Tenía un nudo en la garganta, así desperté por la mañana recordando que hoy sería el último día en que vería a mi amigo.
Pensé durante toda la mañana si decirle lo que me estaba pasando, mi mayor miedo era que todo lo que construimos en años quede en nada por mi culpa.
- Hijo hijo - escuché la voz de mi madre - ¿vas a juntarte con Christopher?
- Sí ¿por qué?
- Dile que venga, queremos despedirnos antes de que se vaya.
- ¡Oh claro! Yo le digo - respondí depositando un beso en su frente.
Preferí pedirle que nos juntemos en un lugar que no fuera en nuestras casas, un parque quizás era lo más conveniente para hablar, necesitaría estar relajado.
En el camino no dejé mis manos quietas en ningún momento, no sabía si explicarle con detalles o de plano decirle que me gustaba y ya. Contarle o no, no cambiaría en nada la situación, de todos modos se iría, pero al menos yo estaría más tranquilo sacando esto que en un tiempo más terminaría por colapsarme.
Lo vi a lo lejos sentado en una banca, retrocedí unos cuantos pasos para intentar huir, pero dejarlo esperando y más un día antes de su viaje, sería una discusión segura.
Tomé un respiro armándome de valor, caminé lo más rápido que pude y cuando estuve cerca me senté a su lado sin ni siquiera saludar.
- Pensé que no llegarías - habló - Erick. ¿no me vas a saludar? - preguntó a lo que negué. No era capaz de decir ninguna palabra, el miedo me invadió por completo y no hacía más que temblar - ¿que te pasa?
- Lo siento - fue lo único que se me ocurrió decir.
- ¿Por qué?
- Por todo.
- No te entiendo - posó su mano en mi hombro que quité de inmediato - ¿te pasa algo?
- Sí - tragué en seco - te vas a enojar.
- Ay no, que hiciste - buscó mi mirada - Erick habla, que pasa.
Dirigí mi mirada a él, su cara demostraba confusión total por mi actitud - no puedo - negué llevando mis manos a la cara. Me levanté de un momento a otro, la verdad no me importó nada.
- Que te pasa - sentí su mano en mi brazo - de aquí no te mueves.
- Me confundí - me solté bruscamente de su agarre - eso pasa, me confundí.
- ¿De qué?
- De nosotros, de ti, de mi, de esto que tenemos. Ni siquiera sé como llamarlo.
Abrió la boca apartando la mirada, pasó su mano por el rostro posiblemente intentando encontrar respuestas.
- Ay Erick - negó con la cabeza.
- Lo siento, no puedo hacer nada. Eres mi mejor amigo, mi hermano, pero ya no te veo así - confesé - me gustas tú, como persona, tú, Christopher Vélez, me gustas.
- ¿Por qué me lo dices hasta ahora?
- Porque no estaba seguro, porque...
- Entonces si resultó - dijo más relajado.
- Que cosa, de que hablas.
- Te confundiste también - respondió a lo que me sorprendí.
- ¿Estabas esperando eso? ¿Te confundiste conmigo? - pregunté perdido.
- ¿Quién no se va a confundir con todo lo que hemos echo? Era lógico que iba a pasar, a uno de los dos nos iba a terminar confundiendo todos los besos, las veces que nos acostamos Erick - dijo llevando ambas manos a su cabeza - ya está, pasó, nos confundimos los dos.
¿Que si me alegré al escuchar eso? Claro que sí, de a poco ese miedo se fue desvaneciendo hasta sentirme un poco más relajado.
- Entonces ¿si te gusto? - pregunté a lo que asintió. Me abracé a su cuerpo sin esperar nada más, sus brazos en mi me dieron esa tranquilidad que necesitaba - sé mi novio.
- ¿Cómo?
- Si - lo miré sin soltarme de él - sé mi novio. Christopher ¿quieres ser mi novio? - pregunté con una inmensa sonrisa.
- No te pases - rió - ¿es enserio?
- Claro, para que esperar ¿no?
Me miró como analizando lo que iba a decir, debo ser sincero, se tomó su tiempo - sí, para que esperar más - sonrió depositando un beso, el primero de nuestra relación como novios.
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Por Curiosidad - Chriserick
FanfictionLa curiosidad mató al gato, pero a nosotros nos fusiló.