Tocaste mi alma

18

Mike movió la cabeza en forma afirmativa y se despidió de mí con un beso en la mejilla, Joe hizo lo mismo y salió junto con Mike. Cuando los dos se fueron regrese a la habitación de Chester, comencé a limpiarlo de nuevo y lo cubrí con la sábana de su cama, me senté al lado de él y comencé a acariciarle la cabeza.

Tenía que hacer algo para que Chester dejara de hacer este tipo de cosas ¿pero que? El tenia problemas con su padre, a lo mejor si lo convencía de que hablara con él para que se desahogará y dejará el pasado atrás.

De pronto recordé que mi madre aun estaba molesta conmigo, aunque era dos situaciones diferentes, creo que en cierto modo entendía a Chester, los padres son parte importante de nuestra vida y su padre marcó su infancia de la forma más cruel.

Más tarde Mike regresó con el medicamento, Joe ya no regreso con el, se había ido a descansar a su casa. Decidí dormir en el sillón que estaba en la habitación de Chester, no quería lastimarlo a media noche.

-¿segura que dormirás ahí?- dijo Mike poniendo mala cara al ver el sillón donde pensaba dormir. -Ya te dije que te puedes quedar en mi habitación y yo me quedo aquí con Chester-

-No Mike, tu tienes que trabajar mañana, debes dormir bien- dije colocando una manta sobre el sillón

-ya hablaste al hospital- dijo cruzando los brazos.

-no… mañana lo hare- dije avergonzada si saber porque, Mike  me miro con reproche, creo que a el no le parecía que no me reportará.

-bueno, como tu quieras, si necesitas algo estoy en mi habitación, te deje el medicamento en el mueble de la lámpara- señaló Mike con su mano el mueble que estaba al lado de la cama de Chester.

-gracias por todo-

-No… gracias a ti por estar a su lado- Se quedó pensando un momento. -las otras relaciones que ha tenido… han sido superficiales, ya sabes- se puso rojo de la cara al intentar decirme que solo era sexo.

-lo se-

-nunca nadie se quedaba a su lado tanto tiempo, cuando sabían lo de su problema con la violencia salían huyendo… pero tu no- me miro como si viera a su hija llevarle buenas calificaciones o como si hubiera inventado la cura para la peor enfermedad... el estaba orgulloso de mi.

-no te confíes, aun puedo salir huyendo- sonreí triste.

-no lo harás… lo amas- dijo tímido.

-yo… es mejor que vayamos a dormir- dije algo nerviosa, aun era muy pronto para amar a Chester ¿o no? Sabia que sentia algo fuerte por él pero… ¿acaso era amor? Lo que sí estaba segura es que con mis anteriores parejas no había sentido lo que siento por el.

Mike sonrió pero no siguió insistiendo, me dio un beso en la mejilla y salió de la habitación, acomode el sillón y me acosté en el, suspire cansada, el día había estado muy estresante.

A media noche unas caricias me despertaron, abrí los ojos y ví a Chester sentado en el sillón donde yo estaba acostada, al ver que abrí los ojos este me sonrió.

-Dios!! ¿porque te levantaste de la cama?- le dije asustada. -regresa a ella-

Me levanté del sillón y ayude a Chester a regresar a la cama, cuando se acostó me tomo de la mano.

-duerme conmigo- dijo con dificultad por los golpes que traía en los labios.

-No, voy a lastimarte… además estoy molesta contigo, ¿Qué demonios estabas pensando?

-por favor nena- dijo con voz suave.

-por favor nada- tome las medicinas y se las puse en la mano. -voy por un vaso de agua-

Salí de la habitación y fui a la cocina, serví un poco de agua y después regrese con Cheste, puse cuidadosamente el vaso entre sus manos.

-tomate el medicamento por favor-

Chester se tomo el medicamento sin protestar, bebió todo el vaso de agua y después lo dejó sobre el mueble al lado de la cama, me miró arrepentido y volvió a tomarme la mano.

-duerme conmigo- dijo con voz baja.

-No…-

-entonces regale un beso- trato de sonreír pero los golpes en la cara se lo impedían.

-Chester- dije frustrada.

-solo uno y ya no te molestare… anda-

-estoy muy molesta- su mirada dulce me torturaba, quería arrojarme a sus brazos, pero también quería que supiera que estaba molesta.

-lo sé- suspiró frustrado.

-duérmete por favor-