- Mamá, ya vengo.
- Espera, espera, espera...¿a dónde vas y tan arreglado?
- ¿Arreglado? Qué dices - reí - solo iré a la casa de Chris, quiere que le ayude en algo de su práctica.
- Me dijiste que tenías mucho que estudiar, que pasó con eso.
- Ya lo hice - mentí. En realidad no había estudiado.
- No llegues tarde - pidió.
Salí de casa, por un momento pensé que no me dejaría ir.
Seguramente mañana me arrepentiría de no haber estudiado, pero los amigos están primero ¿no?
Luego de media hora, llegué a su casa, toqué un par de veces casi perdiendo la paciencia.
- Hola - dijo apenas abrió.
- ¿Qué estabas haciendo? Demoraste un poco.
- Nada - sonrió - pasa, no hay que perder tiempo.
No sabía que era lo que estaba haciendo, en realidad si sabía, solo que me quería hacer el tonto.
Apenas cerró la puerta me dirigió hasta las escaleras, por lo que noté, estábamos solos.
- Mi mamá no llegará hasta la noche - habló cerrando su puerta con seguro - tenemos toda la tarde.
- Man, ¿estás seguro?
- Se-gu-rí-si-mo.
- ¿Compraste el lubricante? - pregunté de inmediato - ya sabes.
- Claro, uno especial - guiñó el ojo.
Caminó hasta el baño, aproveché de quitar mi chaqueta de cuero, el calor corporal ya comenzaba a hacer presencia.
Me pasó una cajita, llevaba otra en la mano que no me quiso entregar - ¿y esa?
- Son mis condones, no tenía - rió. No sé porqué miré tanto la caja, las indicaciones y todo, de todas formas lo utilizaríamos igual - traté de buscar el mejor, la niña de la farmacia me ayudó.
- ¿No sabes comprar un lubricante?
- Claro que sí, pero estas cosas...- quitó la caja de mis manos - se compran con cuidado.
- Preocupado el amigo.
- Por tu bien anal.
- Que tonto - negué.
- Por cierto, antes de todo. Hoy amigos no seremos - advirtió.
- ¿Compañeros sexuales?
- Exacto. Y sin involucrar sentimiento.
- Lo sé, eso está más que hablado.
- Entonces para que esperar - se acercó.
- Para atrás - empujé con una mano - siéntate.
- Uhhh...¿me vas a bailar?
- Ya quisieras - reí.
Tenía la ventaja de conocer a Christopher, a veces me contaba sus experiencias y gustos en lo sexual, eso era un punto a mi favor.
Separé mis piernas para sentarme sobre él, sus manos no tardaron en llegar a mis muslos tratando de pegarme más a su cuerpo.
Besarnos ya se había convertido en algo normal, no es que lo hiciéramos siempre, solo cuando estábamos más cerca de lo normal.
Sus cálidas manos estaban bajo mi polera, mi espalda estaba en total contacto con ellas.
- ¿Quien empezará?
- Yo, obvio.
- Luego te tiene que dejar - advertí.
- Claaaro - rió.
Me separé un poco de él, esa extensión en la palabra no me había convencido - habíamos quedado en algo, seríamos versátiles.
- A veces... - tomó mis piernas para recostarme en la cama - uno miente.
- No te pases, Christopher - dije. Volvió a besar mis labios, esta vez de una forma más intensa - creo que estoy agitado.
- Y a mí se me está parando - susurró provocando escalofríos.
- Espera...tenemos que experimentar los dos, no quiero ser solo yo el pasivo.
- Lo serás - intentó besarme.
- No no no no no - dije mientras elevó una de sus cejas - bueno ya - lo llevé nuevamente a mi.
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Por Curiosidad - Chriserick
FanfictionLa curiosidad mató al gato, pero a nosotros nos fusiló.