IV

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-Mi mamá vive cerca de aquí con su novio Tom y mi papá murió hace años en un accidente automovilístico- casi nunca hablaba de mi padre, aun dolía mucho y esperaba que Chester no quisiera profundizar en el tema.

-Lo siento mucho- dijo un poco triste, bebió otro trago de cerveza.

-Han pasado varios años pero aun duele, yo era muy joven asi que me hizo mucha falta.

Chester me miró con algo de compasión, una vez mas le dio otro trago a su cerveza. Él hombre frente a mi, iba a decir algo cuando la mesera llego con las hamburguesas, las colocó sobre la mesa y nos regaló una gran sonrisa.

-¿Algo más que deseen?- dijo amablemente.

-si, me puede traer un refresco por favor.

La chica movió la cabeza afirmativa y se retiró de la mesa.

-¿No vas a beber tu cerveza?- dijo intrigado.

-¿recuerdas que en el hotel te dije que no bebo?- sonríe a ver su rostro incrédulo.

-¿Era en serio? Vaya, una novedad- tomó su hamburguesa con ambas manos y le dió una mordida -puede que no lo creas, pero jamás había conocido a una chica que no tomara alcohol.

-Ten cuidado, puedes lastimarte la mano- dije tomando mi hamburguesa.

-¿Tan tonto me crees?- dijo bromeando -ademas, una hamburguesa no es tan pesada para lastimarme.

La mesera volvió con mi refresco. Toda la comida nos la pasamos hablando de nosotros, queríamos conocernos más y estábamos aprovechando la oportunidad. Chester tiene una tienda de discos junto a su amigo Mike, vive solo y resulta que se cayó en su tienda cuando acomodaba unas cajas en la bodega. A tenido problemas con sus padres pero no quiso profundizar mucho en el tema, es soltero y tiene 35 años.

Cuando terminamos de comer nos subimos a su coche y nos fuimos a un bar, era un lugar pequeño, pero el ambiente era agradable, enfrente del escenario había unas mesas pequeñas con unos banquillos, nos acomodamos en una fácilmente. Despues una hermosa chica con minifalda, blusa pegada y mandil se acercó a nosotros.

-Hola galan ¿que te tomas hoy?- le dijo con una sonrisa muy coqueta.

-Hola Paty ella es mi amiga Keira- su mirada hacia la chica era como de advertencia.

-Hola Keira-dijo sin ganas -¿Que les sirvo?"

-una cerveza para mi y un refresco para ella.

-Enseguida vuelvo.

La chica se fue y me quede observando a Chester, se veía muy relajado, pero creo que no lo estaba, la actitud de la chica había sido algo extraña. De pronto las luces se apagaron y solo se encendieron las del escenario, un grupo llamado "The Light" apareció y comenzaron a tocar. La música era muy buena, todos coreaban las canciones incluido Chester.

Cuando terminaron de tocar todos se pusieron de pie para aplaudir, inclusive yo lo hice, eran muy buenos. Cuando nos sentamos Chester volteo a verme.

-¿Qué te parecieron?- dijo tomando un trago a su cerveza.

-Son muy buenos, deberían de tocar en un lugar mas grande, tienen mucho talento.

-si, pero siempre se empieza de abajo, antes tocaban en el garaje de su casa, ahora tienen contrato en este bar y les pagan, así se empieza.

Comenzamos a platicar de algunas cosas sin importancia, era fácil hablar con el hombre a mi lado. Estábamos tan metidos ambos en la plática que ni sabía que hora era y ni me importaba, de pronto Chester se disculpó para ir al baño, me quede sola en la mesa observando todo a mi alrededor y no me di cuenta cuando un hombre alto, fornido y pelo rojo, se paró al lado de nuestra mesa.

-¿Y esta dulzura quiere bailar?- dijo viéndome fijamente.

-He, no gracias- dije sin saber cómo reaccionar ante su petición.

-Vamos nena, no seas amargada- insistió.

-que amable- dije sarcástica -pero vengo acompañada"

-¿Y dónde está tu galán?- volteó para todos lados -si estuvieras conmigo no te dejaría sola ni un solo momento.

-Que caballeroso de tu parte, pero amablemente te pido que me dejes en paz.

-Ni hablar señorita, lo que usted ordene.

El hombre, que se había recargado en la mesa, se disponía a marcharse cuando vi que unas manos lo sujetaron por el cuello y lo derribaron al piso, Chester estaba encima de él golpeándolo, el sujeto reaccionó y le devolvió los golpes, en un segundo ambos estaban de pie tirando puñetazos, "YA BASTA" grite fuerte pero Chester no me escuchaba, tome mi bolso y me salí del bar.

Estando afuera tomé aire fresco e intente relajarme, estaba demasiado molesta por la actitud de Chester, no sabía qué hacer siempre he odiado las peleas, así que después de pensarlo un momento decidí irme a casa, empecé a caminar en busca de un taxi cuando Chester me dio alcance.

Tocaste mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora