¿Qué pasa cuando tú amor de la infancia viene a visitarte después de casi 10 años sin haber tenido contacto? Pues nada, a menos que ese amor sea tu primo.
Isabel ha pasado por algo muy duro que cualquiera chica puede pasar. Ser engañada. La gran di...
Les invito a leer mi nueva novela: Fingir Por Amor. Si te gustan los amores donde hay gemelos, confusión y mentiras, ese es tu libro.
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Tyler
Estábamos en un silencio incomodo. Los dos niños me veían con odio. Mi tía lloraba en los brazos de Fabio, digamos que ella nunca fue buena para las despedidas. Megan y Susan tenían la mirada perdida en un punto fijo. Me sentía mal, muy mal. Pero tenia que irme, no quería ver a mis dos primas enojadas por mi presencia.
—Ella no va a venir —le susurro Megan a Susan.
—Toca esperar —dijo Fabio dándole un beso a mi tía.
Paso mucho tiempo hasta que oímos la puerta sonar. Ella había venido, al final de todo no me odiaba.
Todos nos levantamos cuando vimos a Nathan entrar, estábamos esperando a Isabel. Pero ella nunca entró.
Nathan negó con su cabeza y ahí lo entendí, ella no quiso despedirse. Me sentía triste pero al final ella tenia sus razones. Yo solo asentí y me volví a sentar.
—Lo siento, pero yo no podía obligarla —dijo Nathan y después suspiro—. Ella me dijo que te iba a extrañar y que tuvieras un bonito viaje.
—Yo les dije —dijo el niño con enojo—. Vamos Sarita —cogió la mano de la niña y salieron de la casa.
—Voy a ir preparando el vestido para la boda —dijo Megan tratando de calmar un poco el ambiente tenso.
—Te escuché —gritó el niño y la mayoría soltó una carcajada.
—Tu hermano se pasa con mi hija —Fabio hasta en chiste solía ser amenazante.
—Bien, sera mejor que me vaya —dije y me levanté—. Hasta luego Fabio, cuida a mi tía o te las veras con mi padre —él asintió con una sonrisa. Sin aun despedirme de mi tía, ella ya se encontraba llorando—. Ven aquí mi tía hermosa —nos abrazamos mientras ella lloraba en mi hombro—, cuida mucho a tu espeso, cuida a Isabel y a tu otra hija —quiero golpearme por no saber el nombre de la hermana de Isabel, hace un momento el niño rubio lo dijo y yo no lo recuerdo—. Y lo más importante, cuidate tu, la vejez llega a un punto tía —ella me golpea el hombro no tan suave—. Lo decía en broma —hablo sobando el hpmbro. Sonríe y me envuelve con sus brazos apretándome hacia su pecho.
—Te voy a extrañar aunque a veces seas un insoportable —deja un último beso y ahora quién la envuelve es Fabio.
Me acerqué a Megan y Susan con un poco de miedo —Espero que les vaya muy bien.
—Nosotras también esperamos que te vaya bien —dijeron para después abrazarme—. Te vamos a extrañar, pero no le digas a Isabel —susurraron haciéndome reír. Yo solo asentí dándole un beso a cada una.
