XIII

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—Si lo recuerdo.

—Cuando Chester se fue de su casa su madre perdonó a su padre y volvió con él. El dia que se fracturó Chester la mano, le acaban de avisar que su madre había fallecido, íbamos a ir al funeral, pero el no quiso, aún estaba molesto con su madre y creo que aún lo esta, por eso fácilmente pierde la razón. agacho la cabeza —su vida no ha sido fácil– volvió a levantar la cabeza y me miró. —¿sabes desde cuando no lo habia visto sonreir? Tu llegaste a su vida para bien, se que es una persona difícil, pero no todo es su culpa.

—También he pasado por muchas cosas, pero creo que yo aprendí a llevarlas de otra manera– mis ojos estaban llenos de lágrimas que amenazaban con salir.

—Algunas personas somos más débiles– sonrió —Te extraña.

—También lo extraño— dije sin pensarlo, porque era cierto, Chester se había metido en mi piel y en mi corazón y ya no sabia cómo sacarlo.

—Ustedes deben estar juntos, no te des por vencida tan rápido, peleen por lo que quieren, creo que lo de ustedes es algo especial y no deberías rendirte tan fácilmente.

—Gracias Mike– dije con voz decidida —¿me llevas con él?– no supe que mas decir, lo único que deseaba era correr a sus brazos.

—Por su puesto– dijo mi nuevo amigo con una enorme sonrisa.

Me levanté del sillón y tomé mi bolsa, metí algo de ropa, mañana descansaba y quería pasar todo el día con Chester. Mike y yo salimos rumbo al apartamento donde vivían juntos, cuando llegamos al edificio, Mike se quedó en la tienda y yo subí al apartamento, Mike me dijo que no tocara asi que solo abrí la puerta y entre. Camine unos pasos y vi a Chester sentado en el sillón con una botella de licor en la mano, al escucharme, levantó la mirada. Se levantó del sillón y caminó hacia mí con pasos torpes, estaba ebrio.

—Yo conozco... esa... linda cara– arrastraba las palabras al hablar.

—¿Estas ebrio?– dije seria.

—siiii... un poquitooo nada mas– me mostró la botella casi vacía. –¿Quieres?

—No gracias— me acerque a él y le quite el licor se las manos. –tiraré esto a la basura.

—Tendré que comprar otra.

—No lo creo– fui a la cocina y tiré la botella al cesto de basura, después regrese al lado de Chester –Mejor te llevaré a tu habitación.

—Que atrevida– sonrió travieso.

Lo lleve a su habitación y le quite la camisa, su pecho tatuado quedó al descubierto, lo senté en la cama y cuando lo hice me.abrazo por la cintura, su cabeza estaba hundida en mi vientre.

—¿Aun eres mi chica?

—Si, creo que si– levanto la cabeza y me sonrió –ahora hay que ducharse.

—¿Juntos?– levanto su cabeza para mirarme, su expresión era juguetona y su sonrisa reflejaba sus sensuales pensamientos.

—No, cuando estes en tus 5 sentidos lo haremos, ahorita solo tu.

Levante a Chester de la cama y lo guie hasta el baño, le quite la ropa y lo metí a la regadera, casi termino toda empapada, lo saque del baño y le puse ropa limpia, despues lo meti a la cama y minutos mas tarde ya estaba dormido. Fui a la cocina a tomar algo y vi a Mike recogiendo todo el desorden de su amigo.

—Perdon por no ayudarte, pero cuando él se pone asi, tengo que cerrar yo la tienda– dijo apenado.

—No te preocupes, no fue tan difícil. ¿Desde a qué hora empezó a tomar?

—desde ayer que llegó.

—¡¿Que?! Dios santo, no lo puedo creer– dije sorprendida ante las palabras de Mike.

—Lo sé, tiene mucho aguante, mañana tendrá un horrible dolor de cabeza.

—bien merecido lo tendrá.

Mike y yo sonreímos al mismo tiempo, era un hombre muy agradable y simpático, seguimos platicando y después cenamos algo, ya caída la noche Mike se fué a su habitación y yo me fui con Chester, él estaba profundamente dormido, me quite toda la ropa y me puse una de sus playeras, me metí a la cama y lo abrace, mis ojos solo veían su rostro tratando de descifrar sus sueños, sin darme cuenta me quede dormida.

En la madrugada sentí unas caricias en mi rostro, abrí los ojos y me tope con la mirada dulce de Chester.

—Hola– dije en voz muy baja.

—Hola nena-– me beso –Lo siento– tape su boca con mi mano.

—Mañana hablamos de eso, ahora solo quiero que me beses– tome su rostro con ambas manos y lo acerque más a mi para darle un beso profundo, ese que anhelaba desde hace horas.

Tocaste mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora