¿Qué pasa cuando tú amor de la infancia viene a visitarte después de casi 10 años sin haber tenido contacto? Pues nada, a menos que ese amor sea tu primo.
Isabel ha pasado por algo muy duro que cualquiera chica puede pasar. Ser engañada. La gran di...
Les invito a leer mi novela: "Fingir Por Amor". Si te gustan las historias de gemelos y mentiras, esta te caerá estupenda.
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Tyler
— ¿Cómo estás hermano?
— ¿Cómo va a estar? Cogiendo día y noche a su mujer —Luke, amigo mio desde que entre a la preparatoria, confirma algo que me incomoda.
Rasco mi nuca, desvío mi mirada hacia la puerta, maldita seas tú qué me separa de lo que amo.
¿De lo que amo?
—Creo que se están adelantando. Ellos están viviendo bajo el mismo techo, pero los padres de la chica están ahí —vuelvo mi vista a la pantalla—. ¿Ustedes harían algo si estuvieran sus suegros presentes? —un Erick sin camisa habla.
—Ni que fuéramos a comer enfrente de ellos —James, otro amigo sin camisa, el cual la palabra comer lo exita, habla.
— ¿Pueden dejar de referirse a eso cuando estoy yo? —la dulce voz de mi hermana, me hace sonreír. La desgraciada me recomendó libro eróticos y una simple conversación le incomoda.
—Cállense idiotas. Esta mi princesa aquí.
—Eso no te hace menos cachondo —todos ríen menos mi hermana.
—Bueno, voy a olvidar que hablan de mi hermano como un pervertido sexual y vuelvo a preguntar ¿Cómo estás?
Todos volvemos a reír —Bien, princesa. Solo sigo extrañándolos —hablo con una sonrisa.
—Awww.
—No acaban de hacer eso —me digo a mi mismo
Luke iba a hablar pero mi puerta se abre.
—Perdón por molestarte pero —todos comienzan a toser, ella desvía su mirada a la pantalla de mi laptop.
— ¿Decías? —regreso mi mirada a la pantalla y todos esperan su respuesta, incluso mi hermana.
—Callate Luke —el ya nombrado pone sus manos detrás de su cabeza, le sonríe y le guiña un ojo a Isabel.
Regreso a verla y una de su cejas está alzada.
—Decía que —se quedó en silencio un momento— ¿Qué te iba a decir?
—Me suele pasar —mi hermana le sonríe.
—Ah, hola —Guadalupe le regresa el saludo—. Ya me olvidé, vuelvo después.
—Si quieres, quédate —la sonrisa de James da miedo.
