¿Qué pasa cuando tú amor de la infancia viene a visitarte después de casi 10 años sin haber tenido contacto? Pues nada, a menos que ese amor sea tu primo.
Isabel ha pasado por algo muy duro que cualquiera chica puede pasar. Ser engañada. La gran di...
Les invito a leer mi nueva novela: Fingir Por Amor. Si te gustan los amores donde hay gemelos, confusión y mentiras, ese es tu libro.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
●♡Isabel♡●
La comida frente a nosotros humeaba y el olor que emanaba era tan ¡Perfecto! , se veía deliciosa, en estos momentos no me importan las dietas ni nada. El pollo me hacía ojitos y el puré decía mi nombre. Mi padre nos invitó a comer hoy y ahora lo amo mucho más. Todo estaba muy bonito, mi padre conversaba con ellas, mientras yo solo me enfocaba en mi comida, digamos que soy de esas personas que se sienta a la mesa a comer, muy pocas veces converso mientras como.
Marcia, mi madrastra, ya se acostumbró a ello. Ya lleva más de 10 años casada con mi papá, y tengo que decir que es una gran mujer. Iba a meter un pedazo de brócoli a mi boca , hasta que Arturo, uno de los hombre que trabajaba aquí, vino muy apurado y le dijo algo a mi papá en el oído, él sólo me miro extraño y se levantó para irse con Arturo.
- ¿Qué hiciste esta vez? -pregunta Marcia. Dejo el tenedor despidiéndome del brócoli y pongo la mano en mi pecho sintiéndome ofendida-. Sabes que no me tienes que mentir -ella siempre ha sido una mujer dulce, siempre me cubre de las maldades que yo hacía y hago, incluso se echaba la culpa de algunas, pero mi papá no le creía e igual me castigaba.
-Te juro Marci que no hice nada esta vez -respondí y mis amigas fingieron toser- ¡Ey, no hice nada! -y no mentía, no recuerdo haber hecho nada malo.
- ¿No hiciste nada? -pregunta Megan mirándome con ojos acusadores. Muerdo mi mejilla interna y recordé lo de esta tarde.
- ¿Saben qué? Me voy a dormir, me llegó el sueño -me levanto de la mesa antes que alguien proteste.
Gran huída la mía.
Con la pesadez de mi cuerpo, intento subir las escaleras para ir a mi cuarto, debí comer más lento y pausado.
Pongo mi pie en el sexto escalón y me detengo cuando escucho que alguien me llama en grito. Lo reconozco fácilmente, es mi papá.
- ¿Dónde cree que va, señorita? -pregunta, automáticamente me tenso. Sé lo que me espera, el regaño de mi vida-. Tienes cinco segundos para estar aquí -dijo claramente enojado. Yo solo obedecí.
- ¿Pasa algo? -pregunté aun sin mirarlo a los ojos. Odiaba verlo a los ojos cuando estaba enojado, en ellos se podía ver el mismísimo infierno.
- ¿Quieres saber lo qué pasa? -me responde en una pregunta, niego-. Bien, Marcia trae a las chicas a la sala -creo que no me va a gustar lo que se viene, las chicas sin mirarlo se posicionaron a cada lado. Megan a mi izquierda y Susan a mi derecha.
Nos quedamos en un silencio incomodo hasta que Marcia decide romperlo.
- ¿Pasa algo, cariño? -ella sabía que algo pasaba, y estaba tratando de calmarlo. Digamos que nosotras no somos tres ángeles, creo que por eso ninguna persona del pueblo se sorprende ante lo que nosotras hacemos. Pero esta vez creo que me pasé, aunque no me arrepiento.
-Lo que pasa es que las tres señoritas aquí presentes, le dieron mal la dirección a una persona muy importante para mi -trago grueso-. Y esta persona anduvo vagando en el pueblo hasta que Arturo lo encontró. ¿Que piensas tu de esto Susan? -pregunta mi padre y antes que mi amiga respondiera, yo lo hice.
-Pienso que hay una razón lógica para haber hecho tal cosa ¿No crees, padre? -por primera vez en la conversación lo miro a los ojos. Estaba enojado, pero Isabel Ruiz nunca, de los nunca, se deja intimidar.
- ¿¡ISABEL!? -miro al lado de mi padre encontrándome con Tyler, uno muy sorprendido, me da un poco de tristeza por no haberme reconocido.
Sé que he cambiado, pero no creo que tanto.
-Disculpe joven ¿Lo conozco? - pregunto. Su mirada de tristeza casi me da pena. Casi.
- ¿Algo qué decir? -pregunta mi papá. Las chicas asienten.
-Lo sentimos Tyler, no lo quisimos hacer -habla Megan y Susan sigue.
-Pero nos dio tristeza que no nos reconocieras.
-Es verdad, lo sentimos.
Traidoras de mierda, no puedo creer que cayeran tan fácilmente.
-No importa, vengan aquí mis tres pulgas -dijo extendiendo los brazos para abrazarnos. Susan y Megan no lo pensaron dos veces, los tres estaban en el suelo tirados y riendo como en los viejos tiempos- ¿No vienes, prima? -pregunta con un sonrisa. Yo solo me giré y subí a mi habitación. Mi orgullo estaba primero, sabía que lo había lastimado, pero poco o nada me valió.
Tyler
- ¿Y ahora que hice? -pregunto ante la reacción de Isabel.
-Cierto -dijeron Megan y Susan y me miraron con odio-. Acabamos de recordar que te odiamos, así que, CHAO -dijeron para dejarme más confundido de lo que ya estaba. Se despidieron de mi tía y de Fabio y se fueron acompañadas de Arturo.
- ¿Qué hice? -hoy he hecho muchas preguntas.
-Con las mujeres nunca se sabe -dijo Fabio recibiendo un suave golpe de mi tía.
Después de saludar a mi tía y hablar un poco con ellos, Fabio llamó a Isabel para que me mostrara mi cuarto. Al principio protestó, pero aceptó a regañadientes.
Estábamos subiendo las escaleras hasta que ella se para en seco -Tu habitación esta al lado de la mía. No quiero que te me acerques, hablas, vigiles, o intentes hacer algo, ¿Me explico? -dijo sin mirarme.
Tonta, debe saber que jamás debe subir las escaleras antes que un hombre, pero aún así me está advirtiendo sobre cosas que no planeaba hacer.
-Sí -no se porqué me trata así, pero duele.
Ella siguió sin esperarme. Suspiro, podría verle el culo en este momento, pero me sentiría mal, es mi prima.
La veo a unos pasos de mi, ni bien llego y ya la cago. Intento alcanzarla lo más rápido que puedo, pero las maletas que llevo no me están ayudando.
Le dije a mamá que no iba a necesitar tanta ropa, pero ella no me escuchó.
-Esta es tu habitación -entro y tengo que decir que es muy bonita. Las paredes de color blanco con negro, una cama muy espaciosa, dos mesas de noche a cada lado de esta, algunos cuadros que no idea qué significaban y tres puertas con un bonito color. Supongo que una es la del baño, la otra del armario, pero ¿Y la otra?
-Como puedes ver, hay tres puertas. Esta es del baño -dijo abriendo una de ellas-, y esta es del armario -muerdo mi labio, no quiero darme ideas estúpidas sobre qué puede ser la puerta, se ve media abierta así que supongo que la cerradura está mal o oxidada.
Pego un suspiro. ¿Qué podrá haber ahí dentro? ¿Acaso era Narnia? ¿Quizás ahí haya un muerto? Aunque lo dudo, no huele a podrido.
Después de un rato de pensar me dispuse a preguntar
- ¿Y la otra puerta?
Ella pasa su mirada de la puerta hacia mi unos segundos antes de acercarse a la salida -No te acerques a ella -dicho eso salió.
Se siente feo que la persona que tu más quieres y la única razón por la que estás en un lugar que no quería, te deje botado sin ninguna explicación.
Ay, Isabel, si supieras que me maté haciendo los exámenes antes de tiempo solo porque quería verte y recordar nuestros bonitos recuerdos.
--------------------&&&--------------------
Hasta aquí el capítulo de hoy
¿Que les pareció? Espero que les guste. Por favor voten y comenten, eso me ayudaría un montón.
