¿Qué pasa cuando tú amor de la infancia viene a visitarte después de casi 10 años sin haber tenido contacto? Pues nada, a menos que ese amor sea tu primo.
Isabel ha pasado por algo muy duro que cualquiera chica puede pasar. Ser engañada. La gran di...
Autora: Este capítulo contiene escenas +18 un poco subidas de tono. Se pide que si eres muy sensible a este tipo de temas adelantes la lecturas hasta donde aparece ***.
Gracias y ahora si puedes seguir, I love you :3.
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Isabel
2meses después
Nunca en mi vida me sentí más especial que en este momento, me siento única y amada. Él encima de mi moviendo su cuerpo dándome el placer mas bueno que se puede dar.
Sonidos de mi boca salen sin control mientras la suya muerde y chupa mis pezones, mis uñas se hunden entre sus hombros dejando algunas heridas.
De un momento al otro se aparta de mi dejándome con ganas de más, quiero insultarlo por dejarme con medio orgasmo apunto de salir, pero no lo hago cuando se gira en mi cama y coge el pañuelo rojo que estaba en el cajón. Lo miro sonrojada, después de mucho aún no le he devuelto ese pañuelo.
—Dame tus manos —río antes de poner mis manos detrás de mí espalda. Se apoya en mi espalda dando pequeños besos en el inicio de mi columna—. Voy a castigarte por coger mis cosas —susurra en mi oído, al principio pienso que es broma hasta que comienza a amarra mis manos con el pañuelo, lo ajusta tanto que duele.
—Pensé que estábamos bromeando —comento un poco nerviosa, nunca he hecho esto, no me quejo, pero me da miedo. Tyler apenas ríe y yo le sigo, hasta que su mano va directo a la mejilla derecha de mi culo—. Hijo de—
Vuelve a reír el descarado. Su mano va a mi cabello y lo agarra con fuerza, levanto mi cabeza por el dolor que se siente —Lo siento —suelta un poco mi cabello y me quejo, se sentía bien.
—Yo nunca me quejé —él respira en mi oído y yo casi maldigo cuando comienza a sobar mi clítoris con sus dedos, se siente tan bien y el hecho de que no puedo moverme por la posición en la que me tiene, lo hace mucho mejor. Mueve sus dedos lento, mi cabeza se hace para atrás y algunos sonidos salen de mi boca.
Sus dedos cada vez se mueven más rápidos al igual que mi respiración, intento no gritar cuando siento su lengua en mi clítoris, aparta sus dedos y ahora es su lengua la que le da placer. Comienza a moverla de arriba a abajo mientras que sus dedos se resbalan dentro de mí con facilidad. Su boca me muerde finamente y yo grito.
Me estremezco pero él sigue martirizado mi cuerpo. Saca los dedos de mi cavidad y veo claramente como los chupa con su boca.
Jesús, ahora si puedes mandarme al infierno.
Desata mis manos y me gira quedando boca arriba, abre mis piernas y se pos entre ellas. —Manos al frente —obedezco mirando sus ojos, la lujuria con los que me ve es increíble. Termina de amarrar mis manos y las pone detrás de mí cabeza, agacha su cuerpo dejando su boca en mis pechos, los mordisquea mientras con su mano le da placer al otro.
