta y la cerré tras de él, trate de tranquilizarme y despues volvio a la habitación, Chester aun seguía recostado.

-¿Quién era?-

-Tom- no quería mentirle.

-¿Que?!! ¿y qué quería ese infeliz?- intentó levantarse.

-dinero…- me acerque a él y evite que se levantara de la cama. -como siempre, más tarde se lo llevaré-

-claro que no… no irás sola a esa casa y yo no puedo acompañarte- empecé a despojarlo de su ropa para ayudarlo a llegar a la ducha.

-tengo que llevarle el dinero o se desquitara con mi madre- no quería sonar molesta, pero la actitud de Chester provocaba que lo hiciera.  

-pues que lo haga… asi sabra ella la clase de esposo que tiene- voltee a verlo, mi expresión seria reflejaba las consecuencias de  sus palabras, comenzaba a enojarme y decidí cerrar el tema.

-no vamos a discutir ok… vamos a darte una ducha-

Caída la tarde me prepara para ir a casa de mi madre, Chester había planeado obligar a Mike para que me acompañara, pero cuando le contamos lo que pasó el accedió rápidamente a ir conmigo, nos subimos a su coche y el me llevo a casa de mi madre, cuando llegamos bajamos del auto y camine hacia la puerta. Minutos después de tocar el timbre Tom abrió.

-aahh traes guardaespaldas- dije cuando vio a Mike.

-¿dónde está mi madre Tom?- no quería parecer asustada pero el sonido de mi voz me delataba.

-adentro- dijo secamente.

De pronto escuche un llanto que provenía de la sala, entre empujando a Tom y vi a mi madre en el piso, tenía un golpe en el rostro y un moretón en el brazo, Mike entró detrás de mí, corrí hacia ella y me agache para ver si estaba bien, ella solo me veia con tristeza. Sus ojos me decían lo arrepentida que estaba por no haberme creído, tome su rostro y lo examine para ver  si no tenia mas heridas.

-¿Que le hicistes maldito infeliz- la ira comenzaba a apoderarse de todo mi cuerpo. Ver a mi madre golpeada me hacía odiar mas a este tipo. Ella se tocaba las costillas, creo que el muy infeliz la pateó, intentaba ponerse de pie pero el dolor no la dejaba.

-nada… tuvo la mala suerte de descubrir que te pedía dinero- el cinismo de su voz solo incrementaba mi enojo.

-¿Estás bien mamá?- intente ayudarla a ponerse de pie.

-perdoname Keira- dijo aun llorando, tomó mi mano y le dio un ligero apretón. -estaba tan equivocada- El rostro de mi madre estaba afligido y sus palabras estaban cargadas de arrepentimiento.

-no hables… te sacare de aqui- apesar de todo era mi madre y no podía dejarla al lado de esta maldito.

-tu no te la llevaras a ningún lugar-

Volte a ver a Tom para decirle algo cuando de pronto vi que había sacado su arma y le estaba apuntando a Mike. Me quede congela, el alma se me cayo al piso, no quería que por nada del mundo Mike saliera lastimado, el infeliz de Tom me sonrió cínicamente, el miedo me paralizo y no sabía qué hacer en ese momento.

Tocaste mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora