¿Qué pasa cuando tú amor de la infancia viene a visitarte después de casi 10 años sin haber tenido contacto? Pues nada, a menos que ese amor sea tu primo.
Isabel ha pasado por algo muy duro que cualquiera chica puede pasar. Ser engañada. La gran di...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Isabel
Me duele el cuerpo pero aun así no me arrepiento de nada. Marcia está detrás de mí curando algunas heridas que tengo, ella no habla hasta después que me bajo la blusa.
— ¿Cómo mierda te lastimaste la espalda?
—Ya te dije, me caí y para que Reinita no se lastimara lo hice yo —digo súper tranquila. Aunque lo que verdaderamente quiero decir es: Me canse de estar arriba y Tyler consideradamente puso su camisa en el césped para que yo no me lastimara la espalda, que por lo visto, no funcionó.
—Hablamos luego, Tyler me llamo para que le ayudará a curar las heridas de su espalda, que casualmente tu también tienes —me atranco con la saliva—. Ten —me da una pastilla—, no quiero nietos aún.
Y sin más sale de la habitación. Suspiro. Ahora ella sabe que he tenido sexo con su sobrino y según lo legal, ella es mi mamá, que rara la vida.
Me acuesto en la cama intentando pensar en todo lo que pasó. Mis gemidos cada vez que él entraba o salía, y sus tontas preguntas de "¿Te arrepentiste ya?" o "¿Quieres parar?", apreto mis piernas, mejor no pienso en eso.
Siento como se cierra la puerta, alzó mi cabeza encontrándome a Francisco, el cual no está nada feliz al parecer — ¿Así que te caíste de Reinita y para no lastimarla te sacrificaste tu? —le sonrío—. Te la hubiera creído porque sé que amas a Reinita, pero tu noviecito también tiene la espalda hecho mierda, eso ya no es culpa de Reinita —le lanzo una almohada para que se calle y él me lanza una botella de agua.
— ¿Para qué el agua? —pregunto ganando una mirada muy desagradable de su parte—. No me mires así, no soy vómito o algo parecido.
Él suspira y se acerca a la cama para acostarse a mí lado —Yo fui el que compro las pastillas para que no te embarazaras, tomate eso antes que te las metas en la boca y te las haga tragar sin agua por hormonal.
—JAAAAA —rio exageradamente—. ¿Hormonal? Habló el señor voy a tener sexo con Megan hasta destruir todas sus bragas.
— ¿Quién te contó? —pregunta horrorizado. Lo ignoro tomando la pastilla, que según, él compró—. Megan me vio saliendo después de comprar la pastilla —comenta y me atraganto con el agua.
>>¿Puedes creer que solo me miró de arriba a abajo y paso por mi lado negando? Yo sabía que no le gustaba, eso acordó conmigo cuando comenzamos a salir, pero no pensé que me dolería tanto.
Limpio el desastre que he hecho escupiendo el agua, procuro haber trabajado la pastilla y vuelvo mi vista a Francisco. Él me evita cuando intento coger su mano, sé que se siente débil y no quiere demostrarlo —No quiero esto, Isabel. No quiero sentirme una mierda que no vale ni para estar en el piso.
>>Mierda, me juró que no me buscaría, pero no, volvió con sus lindas palabras y manos suaves —recuesto mi cabeza en su brazo—. Me dijo que podíamos intentarlo, me negué una y otra vez hasta que ella me abrazó —beso su mejilla—. Ya no se qué pensar, un día está feliz, al siguiente me odia y después no significo nada para ella.
—Las mujeres somos difíciles de comprender —él me mira con cansancio— ¿Tu qué es lo que quieres? ¿Olvidarla?
Niega varias veces y luego asiente —Que sea feliz y yo también serlo, no me importa si no es juntos. Eso.
Intento hablar pero él se levanta. Suspiro. Entiendo que no quiere hablar de ese tema, pasa por mi lado hasta llegar a la puerta que nos une con Tyler —¿Se puede escuchar lo que hablamos o no? —me mira y niego—. Interesante, debería usar esto a mi favor.
—Marcia esta ahí, dudo que quieras entrar —sonríe—. Si entras te mato —advierto antes de que él la abra.
— ¿Crees que no saben que se pasan a la otra habitación? No son tontos Isabel. Marcia sabe que tus heridas en la espalda no es por culpa de tu yegua —me muerdo el labio—. ¿Por qué crees que te dio la pastilla?
—Ya vete, necesitas ir a trabajar, ocioso —murmura unas palabras que estoy segura que son indultos antes de salir de la habitación. Me levanto para cerrar la puerta pero su pie me lo impide.
—Por cierto —suspiro dejando la puerta entre abierta—. Mi papá me dijo que le fuese a ayudar a una chica, creo que es familiar de tu noviecito —frunzo el ceño—, ¿quieres acompañarme?
Me quedó mirándolo unos segundos, muerdo mi labio inferior hasta sentir dolor y un poco sabor de la sangre.
No puede ser ella.
Resopla dándome un golpe en la mejilla.
—No te hagas daño, mejor vamos —asiento dandole la mano para que me ayude a caminar. Si es ella me sentiré muy mal.
***
Y si, yo sé que el universo no me quiere o quizá sea el Karma que me está dando lo que yo di.
Francisco ayuda a la castaña a llevar su maleta, ella le sonríe amablemente mientras comenta algunas cosas que no alcanzo a escuchar.
Paso mis palmas por mi jean sintiéndome incómoda, ella se ve tan elegante con la ropa que lleva. Detrás de ella están un señor parecido a Tyler pero de mayor edad, viene agarrando la mano de un niño y a su lado una señora que, al parecer, no está nada feliz.
Quizá solo sea yo, pero siento una tremenda carga en mis hombros que me hace bajar mi cabeza, se siente horrible la culpa que tengo. Alzo mi cabeza y ella mira hacia mi, no hace nada más que verme.
— ¡Tyler! —Guadalupe sonríe comenzando a correr hacia donde yo estoy. Me giro, y me siento aún más culpable, Tyler está detrás de mí sonriendo.
Me hago a un lado para que ella pase. Salta pasando sus piernas por su cadera y lo abrazo del cuello. Tyler solo le sonríe comenzando a dar vueltas con ella. Creo que ya he visto mucho para ponerme mal, esta chica no tiene culpa de nada de lo que yo hice, es mi culpa encariñarse sabiendo que él tenía novia.
Francisco agarra mi mano y me acerca a él, susurra muy bajo un "No llores" y recién me estoy dando cuenta que estoy llorando. Comienza a caminar llevándome casi arrastrando.
—Señor, ya vuelvo, voy a llevar a mí amiga adentro, no se siente bien —y sin esperar alguna respuesta, comienza a caminar susurrándole que todo va a estar bien, que él me va a proteger y todo se va a aclarar.
¿Qué hay que aclarar? Nada. Yo fui la tonta que se metió con un chico ajeno, hice lo mismo que me hicieron y sé que esa chica va a llorar como yo lo hice.
Y peor aún, yo nunca hice nada para detenerlo, más bien lo incite a que estuviera conmigo sin pensar en lo que podría pasar después.
Giro mi cabeza viendo a un Tyler confundido y a una chica en sus brazos siendo protegida por él. Vuelvo mi vista al frente porque tengo aún más ganas de llorar, paso mi mano restregando mis ojos.
