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Me senté bajo un árbol para descansar un poco, no pude evitar comenzar a llorar, tenía tanto miedo. De pronto escuche a los lejos que Tom gritaba mi nombre, me levanté  rápidamente y corrí hacia el lado contrario de donde escuchaba la voz de Tom. Me adentre entre los arbustos para que no me viera, minutos después escuchaba su voz más cerca.

-es mejor que salgas nena, no podras ir a ningun lado, este lugar es un laberinto y solo yo lo conozco muy bien…

Me mantuve en silencio escondida para que Tom no me viera, escuchaba sus pasos cada vez más cerca. Suspiré en silencio y rogué para que no me encontrara, a lo lejos escuche una sirena de la policía y tambien escuche como Tom maldecía, empezó a alejarse, solté el aire que no sabía que estaba reteniendo, espere un momento y despues segui caminando.

Más tarde la noche empezaba a caer, aún seguía en el bosque, había caminado hacia donde había escuchado el sonido de la patrulla pero no llegue a ningún lugar, me quedaban pocas fuerzas y tenía demasiada hambre y sed. El frío se empezaba a sentir más intenso, trate de darme carlos abrazándome a mí misma pero era una misión imposible. Caminaba esquivando árboles y matorrales cuando de repente vi una pequeña luz a lo lejos, empecé a caminar más rápido hacia ella, después de algunos minutos llegue a una calle un poco alumbrada, empecé a caminar por la orilla de la misma esperando que pasara un auto para pedir ayuda.

La calle parecía interminable, caminaba por ella pero sentía que no avanzaba nada, de pronto el sonido de un coche llamó mi atención, voltee para hacerle señas pero conforme se iba acercando reconocí el auto de Tom, el mismo donde me habia traido a la cabaña. Empecé a correr de nuevo y me adentre al bosque nuevamente, aún escuchaba el motor del auto pero no lograba verlo, seguí corriendo lo más rápido que pude hasta que deje de escuchar el auto.

Ya era de noche y estaba todo oscuro, no traía nada para alumbrarme así que me escondí en la copa de un árbol, no pude evitar ponerme a llorar, tenía tanto miedo y comenzaba sentirme frustrada. Cerre un poco los ojos para descansar, no sabia que hacer ni a donde ir y las esperanzas de volver a casa con Chester y mi madre cada vez se hacían más lejanas.

A la mañana siguiente baje del arbol, solo tuve pequeños lapsos de sueño, pero me sentía con un poco más de energía. Estaba dispuesta a encontrar el camino de regreso a casa, no dejaría que Tom se saliera con la suya. Comencé a caminar muy despacio, no quería gastar tan rápido las pocas energía que me quedaban.

Camine por varios minutos hasta que llegue de nuevo a la calle, pero esta vez no camine sobre ella, me fui entre el bosque sin despegar mi vista de la calle. No quería toparme sorpresivamente a Tom de nuevo, camine hasta llegar a una gasolinera, revise el lugar desde lo lejos para confirmar que el esposo de mi madre no me estuviera buscando ahí, cuando no lo mire me acerque al lugar, el empleado (quien ya era un poco mayor) al verme puso cara de sorpresa.

-¿que le paso señorita?- dijo el hombre preocupado.

-alguien me secuestró, podría prestarme su teléfono por favor…

-claro niña, ven pasa…

El empleado me guió hasta una diminuta oficina y me señalo el teléfono, lo tome rápidamente y le marque a Chester, al primer tono contestó.

-¿diga?- dijo con voz ronca.

-Ches…

-¡oh por dios!... nena ¿en donde estas? te estado buscando en todo lados, ¿te hizo algo ese infeliz? te juro que voy a matarlo.

-tengo mucho miedo, escape… pero el anda buscándome.

-¿en donde estas? iré por ti.

-no tengo idea- voltee a ver al empleado que aun estaba en la oficina -tal vez el señor que me prestó el teléfono te pueda decir donde estoy.

El hombre movió la cabeza afirmativamente y tomó el teléfono. comenzó a darle instrucciones de como llegar a la gasolinera, después me regreso el teléfono y salió de la oficina.

-nena quedate ahi, salgo en este instante… si llegar a ver a Tom escondete lo mejor posible pero no te alejes de la gasolinera ¿está bien?

-si- comencé a llorar -date prisa.

-lo haré... - y colgó la llamada.

Salí de la oficina y el empleado me esperaba con algo de comida, la tome sin dudarlo porque moría de hambre. Me senté tras el mostrador y me puse a comer, no podía evitar llorar, estaba demasiado asustada y quería que todo esto terminara. De pronto escuche el sonido de la puerta y me sobresalte, me agache rápidamente pero me levanté cuando vi que sólo era un cliente que pasa a comprar algo.

El empleado al ver mi reacción me dijo que entrara en la oficina, que ahi estaria mejor y nadie me vería, lo obedecí sin protestar y camine hacia la oficina.

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Déjenme sus comentarios y sus votos por favor 😙😙 gracias a los que leen y si les gusta la novela recomienden si no es mucha molestia.

Tocaste mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora